Un total de 13 veces más agua que la Gran Minería -considerando las empresas que integran el Consejo Minero- utilizó el sector agrícola en 2013 entre la I y la VI Región, tras ocupar 183,3 metros cúbicos por segundo (m {+3} /s) versus los 12,7 m {+3} /s que consumieron los yacimientos productivos. Mientras que el sector sanitario usó 58,7 m {+3} /s.
La comparación se desprende de información contenida en la plataforma web sobre el consumo de agua que acaba de lanzar el Consejo Minero. El gremio construyó esta herramienta con información pública de Cochilco, la DGA y el Ministerio del Medio Ambiente, sobre la extracción y consumo de agua por parte de los actores económicos. Esto, con el objeto de generar un diálogo multisectorial en torno al uso eficiente del recurso vital para el consumo humano y varias actividades económicas.
En el caso de las mineras, estas utilizan aguas de distintas fuentes: superficial, subterránea, mina -que se encuentra como parte de la labor minera, por ejemplo al excavar un rajo-, de terceros, de mar desalada y no desalada. De todas estas, el uso de fuentes superficiales y subterráneas concentra el mayor consumo por parte de esta actividad.
La minería usa el 74% del agua en el proceso de concentración, específicamente para la trituración (chancado) y molienda del mineral, y luego la flotación, clasificación y espesamiento. El 11%, en tanto, se usa para la hidrometalurgia, principalmente en las pilas de lixiviación. Con el 15% restante se riegan los caminos, y se abastecen campamentos y servicios.
Joaquín Villarino, presidente del Consejo Minero, destaca las medidas de eficiencia en el uso del agua que ha incorporado la minería, con avances tecnológicos que le permiten controlar mejor la evaporación, retener menos agua en los relaves e incrementar la recirculación del elemento en sus procesos. Según información de Cochilco, este sector recirculó en 2013 un 73% del agua que usó en la producción de mineral. “No es fácil reducir el consumo de agua para un mismo nivel de producción, porque la caída en la ley del mineral obliga a procesar cada vez más roca para obtener productos mineros. El resultado del esfuerzo se refleja en que aunque hoy se produce más que nunca cobre y otros metales -volumen que crecerá con los nuevos proyectos mineros, junto con el consumo absoluto de agua-, el uso del vital elemento por material procesado disminuye, y la minería trabaja para que siga bajando”, agrega el líder gremial.
Consumo por región
La II Región de Antofagasta -que concentra la mayor cantidad de yacimientos y produce más de 2.957.000 toneladas métricas finas de mineral al año- es la que registra la mayor utilización de agua por parte de la minería, llegando a 4,9 m {+3} /s, frente a los 0,4 m {+3} /s que demanda la agricultura, que es muy reducida en esa zona.
Este último sector, por su parte, consume la mayor cantidad de recursos hídricos en la VI Región -que tiene una gran actividad en la zona-, con 64,4 m {+3} /s, versus los 1,5 m {+3} /s que usa la minería.
En tanto, el sector sanitario demanda 34,2 m {+3} /s de agua en la Región Metropolitana, representando el mayor centro de consumo humano del recurso en el país. Esto, frente a los 30,5 m {+3} /s de la agricultura y los 0,7 m {+3} /s de la minería.