El diputado cubano Rolando González Patricio dijo hoy que la contaminación provocada por la petrolera estadounidense Chevron-Texaco en la Amazonía ecuatoriana no puede quedar en la impunidad, por lo cual resulta fundamental que el mundo conozca el caso.
En declaraciones a Prensa Latina, el legislador estimó que la trasnacional debe asumir sus responsabilidades por el daño ambiental ocasionado en las casi tres décadas que operó en esta región.
"Esa causa tiene que conocerse para impedir la impunidad y que se imponga el derecho internacional, pues las empresas multinacionales tienen que cumplir sus obligaciones económicas, ambientales y de todo tipo", aseveró.
Tras visitar la zona de Lago Agrio, afectada por los derrames de crudo, González Patricio resaltó la importancia de constatar personalmente la situación allí.
"Aunque ya conocía el caso, fue muy esclarecedora la visita porque la vivencia de oler y tocar el petróleo es inigualable, y muy impactante", afirmó.
Por otro lado, destacó que hoy el Estado ecuatoriano se está encargando de lo que debió hacer Chevron-Texaco hace 30 años: intentar restaurar el medio ambiente en función de su equilibrio vital.
El legislador recorrió Lago Agrio junto a la presidenta de la comisión de Relaciones Internacionales del Parlamento cubano, Yolanda Ferrer, una visita dirigida a unirse a la campana La Mano Sucia de Chevron y expresar la solidaridad de la isla caribeña con esa causa.
Ambos diputados criticaron la actitud de la petrolera, pues mientras en Estados Unidos extraía crudo usando tecnologías avanzadas para evitar la contaminación, en Ecuador lo hacía de manera totalmente irresponsable.
Eso muestra la magnitud de cuán crueles han sido, coincidieron.
La popular revista estadounidense Rolling Stone dedicó, en un amplio reportaje, más de 5.000 palabras para contar la historia de la lucha del pueblo ecuatoriano contra la contaminación que dejó la empresa petrolera Chevron, antes Texaco, en la Amazonía ecuatoriana durante los 26 años que explotó el crudo en dos provincias.
El artículo, escrito en inglés, titulado “Batalla de lodo: dentro de los nueve mil millones de la batalla legal de Chevron con los comuneros ecuatorianos”, fue publicado con varias fotografías y fuentes de los distintos actores en la problemática.
Explica el conflicto entre la petrolera y la sentencia que recibió que exige el pago de USD 9.500 millones.
Durante 26 años, entre 1964 y 1990, Chevron-Texaco explotó el crudo en lo que hoy son las provincias de Sucumbíos y Orellana. Tras su salida del país, la empresa dejó en aquella zona pasivos ambientales que han sido denunciados por el presidente ecuatoriano Rafael Correa, mediante la campaña La Mano Sucia de Chevron.
Se ha establecido la afectación al delicado ecosistema amazónico a partir del vertido de 680.000 barriles de crudo a los ríos, flora y fauna de las provincias amazónicas de Orellana y Sucumbíos. El propio representante legal de Texaco, Rodrigo Pérez Pallares, admitió que su compañía vertió 15.834 millones de galones de agua tóxica, altamente cancerígena.
Además, en ese lapso se quemaron 235.000 millones de pies cúbicos de gas al aire libre. El presidente Rafael Correa difundió que ese desastre supera 85 veces al derrame de British Petroleum en el Golfo de México y 18 veces al desastre de Exxon Valdez, en las costas de Alaska.
