En el último año, Schlumberger ha flexionado en silencio su músculo financiero con la adquisición de 12 empresas estadounidenses que se especializan en el impulso de la producción de los pozos de petróleo y gas.
La empresa de servicios y equipamiento petrolero se ha convertido en una de las compañías líderes en extracción de líquidos de las cuencas de shale a través de lo que se conoce como la técnica de levantamiento artificial, parte del negocio en auge que es el fracking, que está remodelando la industria.
Con grandes clientes como Exxon Mobil y Chevron, Schlumberger está llevando a cabo una agresiva campaña para ganar posiciones entre las compañías de exploración y producción en tierra estadounidenses, donde se está dando gran parte del crecimiento. “A donde haya perforaciones, allí estará Schulmberger” ha sido la filosofía de la compañía desde que fuera fundada en 1920 por los hermanos Conrad y Marcel Shchulmberger, en París, lugar que sigue siendo el hogar cultural de la empresa, aunque Houston sea ahora su sede operativa.
Las recientes adquisiciones del presidente ejecutivo Paal Kibsgaard subsanan uno de los pocos puntos débiles en el arsenal sustancial de la compañía y ponen más distancia entre Schlumberger y sus rivales más pequeños como Halliburton y Baker Hughes que se han beneficiado más de sus operaciones en el norte estadounidense. Se espera que Schlumberger gane US$ 7.5 mil millones este año con ingresos de US$ 49 mil millones. Por otro lado, los ingresos de Halliburton y Baker Hughes se estima que serán de unos US$ 33000 millones y US$ 25 millones, respectivamente.
Los ejecutivos de Schlumberger dicen que al mejorar la tecnología y la durabilidad de los productos de la compañía, la empresa podría lograr un aumento de diez veces en la fiabilidad operativa, reducir los niveles de inventario en un 25%, aumentar la utilización de los activos en un 100%, aumentar la productividad por 20%, y bajar un 10% los costos de unidad de soporte. Para el 2017, la empresa espera aumentar sus ganancias a entre US$ 9 y US$ 10 por acción, las cuales espera tener en unos US$ 5,70 este año, lo cual duplicaría la cifra record de US$ 4,75 obtenida en 2013.
Según las previsiones de Morgan Stanley, Schulmberger ha elevado su precio objetivo para las acciones a 168 dólares, más de un 50% por encima de los US$ 109 de la semana pasada, y el precio podría alcanzar los 200 dólares si la empresa alcanza sus objetivos de ganancias antes de lo esperado. La compañía, cuyo valor de mercado está en unos 140 mil millones de dólares estadounidenses, también tiene la intención de gestionar sus vastos recursos de manera más eficiente.
Schlumberger gasta alrededor de US$ 9 mil millones para apoyar una infraestructura corporativa que incluye 160.000 computadoras personales y dispositivos móviles para 126.000 empleados en 85 países, 2.500 bases de operaciones y plantas, 80.000 proveedores, y una red de transporte más grande que la de muchos países.
“Vemos a la tierra de América del Norte como una oportunidad muy emocionante”, dice el CEO Kibsgaard. “Ahora tenemos una configuración y un enfoque en esto, que va a permitir que compitamos muy bien en el futuro. Nos encanta competir, y nos encanta ganar”.