El gordo había pasado la semana con el ánimo en baja, igual que las reservas del Banco Central a la que los ahorristas “legales” le habían mordido u$s 167 millones en un puñado de días ni bien empezó el mes. A Julián le afectaba la historia cíclica. Peronista al fin, sabía cómo terminaban las crisis. Y no le gustaba nada la palabra “recesión”, porque entendía además que la Señora no daba ni un solo paso para salir del problema. –Estamos al horno…- le dijo al Ruso, que espiaba los chismes sobre una oferta de Elctroingeniería por Impsa, en un mensaje de WhatsApp que le había enviado un amigo. –Esto sí que sería una derrota cultural, política y empresarial para Mendoza…- se lamentó el Ruso, que había visto pasar a manos extranjeras aun con socios locales, a muchas empresas de por aquí, especialmente bodegas.
Julián asintió en silencio, pero con la cabeza en otro lado. Aunque ya tenía 21 años en 1984 cuando Cerati empezó a decirle al mundo que el sonido de la música era otro, había disfrutado enormemente los años de creatividad plena del músico. Por eso le dolió, en la semana, cuando el pibe cortó el hilo de plata. Son talentos que existen sólo una vez. Fijó la mirada en la cocina e hizo un gesto con sus manos, tratando de espantar los pensamientos que le inquietaban y se concentró en la cocina. Había preparado algunos menús apropiados para el cambio de clima y el mes de la primavera. No le molestaban las miradas escrutadoras de sus amigos, que le acusaban de cursilería en esta época del año.
El Ruso miraba extrañado las maniobras del gordo. Estaba preparando una especie de sopa, licuando unas zanahorias hervidas con un poco del caldo de la cocción, tres cucharadas de aceite de oliva, sal, pimienta negra recién molida, y la ralladura y el jugo de una naranja. Al final le pondría en cada una de las cazuelas en las que serviría esta “sopa” crema pero sin cremas, unas gotas de ron blanco. -¿Julián, no estás un poco delicado con la cena?- preguntó el Ruso. Su amigo ni lo escuchó, mientras iba cortando brotes de soja, pimientos de distintos colores, echalotes, jengibre rallado, perejil fresco, cebollas, tronquitos de apio, y por otro lado cortecitos de pollo y pescado. Había noche de wok. El gordo los manejaba con ambas manos de modo simultáneo, para que los muchachos no pasasen hambre justo a la hora de la cena.
En el cuadro que adorna la pared norte del quincho había zafarrancho. Casildo, el General, Eternéstor y Evita Capitana abordaban una nube rumbo al otro lado del paraíso con las valijas repletas de verdes, aunque en esa dimensión valían poco y nada. El comandante presidente reía a carcajadas con la escena, mientras Lopecito le preparaba café de algarroba, porque había que cuidarse. El alcalde, con un cigarro puro de La Habana que le habían traficado, le enseñaba a Raúl Querido los secretos del póker. Como en la Argentina, el cielo y el infierno estaban en un solo lado.
Los amigos del gordo se fueron sentando alrededor de la mesa. La sopa de zanahorias y naranjas había perfumado el quincho. El Omar, el radical que habla con todos; preguntó: -¿Gordo, esto es para untarse y tomar sol?
-Sos un animal…- le dijo el dueño de casa, sin humor. El Omar se dio cuenta de que habría que levantar la puntería
-El sábado pasado, mientras nosotros estábamos acá, había una cena especialísima en la casa de Verónica Cangemi, la soprano…- dijo el radical del grupete en tono de misterio, mientras reconfortaba su espíritu con un trago del “Nosotros” de Susana Balbo, un vino que bien mereció ser estrellado contra la quilla del Queen Elizabeth el día en que lo botaron al mar.
-¿Ahora te dedicás a las internas culturales? ¿Con quién cenó la Cangemi, con Billy Romero?- preguntó el gordo, un poco a la defensiva porque no sabía por dónde venía el azote.
