Un panel de la Organización Mundial del Comercio (OMC) falló en contra de Argentina debido a aplicar trabas comerciales. La disputa fue iniciada por la Unión Europea, Estados Unidos y Japón en mayo del 2012.
El panel conformado por tres árbitros dictaminó que el Gobierno violó reglas internacionales de comercio al comenzar a aplicar en febrero del 2012 licencias de importación no automáticas como forma de proteger a su economía.
El panel de la OMC le pidió al Poder Ejecutivo que tome las medidas necesarias para volver a respetar las normas internacionales de comercio. El Gobierno también ha limitado las compras externas con una política de "equilibrio comercial" que obliga a los importadores a exportar bienes del mismo valor.
La Oficina del Representante de Comercio de Estados Unidos dijo en un comunicado que el fallo es "una enorme victoria para los trabajadores, los fabricantes y los agricultores estadounidenses". "Las medidas proteccionistas de Argentina impactan sobre un amplio segmento de las exportaciones estadounidenses, potencialmente afectando cada año miles de millones de dólares que financian puestos de trabajo de alta calidad para la clase media de Estados Unidos", señaló la oficina en la nota.
La economía entró en recesión en el primer trimestre y su superávit comercial está languideciendo por la debilidad de sus exportaciones.
Al Ejecutivo le queda la opción de apelar la decisión del panel. Sin embargo, en caso de que pierda este recurso y mantenga las restricciones comerciales, los demandantes pueden pedir a la OMC autorización para aplicar sanciones, pero este proceso puede demandar al menos un año.
Tal cómo se esperaba, la Organización Mundial de Comercio criticó hoy fuertemente el sistema de Declaraciones Juradas Anticipadas de Importaciones (DJAI) que aplica el Gobierno como parte de su política de comercio.
Las consideró "inconsistentes" con los procesos descritos en el Acuerdo General sobre Aranceles Aduaneros y de Comercio (GATT), que en 1994 definió reglas internacionales del comercio. Las conclusiones y recomendaciones se basan en las quejas presentadas por la Unión Europea, Estados Unidos y Japón.
El llamado "Panel sobre disputas de importación de medidas de importación" acaba de ser publicado en 170 páginas por la OMC, que recibió fuertes quejas de 43 países contra la Argentina a la que acusan de exceso de proteccionismo, mientras que el Gobierno sostiene que con sus trabas comerciales protege la debilitada divisa extranjera.
Según Estados Unidos, la Unión Europea y Japón, Argentina no garantiza a los importadores licencias como requiere la OMC. El panel, que está consituido por árbitros independientes, urgió al gobierno de Cistina Kirchner a ajustar su comercio a las relas internacionales.
Por su parte, la Oficina del Representante Comercial de los Estados Unidos dijo en su página de Internet que el fallo de la OMC contra la Argentina era "una victoria para los trabajadores estadounidenses, los fabricantes y los agricultores". Agregó: "Las medidas proteccionistas argentinas afectan a un segmento amplio de las exportaciones estadounidenses, afectando potencialmente miles de millones de dólares en exportaciones estadounidenses". Además, advirtió que el gobierno de Barak Obama "hara cumplir los derechos" de su país en los acuerdos comerciales.
Ahora, ante este fallo, el Gobierno puede apelar -se calcula que lo hará en septiembre- al órgano de apelación de la OMC, que decidirá en tres meses si confirma o no la primera decisión del panel. Luego hay un nuevo plazo que se le da al estado concernido para cumplir con la recomendación del panel, que es de más un año. Recién en ese momento, si los demandantes consideran que el demandado no cumplió, inician un nuevo proceso para reclamar que debería resolverse a mediados de 2016. Sólo alli podría haber sanciones o retaliaciones en las exportaciones del Estado demandado, pero éste puede discutir el monto y habría entonces un nuevo arbitraje para determinar el monto de la retaliación.
El caso lo deben llevar en Buenos Aires los ministros de Economía, Axel Kicillof, y de Exteriores, Héctor Timerman. Y en Ginebra, el embajador Alberto D'Alotto. Según lo que ha dejado trascender la Consultora Desarrollo de Negocios Internacionales, de Marcelo Elizondo, el país podría perder hasta US$ 5000 millones en exportaciones por este fallo adverso.
