La buena salud de la industria petrolera suele medirse por la cantidad de equipos que hay en marcha. En los últimos doce meses, las cinco cuencas productivas alcanzaron el número más alto de la última década: 360 máquinas de perforación, workover y pulling.

Fundamentalmente las cuencas Neuquina y Golfo San Jorge acaparan, con Cerro Dragón y Loma Campana, el mayor número de fierros en suelo nacional. Incluso la reactivación local lo demuestra con 149 equipos distribuidos en Neuquén, Catriel, Cutral Co, Plaza Huincul, Rincón de los Sauces y Añelo.

El número total de equipos se incrementó debido al repunte del upstream (extracción). Si bien la comparación anual significa un crecimiento neto del 10%, para las inversiones petroleras esto es un gran salto ya que se materializa en 27 equipos.

En el sector no hay secretos. La actividad para detener la curva de caída tiene dos compañías como exponentes. Son YPF y PAE las que concentran el 70% de los equipos en funcionamiento en el país.

YPF encabeza el repunte con la puesta en marcha de un plan intensivo de recuperación secundaria y, fundamentalmente, por el desarrollo del primer clúster no convencional de Latinoamérica en Loma Campana. Sólo allí, al norte de Añelo, tiene más de 20 equipos de perforación, entre los que se fueron sumando los 15 walking rigs –que se trasladan sin desmontarse– ingresados al país en marzo.

En tanto Pan American Energy (PAE), con una inversión para este año de u$s 1.500 millones, apuesta al desarrollo del principal yacimiento petrolero del país, Cerro Dragón, al que ingresó cuatro nuevas estructuras automáticas de perforación en este 2014. El restante, de los cinco que ingresó desde el exterior, llegó en abril a Lindero Atravesado en cercanías del lago Mari Menuco, al oeste de Neuquén.

La petrolera nacionalizada (con una proyección de inversión por encima de los u$s 5.000 millones) tiene en total 191 equipos, es decir más de la mitad de toda la maquinaria de perforación (70), terminación (92) y completación (70). En tanto PAE opera con 60 equipos y es la segunda compañía que más infraestructura tiene desplegada.

AVANCES Y RETROCESOS

Entre las que también contrataron más equipos que el año pasado se encuentran la francesa Total, que sumó tres nuevas unidades para completar 7. En tanto los chinos de Sinopec pasaron de 17 a 18 y Tecpetrol de 14 a 15 equipos. Pero también hubo tres compañías líderes que retrocedieron en la utilización de servicios, como son los casos de Petrobras que pasó de 16 a 13 equipos, Pluspetrol que bajó de 14 a 12 o Chevron que redujo de 8 a 5 su infraestructura, lo que afectó también la mano de obra.

También son dos las empresas propietarias de los equipos, que operan la maquinaria contratada por las concesionarias de los yacimientos, que capitalizaron la mitad de los beneficios por los servicios.

La norteamericana San Antonio no varió su número en el último año y tiene funcionando 161 estructuras. Más atrás se ubica DLS, que con un par de incorporaciones tiene en marcha 68 equipos.

El resto de las empresas con contratos en el país son SP Argentina (43), Nabors (26), Quintana (21), Venver (17), Emepa (13), YPF (12) y Ensing (10).

Pese a los anuncios e intentos para la fabricación de equipos en el país, lo cierto es que el camino para concretar ese anhelo interno aún es una expresión de deseo. Mientras tanto las empresas salen a licitar al mercado internacional la contratación de equipos, con las presiones de la demanda multiplicada que exige el shale, y se topan contra los grandes competidores y las ventajas logísticas y aduaneras que ofrecen las principales plazas petroleras del mundo.