-No. Desde hace bastante tiempo Verónica venía amagando con armar una velada con Julio César Cleto Cobos, el mismísimo precandidato a presidente por UNEN. No me contaron qué comieron, pero fue casi lo único que no me enteré. Julio fue con su señora Cristina (la buena), el Mario Abed concurrió también con su señora esposa que también se llama Cristina. Y los otros dos invitados a la cena fueron la senadora Laura Montero, que por supuesto no se llama Cristina, y el abogado ambientalista Marcelo Romano, que como todo el mundo sabe, es pareja de la rubia legisladora…-
-¿Y de qué hablaron, redactaron de nuevo la 7722?- preguntó Ludovico, con sorna. El estudio de unos amigos tenía uno de los planteos de inconstitucionalidad de la Ley, que están en la Suprema Corte.
-No. Hablaron de muchas cosas, pero sobre todo de política. Hubo un momento muy interesante en la noche, sobre todo cuando venían hablando de cómo ponerle límites al Alfredo Cornejo para que no les condicione la interna y los cargos electivos de 2015. Parece que antes de los postres, al Mario Abed se le ocurrió plantearle al Julio que debía ser candidato a gobernador y no a presidente. Hace rato que el Mario viene con esta historia y se las ha puesto por delante a varios amigos del Julio. Pero parece que la Señora Cristina, la buena, no la que ustedes piensan, puso el grito en el cielo. ¡Nada de gobernador! Presidente o nada. Y es entendible. No creo que la familia del Julio tenga ganas de soportar escraches de la Raquel, marchas en la puerta de la casa o protestas por la inseguridad. Así es que la conversación terminó rapidito. Por supuesto, la Laura no quiso saber nada con la opción “Julio gobernador” si ella misma está en carrera y siente que está unos pocos puntos debajo del Alfredo Cornejo, pero remontables…- contó el Omar. Los muchachos quedaron pasmados.
-¿Y la Cangemi qué dijo?- preguntó el Ruso.
-¿Y qué se yo?- dijo el Omar, y los muchachos estallaron en carcajadas. El Chito trató de enfocar un poco las cosas.
-Miren muchachos… todas estas discusiones de candidaturas, internas, las PASO, el gobernador, el presidente… Es nada. El país está en una situación macroeconómica muy difícil, muy compleja, que ya está afectando las empresas, el laburo y el bolsillo de la gente, el empleo… Hay recesión aunque los señores que gobiernan la maquillen o hagan discursos tipo “la gran Capitanich”, llenando el vacío de poder y de gobierno de palabras vacías también, porque no dicen nada. Ni adónde van… ¿Ustedes qué piensan que está pasando? ¿No leyeron que los gobernadores peronistas se andan reuniendo a fragotear y ni siquiera lo hacen a escondidas? ¿Por qué no hablan un poco en serio con los de la Avenida Peltier, a ver qué piensan del gobierno de Cristina? Estamos en una situación económica extrema como producto de los errores políticos. No hay inversión, no hay financiamiento, no hay generación genuina de empleo, los mercados se achican, no hay confianza y la gente se tira en palomita sobre el dólar porque no cree en el peso, y porque la moneda no ataja los precios. La inflación se está comiendo los costos de los hogares y de los bolsillos…
Los gremios estatales ni se dan cuenta, parece, porque están pidiendo guita de nuevo. ¿Se dan cuenta de lo que pasa? Es tal el grado de deterioro político, institucional, que una fuerza de seguridad en la que los argentinos deberíamos confiar, ¡monta una teatralización como la del gendarme carancho! ¿Se dan cuenta? Y del otro lado, varios de los que quieren ser presidentes de la Nación terminan publicitando sus candidaturas a todo lo ancho de las calles, en las empresas bancadas, capturadas o cooptadas por el kirchnerismo… Y si no, pregúntenle al Ernesto Sanz. ¿Ustedes entienden que esto es la Biblia y el Calefón? ¡Nos estamos fundiendo en todo sentido!- dijo el Chito, con el índice de desesperanza corriendo más rápido que el de la inflación. El Omar trató de distender un poco con datos frescos que tenía de encuestas.
-Es compleja la situación para el peronismo por eso Scioli está tratando de unirlos. Hay una encuesta bastante nuevita que aún no se ha dado a conocer y que muestra lo que pasa con la oposición. Midieron a los candidatos de UNEN versus Macri en el AMBA, que es el Área Metropolitana de Buenos Aires, es decir la Capital Federal y varias zonas del conurbano. Ahí hay un tercio de la población del país. Bueno… si fuesen a una misma PASO, Macri le saca el doble de votos al segundo de UNEN, cualquiera sea. Por eso el PRO empezó a apretar fuerte a los candidatos a gobernador del radicalismo en varias provincias, y por eso los de UNEN no se quieren entregar a una interna con Macri. Les pasa por arriba. En el peronismo lo saben bien.
