Por Marcelo Canton.
Finalmente, la bomba estalló. Las facturas de gas están llegando con ajustes difíciles de digerir.
A fin de marzo, el Gobierno lanzó una quita de subsidios. Una para los clientes de AySA, la prestadora porteña de agua y cloacas. La otra, más abarcativa, para los usuarios de gas de todo el país. Al hacer el anuncio, los ministros Axel Kicillof y Julio De Vido dijeron que el ajuste sería de 100% para los que menos consumieran y “hasta 284%” para los que más gas usaran. Pero la realidad está desbordando esas previsiones, El ajuste del gas fue en tres cuotas: abril, junio y agosto. Y ya golpea fuerte.
Veamos un ejemplo, una casa que hasta marzo pagaba $ 0,307 por metro cúbico de gas consumido.
En abril pasó a $ 0,70, lo que representa un primer “sacudón” de 128 por ciento. Para mayo, el preció había saltado a 0,73. Y en julio, $ 1,07.
Así, en lo que va del año, el aumento ya llega a 249% sobre el precio inicia l. Y todavía falta el último ajuste, el de este mes, que rige desde el 1° de este mes.
En el caso de un departamento de Villa del Parque, con un consumo medio, este mes le llegó una factura de mil pesos. En el caso de una casa del conurbano bonaerense, pasó de 611 pesos en la factura que venció el 3 de setiembre del año pasado a $ 1.503 en la del 25 de agosto pasado. Un caserón de un barrio de lujo llegó a un extremo: $ 4.500. “Tengo una casa grande y vivo en un lugar de privilegio, pero pago de consumo de gas lo mismo que un salario básico docente, ¿es lógico?”, se planteó la propietaria.
“Los impactos porcentuales y absolutos son muy importantes para algunas categorías -dice el ex subsecretario de Combustibles Cristian Folgar, que fue parte del equipo de Julio De Vido-.
Bastante por encima de lo anunciado originalmente.
Incluso en algunos casos los incrementos son tan altos que el gasto anual en dólares de esas categoría luego de agosto de 2014 será superior al consumo equivalente con las tarifas vigentes en octubre de 2001.
Ello solo considerando las tarifas básicas, sin tener en cuenta cargos específicos (como el FOCEGAS y el “cargo del decreto 2067”)”.
Folgar analizó con detalle el impacto de los últimos aumentos. Algunos ejemplos: -Una familia que tenía un consumo de 1.500 metros anuales, lo que implicaba que en abril recibiera una factura de $ 93 el año pasado, en junio tuvo un salto a 162 pesos y la próxima boleta le debería llega por $ 167.
-Otra casa, con un consumo de 4.000 m3, en abril recibió, con la primera suba, una factura por $ 311. La de abril más que la duplicó, ya que llegó a $ 664. Y recibiría la próxima, según la tarifa prevista, por $ 1.136.
En el caso de los clientes de Metrogas, según las estimaciones de Folgar, las subas van de 155 a 648 por ciento, siempre teniendo en cuenta los tres ajustes tarifarios. Para los usuarios de GasNatural, el incremento es de 104 a 474 por ciento.
¿Resultados? Como los incrementos no rigen para las provincias patagónicas, ahora hay distritos buscando ser considerados “fríos”.