Aunque Sebastián Piñera se ha negado reiteradamente a confirmar si prepara o no una segunda candidatura presidencial, en los partidos de la derecha dan por sentado que sí intentará volver a La Moneda el 2017, a pesar de que en el sector comparten que para ello deberá salvar el gran escollo que ha significado para el ex mandatario el partido al que se niega a regresar: Renovación Nacional, que ha precisado en incontables ocasiones que se va a jugar por sus candidatos, aquellos que tienen domicilio en la casona de Antonio Varas, por lo que para asegurar su respaldo, el ex mandatario, debería desembarcar ya en la colectividad o, de lo contrario, esperar tranquilamente a que sus eventuales adversarios se vayan “desinflando”.
La arremetida comunicacional de Piñera estas últimas semanas ha contribuido a que en su sector se comiencen a dibujar los escenarios para el 2017, aún cuando hay quienes creen que es demasiado pronto para entrar en este proceso. Que el ex mandatario haya salido a criticar a la presidenta Michelle Bachelet es percibido, al igual que en el oficialismo, como la necesidad de comenzar a posicionarse como el líder del sector, dado que como plantea un parlamentario de la Alianza “actualmente existe un vacío evidente de liderazgos, en la oposición, que él perfectamente puede llenar”.
Y lo que terminó por confirmar lo que en el mundo político es calificado como un secreto a voces –la aspiración de Piñera de intentar volver a La Moneda-, fueron las palabras del ex ministro de Interior del empresario, quien además actualmente encabeza la fundación “Avanza Chile”, Andrés Chadwick, quien en una entrevista radial no tuvo ningún reparo en afirmar que le agradaría que su primo volviera a gobernar, ya que “cuando uno mira hacia atrás, sabe lo bueno que se hizo y sabe lo mucho que se puede mejorar. Por lo tanto, creo que el ex presidente Piñera, en un segundo gobierno, podría incluso potenciar más lo que hizo en su gobierno anterior”.
Malas relaciones
Estas declaraciones son interpretadas por algunos como una notificación velada, por lo que inmediatamente surgieron las dudas de qué hará Piñera con RN, partido al que –según quienes han abordado el tema con él- no tiene contemplado regresar. De hecho, en la cena del lunes recién pasado con Amplitud a varios de los asistentes les planteó su preocupación por la mala relación que se ha tejido entre el naciente movimiento y Renovación. Les habló de la importancia de la unidad en la Alianza y que para ello era indispensable mejorar la relación con la tienda encabezada ahora por el diputado Cristián Monckeberg.
Varios de los presentes en la cita entendieron también esta preocupación como una señal de que se prepara para una candidatura y “quiere tener a la Alianza ordenada y las peleas permanentes entre Renovación y Amplitud no contribuyen al orden”. Pero en el encuentro de camaradería de lo que más habló Piñera fue del escenario económico que enfrenta el gobierno de Bachelet y también quedó claro para muchos de los invitados que “para una eventual candidatura, está apostando a capitalizar electoralmente el hecho de que el escenario económico va a empeorar”.
En este contexto, un representante de la UDI grafica el escenario que enfrenta Piñera en su sector para volver a ser candidato, señalando que “si el consejo general de la UDI tuviera que votar hoy por el presidenciable, es Piñera; pero si el consejo de RN tuviera que hacer lo mismo, Piñera no tiene ninguna posibilidad”, todo a propósito de que el gremialismo no tiene candidato y, además, el piñerismo se ha fortalecido dentro de la tienda liderada por Ernesto Silva; mientras que paralelamente ha perdido fuerza al interior de RN. Por lo mismo hay quienes creen que el ex mandatario enfrenta la disyuntiva de volver al partido para asegurarse la candidatura o mantenerse libre, pero en calidad de líder de la oposición, con el respaldo de las encuestas.
Gente que ha conversado con él, apunta que se ha planteado que para asegurarse el apoyo de RN debe “volver al partido, tomárselo, ponerle lucas, y tomarse el consejo”, algo que –añaden-, Piñera se niega a hacer: “no quiere hacer esa pega, no quiere desgastarse. Piensa que, al final, se van a tener que rendir a las evidencias de que es el mejor posicionado”. Aunque los aludidos argumentan que el consejo general es el que no quiere a Piñera y que “no hay ninguna posibilidad de que lo apoye para otra candidatura.
Las encuestas avalarían su opción
Lo disparado que está en las encuestas, es el principal argumento que esgrimen a favor de Sebastián Piñera quienes ven en él la carta más segura del sector para volver al gobierno el 2018. Pese a que en la última CEP, empata en evaluación positiva con uno de los aspirantes de RN, el senador Manuel José Ossandón, y este último tiene menos evaluación negativa; los adherentes del ex mandatario esgrimen que esta medición no tiene que ver con intención de voto, por lo que en la práctica, Ossandón "no tiene por qué andar tan contento con este resultado".
De hecho, queda en evidencia que los piñeristas siguen la encuesta Plaza Pública-Cadem -además de las propias- porque con ellas fundamentan "la amplia ventaja" que el ex mandatario tiene sobre todos sus eventuales retadores de Renovación Nacional. Ya que no sólo Ossandón aspira a ser la carta del partido; también están los senadores Andrés Allamand y Alberto Espina.