Y ojo, mucho ojo, a los que apuestan por Scioli. El ex motonauta que el jueves va a andar por acá con Mario Blejer y Miguel Bein para dar una charla a los empresarios en el Hotel Diplomatic, podría tener dificultades en la interna. Hay un fenómeno con esto, el de los candidatos que juegan muy fuerte a la elección general y se olvidan de la interna. Scioli sigue midiendo muy bien en la general y los peronistas dicen que está arriba de Massa y Macri. Ponele que estén cerca los tres… pero en una medición entre los que votan sólo en la PASO por los candidatos peronistas, a Florencio Randazzo le dio muy bien, siete puntos por arriba de Scioli, así es que guarda con eso…- dijo el Omar, y bajó la parrafada con un trago de Malbec. Los muchachos se quedaron pensando.
-Ya que andás tanto con encuestas… ¿de aquí no tenés nada?- preguntó Julián, curioso, mientras iba sacando una nueva tanda de verduras al wok, con algunos trocitos de salmón.
-Sí. Acá está Cornejo cómodo arriba de cualquier candidato del peronismo. Partido a partido, la UCR está por arriba del PJ unos nueve puntos. Y atentos a este dato, el peronista que mejor mide, y esto lo sabemos nosotros en la calle Alem pero también lo dicen en el gobierno, es el Adolfo Bermejo. A Matías Roby, que hace la diferencia con los otros candidatos en el discurso y en “romper” con los gremios que tienen pésima imagen y tienen fama de que no laburan, todavía no lo conocen lo suficiente. El Alfredo va tranquilo… y en la interna de la UCR lo saben, por eso el Mario Abed le tiró los perros a Cobos para que sea candidato a gobernador. Pero el Julio ya está hasta las tuercas con la presidencia…- especuló el radical del grupete.
-¿Y al final qué va a pasar con las PASO?- preguntó el Chito.
-Nada. Lo que Paco tiene que decidir es si desdobla o no respecto de las elecciones nacionales. Hay una diferencia de algunos millones de pesos, por un detalle sencillo. Si se vota el mismo día, el gobierno nacional paga la publicidad de radio y TV. Pero si se vota desdoblado, la provincia tiene que ponerse con la publicidad de la tele, las radios, la gráfica y la vía pública. Salvo que hagan algún acuerdo con el gobierno nacional aunque se desdoble, y Cristina pague. Hay que ver qué hace Paco y cuánto se destina en presupuesto publicitario para el próximo año. Las pistas andan por ahí…- afirmó Ludovico, el único ex ganso del grupo que se había pasado al PRO con diez amigos, algo más que el ex senador Aguinaga.
-Hay varios radicales peleando para que cambie el sistema de representación de las minorías, porque si hay PASO y tenés que ir a una interna con la obligación de meter el 25 % para meter el tercer candidato cada tres, los que miden menos están al horno. El “Pato” Pinto tiene que convocar al Congreso del Partido, que se tiene que reunir sí o sí una vez al año. Y ahí hay que bajar todas las cuestiones que no vayan en sintonía con las PASO y reemplazarlas por otras… Poner el D'Hont en lugar del habitual puede ser un tema…- aclaró el Omar. Después, los muchachos brindaron por la paz interna y la charla giró para el lado del peronismo.
-No hay mucho que contar más que algunos fragotes pequeños. Igual que en el radicalismo, la minería nos parte al medio. Yo sé que a los radicales más promineros, la Laura Montero y Julio Cobos no les van a dejar pasar una, agarrados de la 7722. Y a nosotros nos pasa algo parecido. Hay algunos compañeros bastante enojados con el Guillermo Elizalde. Dicen que mientras el Paco empuja la minería, el Guillermo le da “aire” a ambientalistas de conocida ONG local que tendría metidos en la Coordinación del programa “Producción más limpia” que es de Nación, pero que acá depende de Ambiente. Y que además anda de buenas con los de la Asamblea del Agua…- empezó el gordo. El Ruso lo cruzó enseguida.
