En Chuquicamata, que hoy es liderada por Juan Carlos Avendaño, suenan el ex gerente Mina, René Oliva, hoy en Caserones donde formó equipo con Pizarro. Como ejecutivo de la división de Codelco -a la que renunció en septiembre de 2013- Oliva siempre mantuvo buenas relaciones con los trabajadores y sus dirigentes sindicales, además de poseer "un perfil técnico excelente", aseguran fuentes de la empresa.
A él se suma Sergio Parada, ingeniero civil metalúrgico con más de 25 años de trayectoria, 18 de ellos desempeñados en Chuquicamata. En su carrera, Parada ejerció el cargo de gerente Mina Sur en Codelco Norte (2006), la gerencia general de la división Radomiro Tomic (2007-2008) y la gerencia general de la división Mantos Blancos de Anglo American, posición que asumió en el 2008 y hasta 2012, cuando asumió la gerencia general de minera El Tesoro.
Parada, quien también suena con fuerza como gerente general de Radomiro Tomic, que hoy es liderada por Juan Medel, alcanzó distintos logros en materia de producción, desarrollo y seguridad en su período en El Tesoro, destacando por la reducción de los indicadores de accidentes y distinciones como el premio Benjamín Teplizky. De igual forma, en materia de clima laboral en su gestión la empresa fue galardonada con el premio Carlos Vial Espantoso, máxima distinción en Chile en esta materia. Hoy se desempeña como gerente de la línea de Hidrometalurgia de Antofagasta Minerals.
Completa la terna el ex gerente de la Fundición y Refinería (Fure) de Chiquicamata, Carlos Caballero, quien luego de dejar la división registra un paso por la división Ministro Hales como gerente de Puesta en Marcha. Caballero también es destacado por sus bastos conocimientos técnicos, expecíficamente por su experiencia en fundición y el horno Flash. Ejecutivo al que, a diferencia de Parada y Oliva de buena llegada con los sindicatos, lo califican como un perfil "más duro".
Tres grandes mineras que operan en Chile acaban de concluir y ganar millonarios juicios por infracción de patente, tras haber sido demandadas, sucesivamente, a partir del 2009. Se trata de Codelco, Quebrada Blanca y Cerro Colorado. Los casos se iniciaron ese año, cuando el contratista Milton Astudillo -luego de obtener una patente del Instituto Nacional de Propiedad Industrial (Inapi) por un método para hacer más eficiente el proceso de lixiviación-, demandó a las compañías por US$ 250 millones. Alegó un uso no autorizado de la invención que patentó.
Las mineras además de contestar las demandas de infracción, respondieron pidiendo la nulidad de la patente ante el Inapi, argumentando que la invención pertenecía desde hace de tiempo al dominio público. Quebrada Blanca -representada por los abogados Juan Pablo Egaña y Cristóbal Jimeno, de los estudios Sargent&Krahn y Gutiérrez, Waugh, Jimeno & Asenjo, respectivamente- logró demostrar que el proceso se realizaba en Australia desde antes que Milton Astudillo, representado por el Estudio Villaseca Abogados, presentara su solicitud de patente.
Finalmente, el Inapi declaró en julio pasado la nulidad de la patente por falta de novedad y el método quedó liberado para el dominio público de todas las mineras.