El Proyecto Mina Chuquicamata Subterránea (PMCHS) continúa preparándose para su puesta en marcha a fines de 2019, a la espera que logre la aprobación de los recursos de inversión faltantes por parte del directorio, lo que sucedería durante septiembre de este año.
Es que una parte importante de las fichas de la Corporación están puestas en esta mega obra. Los ejecutivos de Chuquicamata han reconocido en reiteradas ocasiones que esta transformación es necesaria y es más, enfatizan que extraer cobre desde las entrañas de la tierra 'es la única opción para seguir aportando recursos al Estado, tal como se ha hecho en los últimos cien años'.
El gerente general de Chuquicamata, Juan Carlos Avendaño, explicó que 'actualmente hay firmas especializadas participando de esta etapa, donde debemos ser muy aplicados para dar forma a un proyecto relevante, que tiene una alta inversión y es de gran importancia para la Corporación y el país'.
Una de estas empresas involucradas en el proyecto es la italiana Astaldi, que tiene dos contratos: Uno de construcción de los túneles de acceso y transporte de material, a lo que se agrega otro de obras de interior mina, el cual considera rampas, túneles y chimeneas que se desarrollan bajo el actual rajo.
Otro de los participantes, es el consorcio de empresas españolas 'Acciona y Ossa', que está a cargo de construir dos túneles de inyección de aire, con una longitud aproximada de 4,5 kilómetros cada uno.
A las anteriores se suma 'AME', consorcio entre la empresa sudafricana Aveng Grinaker y la chilena Más Errázuriz, que construyen uno de los piques de extracción de aire, cuya profundidad es del orden de 970 metros y con un diámetro libre de 11 metros.
'Bajo el actual rajo, existen más de mil 700 millones de toneladas en reservas de mineral de cobre y molibdeno. Esta cantidad equivale a más del 60 por ciento de lo explotado en los últimos 90 años', dijo, Juan Carlos Avendaño.
Un activo que convierte a este proyecto en una esperanza para Codelco, que -según ha señalado- busca un mejor futuro para la propia empresa y la comunidad en los próximos 50 años.
El aspecto tecnológico contempla, una vez que la operación esté en marcha, el uso de equipos automatizados, como una forma de entregar más seguridad y calidad de vida para los trabajadores. Por ejemplo se usarán equipos de carga, transporte y descarga (LHD, por su sigla en inglés), sin operador a bordo, los que serán comandados a distancia desde una sala ubicada fuera de la mina.
Uno de los factores que más llama la atención en Chuquicamata Subterránea, serán sus grandes dimensiones. Más de mil kilómetros de túneles se construirán durante toda la vida útil de la mina, una distancia similar a la que hay entre Calama y La Serena.
El proyecto considera la explotación subterránea por medio del método de 'block caving' con macro bloques, con cuatro niveles de producción que totalizan más de 800 metros de profundidad, por debajo del fondo de la mina a rajo abierto. En números, esta mega obra de Codelco, de inmediato toma la vanguardia.
Los cuatro niveles de producción serán preparados y explotados en forma secuencial y descendente durante la vida útil. El túnel de acceso a la mina tendrá una longitud aproximada de 7,5 kilómetros, mientras que la extensión del túnel de transporte de mineral, será de aproximadamente 6,5 kilómetros.
Codelco añade que desde la perspectiva medioambiental, esta nueva operación tendrá positivos aportes: Disminución de un 97 por ciento de emisiones de material particulado y un cincuenta por ciento menos de uso de energía equivalente comparado con el actual rajo, son algunos de estos adelantos.
Como una forma de incrementar el proceso de difusión del proyecto, Codelco retomará en los próximos días un ciclo de charlas informativas a diversos sectores de la comunidad, el cual ya se realizó en una primera etapa en el primer semestre del año.
El trabajo en este sentido que anuncia la estatal, está dirigida principalmente a colegios y liceos de la zona, tradicionales y enfocados en especialidades mineras, para fortalecer aspectos vocacionales de quienes se interesen eventualmente en formar parte a futuro de este nuevo modelo de extracción que marcará el futuro de Chuquicamata.
'Es muy importante que tengamos una ciudadanía informada, y sobre todo si hablamos de las nuevas generaciones, quienes seguramente tendrán un lugar que ocupar en esta mega obra. La mina subterránea seguirá generando progreso para Calama, la región y el país, y por eso la comunidad debe conocer sus alcances', concluyó Avendaño.