El titular de la Pastoral de Migraciones, Jorge Muñoz, repudió enérgicamente los dichos del dirigente petrolero y senador nacional, Guillermo Pereyra, sobre el trabajo de personas extranjeras en la actividad petrolera. "El porcentaje no llega al 1%. Es una estupidez comparar una cosa con otra. Los negocios no les están cerrando y nos quieren distraer echándole la culpa al inmigrante", afirmó.
Ayer el sindicato de Petróleo y Gas Privado de Río Negro, Neuquén y La Pampa convocó a un paro de actividades en la empresa Halliburton por la contratación de trabajadores de otros países y provincias. El secretario general, Pereyra, afirmó en reiteradas oportunidades estar en contra de que las empresas extranjeras traigan personal calificado de otros países o que contraten operarios de otras provincias que no sean Neuquén o Río Negro. "Es una estupidez comparar una cosa con otra. Sería bueno que Pereyra vea cuántas personas se desempeñan en la actividad petrolera y cuántos efectivamente son de afuera. El porcentaje no llega al 1%, es muy escasa la población inmigrante en el rubro", afirmó Muñoz en diálogo con "Río Negro".
Pereyra indicó que hay alrededor de 500 trabajadores extranjeros y de otras provincias prestando funciones en el petróleo en Neuquén. Según un informe de la dirección de Estadística y Censos, hasta el año pasado había unos 12.680 empleados en empresas petroleras. "Agarrarse con los sectores más débiles es un acto irresponsable, vergonzoso y deplorable. Porque ser pobre y nativo no es lo mismo que ser pobre e inmigrante", denunció Muñoz. "Las empresas están en todo su derecho de traer gente de confianza para puestos y tareas jerárquicas. Yo no soy de los que bregan por la venida indiscriminada de empresas de afuera bajo el eufemismo de inversores, porque lo único que hacen es llevarse la plata, ellos vienen a hacer su negocio y cuentan con aliados en la provincia", agregó el referente de la Pastoral.
En tanto, sostuvo que las declaraciones de Pereyra están íntegramente relacionadas al clima electoral y a la política. "Se ve que los negocios no les están cerrando y nos quieren distraer echándole la culpa al inmigrante. Todo tiene que ver con una cuestión electoral, con buscan ganar votos de gente neuquina apelando al provincialismo barato", aseguró Muñoz. También sostuvo que más allá del escenario político este tipo de declaraciones discriminatorias le hacen mucho daño a las familias y a la convivencia social.