Con un contundente respaldo de 33 votos a favor, el Senado votó en particular el proyecto de reforma tributaria, materializando el protocolo de acuerdo suscrito entre el gobierno y la oposición.
Sólo hubo dos parlamentarios que se restaron a formar parte de este apoyo: Lily Pérez (Amplitud) e Iván Moreira (UDI), pese a que su partido participó activamente del acuerdo.
“Prefiero ser la minoría y estar solo, pero no me equivoco. Lo estoy haciendo en forma responsable, me abstengo porque es malo para Chile y los resultados los vamos a ver en los próximos años cuando volvamos al gobierno”, acotó el senador Moreira.
Asimismo, la senadora Pérez explicó que la iniciativa no la convenció porque no se “tocó” a las mineras, no se realizó ninguna política especial para las regiones. “Esta reforma le hace mal al país. No voy a prestar mi voto para que el ministro de Hacienda diluya su responsabilidad sobre la conducción económica del país. Esto me hace sospechar, si está contenta la banca tiene que estar infeliz el resto del país, porque se van encarecer los créditos”, indicó.
La presidencia del Senado dividió la votación en dos. Una, la primera apoyada por 33 votos, se refirió a todos los artículos que fueron aprobados por unanimidad en la Comisión de Hacienda.
La segunda parte consideraba sólo tres artículos donde no hubo unanimidad en el grupo especializado. Estos se aprobaron por 25 votos, 2 en contra y 5 abstenciones, considerando que el partido socialista expresó su cuestionamiento a la mantención de franquicias para la vivienda.
El ministro de Hacienda, Alberto Arenas, resaltó la votación y expresó su satisfacción porque el largo trabajo que significó la redacción de las indicaciones para dar forma al protocolo, terminó con un rotundo apoyo al proyecto. “Nos gustaría tenerla implementada en septiembre para que los recursos entren al Presupuesto de 2015. La democracia puede anotarse un triunfo inédito, estamos avanzando en una reforma estructural con un amplio respaldo del Senado, lo que le da estabilidad y sustentabilidad, lo cual es fundamental para el país”, subrayó el ministro.
Destacó asimismo que con esta iniciativa se recaudarán US$ 8.300 millones en régimen y que esperan agregar US$ 2.300 millones al Presupuesto del próximo año. Para que el texto se convierta en ley, sólo resta el pronunciamiento de la Cámara de Diputados sobre los cambios introducidos por el Senado, lo que se supone ocurriría durante la primera quincena de septiembre.
Interés por sistema desintegrado
El debate en el hemiciclo, que ocupó todo el día, se centró en las condiciones económicas en que se tramitaba este proyecto; la posibilidad de que apoye la reducción de la desigualdad; y la voluntad de los parlamentarios para conseguir un acuerdo.
También y como tema principal, varios senadores expresaron su preocupación por la complejidad con que queda el sistema tributario tras este proyecto. Ello, porque contendrá cuatro tipos de regímenes para las empresas, entre los cuales el contribuyente debe escoger según su situación: renta atribuida, sistema integrado parcial, renta presunta y 14 TER.
Como se mantuvo el modelo integrado se permite el descuento posterior cuando se tributa por el Global Complementario (como persona) de pago realizado como empresa, con un crédito de 65% al momento de retirar las utilidades reinvertidas. Todo esto significará, en lo práctico, aumentar de dos registros actuales a 8 para ir compartimentando la información.
“Debo ser bien franco, la reforma trae como consecuencia un sistema bastante complejo. En teoría habría optado por un sistema desintegrado entre empresas y personas, y así lo manifestamos en privado muchos miembros de la comisión”, admitió el senador Andrés Zaldívar (DC).
De la misma opción participó el senador Carlos Montes (PS) al constatar que Zaldívar lo convenció: “Se requiere un sistema desintegrado porque es imposible estar tapando forados. Acá van a surgir muchos forados más, hay que ir a otro sistema, lo decía Zaldívar al principio, costó entenderlo pero al final es así. No hay alternativa real que no sea desintegrar”.
También el presidente de la comisión de Hacienda, senador Ricardo Lagos (PPD) se manifestó a favor. “Por primera vez se acepta que las empresas son sujetos de tributos, aunque sea de un 9,5% al no deducir el 100% del crédito. Este es un precedente de que es posible avanzar por este camino de la desintegración del sistema tributario en el país”, acotó en su alocución.
Ignacio Walker, presidente de la DC, se sumó a esta idea que según todos deberá evaluarse en un tiempo más. “No me gusta el sistema integrado; hubiese preferido un sistema desintegrado en que se separan el impuesto a empresas y personas; ojala avancemos y transitemos a la desintegración. Ahora sólo fue parcialmente posible”.
Impuestos verdes en la mira
En otro ámbito, el senador Andrés Allamand (RN) indicó al hemiciclo que había solicitado votación separada del acápite referido a los llamados impuestos verdes, pero enfocado a la industria.