La balanza comercial de julio dejó una nueva caída de las exportaciones, del 9% (US$ 6.723 millones), y una baja más pronunciada de las importaciones, del 16% (US$ 5.920 millones), contra el mismo mes del año anterior.
Las caídas se explicaron por la menor venta de autos y cereales, que no llegaron a ser compensadas por las exportaciones de soja. Por el lado de las compras al mundo, los mayores derrumbes se explicaron por la menor actividad en la industria y las restricciones comerciales: los autos cayeron 62%, las compras de piezas para bienes de capital 26%, las de maquinarias 16% y los bienes de consumo, por su parte, también descendieron 17%.
La mayor baja de las compras permitió que el saldo comercial del mes creciera 114% hasta US$ 803 millones, pero los dólares que entran por la vía comercial siguen siendo menos que el año pasado. La caída en el saldo acumulado de la balanza alcanza el 19%, hasta un total de US$ 4.487 millones.
“Vamos a defender a rajatabla el superávit de la balanza comercial”, aseguró el jueves Cristina Fernández en su discurso ante el establishment financiero local en la Bolsa de Comercio. Esta es, por el momento, la única vía de ingreso de dólares para el país, en medio de una negociación dilatada con los fondos buitre y sin perspectivas de inversión extranjera en el corto plazo.
Cristina abundó en hipótesis de lo que hubiera sido si las políticas energéticas hubiesen sido otras y dio cuenta de la pérdida de divisas por la importación de combustible. Según los datos que publicó ayer el Indec, el déficit energético se agravó en siete meses y pasó a ser de US$ 4.220 millones, 300 millones más que en el mismo período del año anterior, con importaciones estables y 15% menos de exportaciones.
“La fuerte caída de las importaciones compensó la contracción de las ventas externas”, señaló un informe de la consultora Abeceb, del ex secretario de Industria Dante Sica. Con la baja de los dos lados de la balanza, el comercio total de la Argentina cayó 12%. Entre los proveedores más afectados, el primero sigue siendo Brasil, con una baja del 31% de lo que la Argentina le compra.
En medio de las reuniones entre el Gobierno y empresarios para acercar posiciones por la Ley de Abastecimiento, la Unión Industrial reclamó el jueves por las demoras para importar insumos, además de las deudas del Banco Central por importaciones que llegaron a los US$ 4 mil millones.
El cuadro de retracción comercial llevó a Abeceb a estimar que el saldo comercial podría cerrar 2014 en US$ 7 mil millones, 12% menos que el año anterior. “La complicada situación que atraviesa el país en el frente externo limita la capacidad de liberar divisas para importar”, indicó el análisis de la consultora de Sica.
En un contexto de escasez de divisas, el superávit comercial registró en julio su segundo crecimiento interanual consecutivo. Sin embargo, como sucedió en junio, ese crecimiento no fue resultado de un mejor desempeño de las exportaciones, que volvieron a caer, sino del desplome en las importaciones como consecuencia de las restricciones oficiales y de la caída de la actividad económica.
El mes pasado, según el Indec, las exportaciones argentinas sumaron US$ 6723 millones, 9% menos que en julio del año pasado. En el acumulado de los primeros siete meses del año las exportaciones, que en lo que va de 2014 no mostraron ningún resultado positivo, acumulan una caída de 10 por ciento.
La contracción de las exportaciones en julio respondió, principalmente, a una baja en las cantidades exportadas, que descendieron 6%; la contracción de 3% en los precios tuvo un impacto menor, salvo en el caso de los productos primarios, cuyos precios de exportación disminuyeron 10 por ciento.
Todos los grupos de productos mostraron una caída en sus ventas al exterior. La más pronunciada fue la de los combustibles y lubricantes (-44%), seguidos por las manufacturas industriales, cuyas ventas cayeron 15 por ciento.
Un informe de la consultora abeceb.com destaca que, a nivel de productos, los que presentaron la mayor caída en sus exportaciones fueron los cereales, con una contracción de 29%. El informe también destaca la caída de 23% en las ventas de "Material de Transporte Terrestre", es decir, autos.