-Esos son celos… Al Guillermo lo conozco… y está caminando Guaymallén porque quiere ser intendente. Y por lo menos habla de políticas públicas. Es más, ayer mismo organizó un encuentro militante en una escuela de Capital y metió como 500 personas, hicieron talleres… estuvieron Rolando Baldasso, Diego Martínez Palau, el “Totó” Tobares… Mucha gente…- dijo el hombre de los negocios menos santos del grupete. El gordo siguió adelante. –Todo lo que quieras, pero ahora hay tres proyectos para discutir en la Legislatura, y el Guillermo es antiminero. No podés tener en el mismo gabinete a ministros mineros y antimineros. Pero hay algunas novedades más. Al Jorge Tanús, el peronismo “Clásico” (es decir, todos los que no son kirchneristas puros ni miembros del gabinete), lo ha puesto a rodar en la carrera a la gobernación. Fijate que en las gacetillas que andaban circulando ayer lo ponían de relieve al Jorge, inaugurando una “casa sciolista” en Rivadavia.
-¿Pero entonces, cuántos precandidatos tienen ustedes?- indagó el Omar, sirviéndose otro poco del Malbec de Susana Balbo.
-Bueno… a ver… “la política” sólo hará rodar a Adolfo Bermejo, Rubén Miranda, Omar Félix y Jorge Tanús…- dijo el gordo.
-¿Cómo, y Matías Roby? ¿Van a dejar que se lo lleve el PRO?
-No, salame… El peronismo cuando se ve apretado hace lo que tenga que hacer y si tenemos que ganar con Matías, vamos con Matías. Lo más probable es que haya una fórmula “mixta” entre la política y alguno que no venga de ahí, como podría ser el Matías. Vamos a ver… los ministros, no mide ninguno salvo el Matías, que lo empiezan a registrar…- cerró Julián.
De la cena, los muchachos pasaron rapidito a los postres en la víspera de domingo. El gordo había cocinado panqueques con mermelada casera de naranjas. Después del café bien fuerte y un licorcito de manzanilla a modo de bajativo, los amigos se despidieron y partieron calle abajo.
-Gordo… que lío tienen los partidos con la minería…
-Ni me hables… En el PJ por lo menos hay que reconocerle al Alejandro Abraham que fue uno de los iniciadores del debate. Pero hay mineros y antimineros. Peor están los radicales, porque los de las zonas productivas con el apoyo de Montero y Cobos, va fuerte contra la minería metalífera. Los de Cornejo, no sé… hay que ver cómo votan las declaraciones de impacto ambiental de Cerro Amarillo y Hierro Indio, y qué pasa con la de San Jorge.
-¿Pero qué pasa con esos yacimientos?
-Vamos de a poco. San Jorge tiene que actualizar la DIA y Elizalde le pidió a la UTN un dictamen, para ver si la DIA antigua contiene la “nueva versión” para que el yacimiento en Mendoza sea sólo una cantera, y que procesen el material en San Juan. Entonces hay una discusión sobre si hay que ampliar la DIA de San Jorge o hacer una nueva, es decir, lo que quieren los ambientalistas. La “parte de arriba” del Cerro San Jorge es de óxido de cobre, y esa es la que tratarían con ácido sulfúrico y electrólisis en San Juan. La “parte de abajo” es un sulfuro de cobre que debe concentrarse con un método en base a detergente. La expectativa de máxima es hacer eso aquí en Mendoza. Lo de Cerro Amarillo y Hierro Indio es exploración. El primero es de unos americanos con socios locales, y creen que en el Amarillo hay más cobre que en la mina chilena El Teniente. Habrá que ver qué resultado da la exploración. Cerro Indio es hierro, se muele muy fino y recolecta con electroimán, y de ahí va a Chile en camiones. Es de un empresario de servicios mineros que tenía esa propiedad. Se llama Guillermo Rekul y tiene inversiones también en San Juan…
-¿Y vos pensás que los ambientalistas van a dejar pasar todo esto? Jorge Difonso les va a meter todo esto en la campaña y les va a parar todo…
-¿Difonso? No te creas que es tan duro. Hace unos días se comió y aceptó un apriete feroz de unos bandidos que lo extorsionaron de lo lindo por unas contrataciones que el tipo había hecho y les tuvo que mejorar la guita, y mucho, a ellos. Así es que no vayas a creer, que cuando tiene que escuchar, el Jorge afina bien el oído.