Su duda se refería a que, pese al protocolo, el ámbito de aplicación no se cambió y sólo afecta a las termoeléctricas. “Se dejan fuera los hornos, dejando sin este tributo a fundiciones e industria cementera, todos los saben”.
Recalcó, que tras conversar con el ministro le solicitó una explicación y éste se comprometió a conversarlo después para no retardar el trámite legislativo del proyecto. Allamand accedió a retirar su petición de votarlo separadamente, no obstante añadió: “Me reservo el derecho para retomar este tema en una instancia posterior, atento a recibir una buena explicación del por qué algunas industrias están siendo injustificadamente excluidas de este impuesto”.
No hubo aplausos. Tampoco abrazos, pero sí satisfacción por parte de los senadores oficialistas y del gobierno, ya que después de casi tres meses de debate, el Senado aprobó y despachó a tercer trámite legislativo -para que lo revise la Cámara de Diputados- el proyecto de reforma tributaria. Con el protocolo de acuerdo, que el gobierno firmó con los cinco senadores de la comisión de Hacienda, se esperaba destrabar la discusión y ampliar el respaldo hacia el proyecto más allá de la Nueva Mayoría. Y, al parecer, este objetivo propuesto lo logró.
Así, los puntos centrales del texto legislativo, incluido el impuesto a la renta, se aprobó por 33 votos a favor, 1 en contra y una abstención. Mientras que las materias relacionadas con el IVA a la construcción, Impuestos a la compra y venta de vivienda e IVA al suelo se aprobó por 25 votos a favor, 2 en contra y una abstención. Con esto, el gobierno avanza en una de las tres reformas estructurales que la administración Bachelet quiere impulsar bajo su mandato y que tiene como eje recaudar 3,03% del PIB, eliminar el FUT y combatir la elusión y evasión.
Durante el debate, Carlos Montes (PS) destacó la nueva doctrina que se dará al Servicio de Impuestos Internos que implica la norma general anti elusión, que determinará que ya no sólo se ajustará a la formalidad, sino que podrá calificar la sustancia, esto es si hay afán de eludir y evadir: “Este proyecto tiene como pilar lo que esta institución pueda hacer”, añadió. Argumentó que se requiere avanzar hacia un sistema desintegrado para separar la tributación que pagan personas de empresas y así evitar que se formen forados para eludir el pago de impuestos.
Andrés Zaldívar (DC), en tanto, añadió que este sistema “es más complejo que el actual y por ello durante la discusión plantee varias veces que era partidario de avanzar hacia un sistema a la renta desintegrado, que diferencia el pago de impuesto a la renta y a las personas”.
El senador y presidente de la comisión de Hacienda, Ricardo Lagos Weber (PPD), argumentó que “lo que se ha hecho con este proyecto es cerrar los mecanismos de abuso que permite el actual sistema tributario, para que aquellos que les va mejor paguen los impuestos que le corresponden”.
Asimismo, dijo con la norma anti elusión el SII tendrá un enfoque distinto. “Hoy día puede hacer solo lo que le dice la letra de la ley, en cambio, ahora podrá ir más allá de lo explícito y ese es un camino importante en las atribuciones del SII”.
José García Ruminot (RN) destacó que con las indicaciones que trabajó la comisión de Hacienda tenemos un proyecto “muy profundo y ambicioso” desde el punto de vista de la recaudación, pero que aminora los efectos, particularmente, en las PYME y en la clase media. Además destacó el mejoramiento del sistema de ahorro e inversión para las PYME. Pese a que en su mayoría la oposición respaldó la reforma, puso énfasis en el gasto de los recursos, ya que a su juicio, todavía no se clarifica en detalle en qué se utilizarán los US$ 8.300 millones.
En este punto, el senador Hernán Larraín (UDI) dijo que se presentó una indicación, declarada inadmisible, para que se rinda cuenta del gasto público. “Queremos dar un paso hacia adelante para mejorar la transparencia del Estado”, indicó.
En esta misma línea, la senadora Ena Von Baer (UDI) también criticó que se busque recaudar una suma determinada de recursos sin tener claro en qué se gastarán. Si bien dijo y recalcó que “esta es una mala reforma tributaria, ya que atenta contra el crecimiento y el empleo”, la senadora dio su aprobación al proyecto de ley. Su par, Iván Moreira fue el más crítico del proyecto, por ello, se abstuvo de su votación.
Cuestión de forma
Pero no sólo los temas de fondo estuvieron presentes en el debate, sino que también la forma en que logró el acuerdo. Esto, porque no todos validaron el modo en que el gobierno actuó para acercar posiciones con la oposición.
En este ámbito, Montes sostuvo que la Nueva Mayoría debe actuar con mayor transparencia. “Para nosotros el problema no es que haya o no haya acuerdo. El problema es que lo que hagamos tiene que ser muy transparente, frente a la ciudadanía, la que tiene que entender lo que estamos discutiendo y lo que no”, explicó. Enfatizó en que el proyecto actual es inferior al original por la falta de regulación del pago de impuestos de grandes grupos económicos: “Todavía van a seguir contando con una parte de utilidades no distribuidas en la que estos grupos decidirán qué hacer, con los riesgos que esto implica”, explicó.
