La población de la provincia de La Convención inició ayer una huelga indefinida con marchas y el cierre de algunos comercios y entidades públicas. Con la protesta, que no fue del todo contundente, rechazan los actos de corrupción de las autoridades ediles y se oponen a la intención de redistribución interna del canon gasífero y al esquema del Gasoducto Sur Peruano (GSP), porque -según afirman- no los beneficia.
Durante la mañana, alrededor de cien personas arrastraron por las calles el “tubo de la vergüenza”, una válvula simbólica que colocó el presidente Ollanta Humala en la plaza de Quillabamba (capital convenciana), que simbolizaba la luz verde para la ejecución del proyecto Gasoducto Sur Andino.
Ricardo Caballero, presidente del Comité Central de Lucha, sostuvo que para los siguientes días prepararán un conjunto de acciones para exigir que el Gobierno Nacional envíe una comisión de Alto Nivel a fin de que se atiendan sus demandas. “Desde el año pasado gestionamos juntas y nos hemos reunido con varias autoridades, pero hasta ahora no somos atendidos”, refirió.
Caballero consideró además que es necesario que el Ejecutivo Nacional declare en emergencia a los gobiernos regionales y municipales.