-Mirá vos… ¿Será tema de campaña la minería?
-Ojalá, a ver si se discute de una vez en serio y de fondo. La discusión proyecto a proyecto que plantea Paco no es posible, porque desgasta mucho al gobierno y a la oposición y crece el riesgo de que ocurra lo del proyecto San Jorge en 2011, cuando por cuestiones electorales lo enterramos entre radicales y peronistas.
-¿Pero no habían hecho una encuesta en todos los departamentos?
-Sí, la está elaborando para el Paco una consultora sanjuanina. Aciertos, la de Maxi Aguiar. No era Riorda, como habían dicho. Acá, en el PJ cuando ven fantasmas dicen “¡¡Riorda!!” para asustar a los territoriales… ¡Jajajajaaaa!
-Qué cosa ché… ¿Qué sabés del fiscal Truchelli?
-Que anduvo averiguando lo del gendarme “carancho” para montar algún teatro de esos en Mendoza. Parece que le entretiene… Incluso tiene alguna experiencia…
-¿En serio? Decime una cosa… ¿se arreglaron los peronistas que andaban peleando con Ciurca, como Miranda y compañía?
-Y… un poco… pero están organizando reuniones de La Corriente sin el vicegobernador, que decidió atar su destino al de Paco. Abraham, Miranda, López Puelles y el Luis Lobos andan en eso, parece…
-Mirá vos… Pero al final, la película termina siempre igual…
-¿Cómo? ¿El chico se queda con la chica, el asesino es el mayordomo, el Titanic se hunde, o qué?
-Que el susto que tienen los peronistas por las elecciones de 2015 los va a terminar reuniendo alrededor de una fórmula más o menos razonable, porque viene tan mal el bolsillo que la gente los va a castigar de lo lindo…
-¿Y vos, qué vas a hacer?
-¿Yo? ¿En qué?
-En las elecciones del año que viene… ¿Vas a votar más de esto?
-¡¡Pero no, querido… Yo voto por Perón!!
Las risas estallaron en la noche fresca mendocina. Y así, con el ánimo alto después de la cena y habiendo dicho lo último, desaparecimos en el sentido estricto de la palabra.
El Gobernador volvió a instalar el debate sobre la minería en Mendoza en su discurso ante unos 600 empresarios al celebrarse el Día de la Industria. Admitió Francisco Pérez en esa reunión las consecuencias del actual enfriamiento de la economía y cómo esta situación, que va de la mano de una importante merma del consumo, repercute en los sectores productivos en mayor o menor medida.
En esa alocución, el titular del Ejecutivo provincial parecía reconocer que el terreno que debe conducir a una nueva discusión del tema minero no será, nuevamente, muy fácil de recorrer. “En esta provincia, llevar adelante algunos debates y algunas ideas, se complica”, sostenía Pérez ante los atentos empresarios mendocinos.
Es un cambio de rumbo notorio del gobierno de Mendoza luego de varios años de silencio en el asunto minero por propia disposición de quien hoy está a cargo de la provincia. En agosto de 2011, en plena campaña hacia la Gobernación, Pérez obligaba a los legisladores del oficialismo a frenar el proyecto San Jorge, que en ese momento era el centro de la discordia con los sectores ambientalistas. Contaba, también, con una amplia adhesión de la sociedad mendocina.
Ahora el mismo proyecto parece constituir el punto de partida para reflotar el debate. El anticipo lo había dado hace varias semanas el diputado nacional Alejandro Abraham, quien, siendo aún presidente del PJ, abrió las puertas del partido oficialista a los empresarios mineros para que expusieran sus inquietudes. Fue una elegante manera de romper el hielo con un sector empresarial muy enojado con el gobierno mendocino y que tiene pendiente de resolución en la Suprema Corte local el planteo de inconstitucionalidad de la exigente ley minera 7.722.
Abraham, que en ese momento parecía anotarse en la carrera hacia la Gobernación con su idea de desarchivar el debate por la minería, decía a viva voz que quien se quisiera anotar para competir por la sucesión de Francisco Pérez, tanto en el PJ como en la oposición, debía aceptar debatir temas de mucha monta, incluida la minería. Con la blanqueada decisión de volver a discutir sobre esta industria, Pérez y su gobierno parecen haber aceptado ese desafío.