Mientras que Alejandro Guillier (Independiente) reforzó la idea entregada por Montes y aseveró que “cuando los acuerdos se realicen en el parlamento, es una señal de que la democracia está madura”.
A su vez, Zaldívar puntualizó que “en pocos países se puede lograr la unanimidad para aprobar una reforma tributaria que aumenta los impuestos, por ello debemos valorar que se haya logrado el protocolo de acuerdo”. Mientras que Lagos Weber aseveró que “no tengo problemas con los acuerdos si es que estos no me desvían de mis objetivos”.
Hoy, la Presidenta Michelle Bachelet se trasladará desde Santiago hasta Chillán, región del Biobío, para participar de la conmemoración del natalicio de Bernardo O’Higgins. Posteriormente, la Mandataria viajará a Concepción, específicamente hasta el centro de eventos SurActivo, donde asistirá al Encuentro Regional de Empresas 2014 (Erede).
La Mandataria no estará sola. Junto a ella llegarán los ministros Ximena Rincón, de la Secretaría General de la Presidencia; Pablo Badenier, de Medio Ambiente; Luis Felipe Céspedes, de Economía; Alberto Arenas, de Hacienda, además del subsecretario de Hacienda, Alejandro Micco.
Estos secretarios de Estado serán parte de los cuatro paneles de debate programados -en los que también están convocados Andrés Velasco, Bárbara Figueroa y Ernesto Silva, entre otros- y que será cerrado con la intervención de la propia Presidenta Bachelet.
En el encuentro, donde participan gran parte de las pymes de la región del Biobío, está programado que la Mandataria aborde y defienda los principales lineamientos de la reforma tributaria, reforzando, por ejemplo, que con este cambio impositivo serán los que ganan más los que pagarán más impuestos y que los fondos recaudados serán destinados a mejorar la educación del país. Lo propio hará el subsecretario Micco durante su intervención en el panel “Las empresas en el Chile de Hoy”.
Este mensaje se dará en medio del escenario de desaceleración que enfrenta el país y que ha desatado la preocupación y las críticas no sólo de la oposición, sino que también de parte de parlamentarios del oficialismo.
La defensa del corazón de la reforma tributaria por parte del gobierno no quedará ahí. Para el jueves la Presidenta Bachelet tiene programado participar de la inauguración del noveno Encuentro Empresarial del Sur, el que se realizará en el Hotel Villa del Río en Valdivia, donde llegará junto al ministro Céspedes a entregar un discurso similar.
Para el viernes, en tanto, está programada la participación de Arenas como principal orador de la segunda jornada del encuentro, que tiene estimado reunir a cerca de 600 empresarios.
El despliegue del gobierno en el sur -en el marco de estas citas económicas- se da en medio de la tramitación de la reforma tributaria que ayer fue despachada desde el Senado.
Más allá de la aprobación de la iniciativa en la Cámara Alta, en el oficialismo aún existe preocupación por lo que sucederá en la Cámara de Diputados durante el tercer trámite, y que podría forzar a la iniciativa a ser revisada por la Comisión Mixta de Hacienda. De ser así, los fondos que busca recaudar la reforma podrían no estar disponibles para el presupuesto del próximo año, lo que a su vez retrasaría el proceso de implementación de la reforma educacional, considerada como el proyecto más importante para el gobierno y la propia Presidenta y por el cual ella ya ha dicho que está dispuesta a “arriesgar todo su capital político”.
Cónclave con gobernadores
Junto con socializar las reformas en el mundo empresarial, el gobierno también busca reforzar el despliegue de sus propias autoridades a nivel nacional para defender sus principales iniciativas.
Es en este marco que para este viernes están convocados los 53 gobernadores del país a un encuentro de trabajo que se extenderá hasta el sábado y se realizará en el centro de eventos San Francisco, a 15 minutos de San Felipe.
El foro, organizado por el Ministerio del Interior, tiene programada la presencia de los ministros Rodrigo Peñailillo; Alvaro Elizalde, de la Secretaría General de Gobierno, y Nicolás Eyzaguirre, de Educación, además del subsecretario Mahmud Aleuy. Pese a que existe la posibilidad de que la propia Presidenta participe de la inauguración de la cita, aún no ha sido confirmado.
La idea del encuentro, titulado “Junto con los ciudadanos construyamos un mejor país” es entregarles a los jefes provinciales los lineamientos del segundo semestre del gobierno y cuadrarlos tras los ejes que ha fijado el Ejecutivo para este período.
Así, uno de los puntos donde habrá particular atención será en explicarles en detalle a las autoridades regionales los alcances de la reforma educacional, así como también su calendario de implementación. La idea es que sean ellos quienes puedan ser capaces de bajar esta información a nivel local a lo largo del país y poder defender cada uno de sus puntos si es necesario.