El Legislativo de Australia ha dado los pasos para abolir el impuesto a los beneficios extraordinarios mineros que había aprobado el anterior Ejecutivo y cuya retirada fue una de las promesas electorales que aupó al actual primer ministro, Tony Abbott.
Este polémico impuesto, que entró en vigor el 1 de julio de 2012 durante el gobierno de la laborista Julia Gillard, grava con un 30 % los beneficios extraordinarios provenientes de la explotación del carbón y el hierro.
El Senado australiano votó el martes a favor de la abolición del Impuesto a la Renta de los Recursos Minerales (MRRT, por sus siglas en inglés), con el apoyo del Partido Unido Palmer, del magnate minero Clive Palmer, así como de un representante de los Entusiastas Automotrices, otro del Partido Demócrata Liberal y de Familia Primero, informó la cadena local ABC.
Los proyectos legislativos vinculados a su abolición son enviados tras pasar por el Senado a la Cámara de Representantes, donde el Gobierno del conservador Abbott cuenta con mayoría.
El primer paso para el inicio de la eliminación del impuesto, uno de los principales objetivos del Gobierno de Abbott, fue posible en virtud de un acuerdo con el Partido de Palmer para mantener un bono escolar hasta los próximos comicios.
El acuerdo con el partido de Palmer también incluye demoras en el aumento de las contribuciones a los fondos de jubilación de los trabajadores al congelarlos hasta el año 2021, agregó ABC.
El jefe de la oficina del Tesoro de Australia, Joe Hockey, comentó que si bien el acuerdo no era "la opción favorita" del Ejecutivo de Camberra, éste era la única opción que tenía sobre la mesa.
Sin embargo, Hockey se negó a "especular" sobre cómo afectará a los objetivos gubernamentales para lograr un superávit presupuestario, ya que su abolición costará al presupuesto unos 6.031 millones de dólares (4.592 millones de euros).
Para el director ejecutivo de la minera Fortescue Metals Group, Nev Power, la retirada del impuesto "es un signo de que Australia está abierta para los negocios y alienta con seriedad el desarrollo y las inversiones mineras", según wl diario Sydney Morning Herald.