Mientras avanza la ofensiva militar de Kiev en el este de Ucrania, las transnacionales estadounidenses y europeas del petróleo se alistan para el control del gasoducto y la extracción de gas de esquisto, en la que se constituye como la tercera mayor reserva de hidrocarburos no convencionales de Europa.
La agencia rusa Itar-Tass dio a conocer recientemente que el Gobierno de Kiev se encuentra negociando el control del sistema de transporte de gas con tres inversionistas extranjeros, entre ellos la estadounidense Chevron. Se espera que el anuncio oficial se realice en los próximos días.
La semana pasada, en el marco de las sanciones de Occidente contra Rusia, la Rada Suprema ucraniana aprobó la suspensión de licencias comerciales y el cese de traslado de gas por territorio ucraniano. A su vez, el Parlamento dio el visto bueno a una ley que permite el traspaso de inversiones de una empresa operadora de gas, a capitales de Estados Unidos y la Unión Europea. Según detalló la agencia RT, el Gobierno de Kiev podrá crear una operadora que estará habilitada a gestionar, concesionar o arrendar el manejo de los conductos y depósitos subterráneos de gas en un 49 por ciento.
Cabe destacar que Rusia suministra cerca de una cuarta parte del gas que consume Europa, y el 80 por ciento de ese gas llega al continente europeo por gasoductos que pasan por Ucrania.
Como alternativa, Rusia y Austria alcanzaron en junio un acuerdo que permite el avance de la construcción del gasoducto South Stream, que busca diversificar las rutas para exportar el gas ruso a Europa Central y del Sur a través del Mar Negro, -en aguas territoriales rusas, búlgaras y turcas- y mediante un tramo terrestre que cruza Bulgaria, Serbia, Hungría, Eslovenia e Italia hasta Tarvisio, en la provincia italiana de Udine, evitando de esta forma el territorio ucraniano.
Sin embargo, Bulgaria volvió a suspender esta semana todas las operaciones vinculadas al proyecto ruso bajo el argumento de que no cumplen con los requisitos de la Comisión Europea. En los últimos meses, Bulgaria experimentó presiones por parte de Bruselas y varios senadores estadounidenses.
El Gobierno de Kiev aspira a que los negocios se amplíen hacia la extracción de gas de esquisto. De acuerdo a datos del Departamento de Estado de Estados Unidos, Ucrania posee los terceros mayores yacimientos de gas de esquisto en Europa, con mil 200 millones de metros cúbicos, concentrados en el sureste del país: regiones donde el Gobierno nacional despliega sus ataques militares.
Sobre el mismo recurso invierte la empresa EuroGas Ucrania, que forma parte de las acciones en manos de la compañía británica Mc Callan Oil & Gas Ltd, propiedad a su vez de la estadounidense Euro Gas; y la ucraniana Burisma Holdings, cuyo miembro del consejo de administración es Hunter Biden, hijo del vicepresidente de Estados Unidos, Joe Biden.
Asimismo, a comienzos de 2013, el Gobierno del derrocado Viktor Yanukovich firmó un acuerdo de exploración, desarrollo y producción de gas exquisito con la anglo-holandesa Royal Dutch Shell, en la frontera de las regiones de Donetsk. Más tarde, en noviembre del mismo año, firmó un acuerdo de 10 mil millones con Chevron para explotar sus reservas de gas de esquisto durante los próximos 50 años.