Cuando los números mandan. Uno de los motivos por los que gran parte del poder político cree orientarse en el sentido correcto con la minería es el evidente cambio del humor social sobre dicha actividad.
El Gobierno ha venido manejando encuestas que marcan que en un año una gran parte de la población comenzó a considerar que la minería puede aportar recursos necesarios para levantar económicamente a la provincia. La medición exclusiva de Reale-Dalla Torre para Los Andes (ver página 4) confirma que más del 63 por ciento de los consultados aprueban que haya explotación minera en Mendoza, siempre con garantía de control ambiental.
La curiosidad pasa por saber qué hizo cambiar tan rápidamente la postura a la gente. Justamente la actual crisis económica nacional y provincial lleva a muchos sectores de la sociedad a ver en la minería el contrapeso a los continuos vaivenes de una economía inflacionaria y en recesión. Los índices de desempleo crecientes y la incursión de importantes empresas en situación de crisis son más que suficientes como luz de alerta y preocupación. Por eso muchos cambiaron su punto de vista y así los que antes priorizaban un desarrollo económico sustentable ahora se aferran a cualquier posibilidad de generación de trabajo.
En aquella exposición realizada en la sede del PJ a fines de julio, los representantes del sector minero mendocino expusieron las dificultades que atraviesan sus emprendimientos y empresas de servicios por el parate de la actividad, pero a la vez aportaron cifras alentadoras en cuanto a generación de empleo si la tarea es reactivada plenamente.
Según la Cámara de Empresarios Mineros, sin actividad minera en diez años Mendoza pierde 130 mil puestos de trabajo en construcción y 39 mil en la operación, y sólo en cinco años la generación de 213 millones de dólares anuales en ingresos provinciales con 7 minas en plena producción.
Está claro, entonces, que ante el actual contexto económico la política visualice en la minería una tabla de salvación.
Habrá aún muchos obstáculos. Más allá de los aspectos coyunturales que pueden llevar a ver la minería con más cariño que antes, la discusión política que necesariamente se tendrá que reactivar en la provincia no será de fácil consenso. Esto, sin incluir la segura resistencia que reanimarán organizaciones ambientalistas.
En general, hay una mayor predisposición de los principales partidos para no cerrarle la puerta al debate. Pero también consideran en la oposición que, como el kirchnerismo a nivel nacional, aquí el peronismo de Francisco Pérez orienta sus políticas según los vientos de la realidad.
Es por eso que tanto en el PD como en la UCR no se juega a ciegas. En la conducción demócrata reconocen que es interesante que Pérez retome la iniciativa pero también consideran que se perdió mucho tiempo por meras especulaciones políticas, como las que llevaron al entonces candidato a la Gobernación a frenar el proyecto San Jorge. Estiman “muy importante” retomar políticas a favor de la minería, pero opinan que se trata de una actitud a destiempo, “como también fue buena pero tardía la reacción del gobierno de Pérez en cuanto a la posición federal de Mendoza con respecto al petróleo”.
A su vez, en el radicalismo sostienen que ningún partido, incluyendo al PJ, tiene una postura unificada con respecto a la política minera. Argumentan en tal sentido que hay una marcada regionalización de posturas. De todos modos, aseguran desde la conducción que en breve se dará el debate interno necesario para llegar a una decisión consensuada luego de sentar en una misma mesa a dirigentes con posiciones muy diferentes.
A priori, las exigencias de la UCR, según su conducción, pasan por el fortalecimiento de las actividades agroindustriales en los departamentos, para que no siga la migración hacia los centros urbanos; crear organismos de control por parte del Estado que sean confiables y generar un debate sobre producción minera serio, para un largo plazo, no marcado por necesidades circunstanciales o coyunturales.
Sin duda, el gobierno de Pérez tiene la palabra y debe generar confianza en la dirigencia política si pretende obtener respaldo para reabrir el debate.
Que no haya proyectos mineros en discusión legislativa y que existan otros que se encuentran archivados es porque así lo pidió el oficialismo en su momento, cuando el clima electoral no recomendaba insistir.
Las políticas serias sólo se nutren de decisiones serias.