La caída de 16% en las importaciones totales se explica enteramente por el desplome del mismo nivel en las cantidades importadas. Según Marcelo Elizondo, director de la consultora Desarrollo de Negocios Internacionales (DNI), esa caída responde tanto al menor nivel de actividad como a las restricciones del Gobierno para que las empresas concreten sus compras al exterior. La OMC acaba de determinar que las restricciones oficiales violan la normativa del organismo (ver aparte).
Si bien casi todos los grupos de productos mostraron bajas en sus importaciones en julio, destacó la caída de 62% en las importaciones de vehículos, caída que va de la mano con la crisis que atraviesa el sector automotor.
El desplome en las importaciones totales permitió que en julio el superávit comercial, pese a la caída de las exportaciones, alcanzara los US$ 803 millones, 114% más que en el mismo mes de 2013. En el acumulado de los primeros siete meses del año, sin embargo, el superávit comercial registra una caída interanual de 19 por ciento.
En julio el comercio total de la Argentina se contrajo 12%. Las cifras del Indec muestran que uno de los grandes afectados por esa tendencia fue Brasil: las importaciones desde ese país, principal socio comercial, cayeron 31% y las ventas a ese mercado bajaron 18%.
El Gobierno nacional apelará en lo inmediato el fallo de la Organización Mundial del Comercio (OMC) que declaró como "fuera de las reglas internacionales" al sistema de Declaraciones Juradas Anticipadas de Importación (DJAI) que se aplica para controlas las importaciones.
Así lo reveló hoy el secretario de Política Económica y Planificación del Desarrollo, Emmanuel Álvarez Agis, al señalar que "inmediatamente vamos a hacer la apelación".
"Estamos terminando de trabajar los detalles con los abogados, pero obviamente es un escenario que previmos y tenemos preparadas las apelaciones", adelantó el funcionario.
Desde la oposición, el diputado nacional del radicalismo, Hugo Maldonado, advirtió sobre una "sobreactuación del kirchnerismo" que "aísla" al país y pone en riesgo la inversión.
En sintonía, Ricardo Alfonsín sostuvo que el fallo agrega "un problema más a la economía argentina" y es consecuencia de una serie de "errores cuyo primer eslabón es el proceso inflacionario que el gobierno se empeñó en negar".
Álvarez Agis aseguró que la resolución de la OMC, que se tomó ante las denuncias de Estados Unidos, Japón y la Unión Europea, "responde al 'lobby' de ciertos grupos económicos que no pueden colocar sus productos en Argentina".
"Argentina va a apelar esta medida, con lo cual en lo inmediato nada cambia en materia de comercio exterior. Y este es un proceso bien largo", remarcó en diálogo con radio Del Plata.
Álvarez Agis explicó que la OMC cuestionó el sistema DJAI, que se solicitan a los importadores a través de la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP).
"Es un mecanismo general, como se dice. Todo importador tiene que presentar una declaración jurada anticipando el producto que va a importar. Esa medida no tiene como objetivo prohibir las importaciones, entorpecer el comercio, sino que simplemente es una medida de absoluta equidad para los importadores", afirmó.
En tal sentido, Álvarez Agis agregó que la solicitud de DJAI tiende como objetivo garantizar que "todo el que importe en Argentina tenga sus papeles en regla". "Las aduanas de Argentina no están cerradas, lo que si están es cuidadas", destacó.
La OMC solicitó a la Argentina "que ponga las medidas incompatibles en conformidad con las obligaciones que le corresponden en virtud del GATT de 1994", acuerdo sobre el que se sostiene el andamiaje jurídico del comercio internacional.
En su informe, la OMC planteó que "el procedimiento DJAI, independientemente de si constituye una licencia de importación, constituye una restricción a la importación de mercancías y por consiguiente es incompatible con el párrafo 1 del artículo XI del GATT".
"La causa directa del fallo de la OMC son la restricción de las importaciones, pero estas últimas no son sino el efecto del atraso cambiario causado por la inflación", manifestó Alfonsín.
Al respecto, Maldonado renovó sus críticas contra la Casa Rosada al advertir que mantiene "amañadas interpretaciones de un nuevo orden económico y decisiones tomadas hacia adentro". Y sostuvo: "Nos están aislando cada vez más poniendo en riesgo la inversión, la generación de empleo y, en consecuencia, la estabilidad del país", denunció.
