Mientras que el “Corredor Bioceánico” que impulsa Corporación América -el holding empresarial liderado por Eduardo Eurnekián– cosechó nuevos cuestionamientos del lado trasandino, el túnel de “Agua Negra”, que promueve el gobierno sanjuanino de José Luis Gioja, logró avanzar otro casillero y se encamina a una próxima definición.
Planificado hace más de 15 años por la consultora mendocina Tecnicagua, el proyecto que ahora se denomina “Corredor Bioceánico Aconcagua” (CBA) está motorizado desde 2008 por el grupo Eurnekian. Tras adquirir los derechos del proyecto, el dueño de Aeropuertos Argentina 2000 comenzó a desplegar una constante campaña de lobby en Argentina y Chile para involucrar a dos Estados en la construcción del enlace ferroviario que implicará una inversión del orden de los US$ 3.000 millones.
Si bien consiguió que el proyecto fuera reconocido como una “iniciativa privada” en ambos países –lo cual le otorga una significativa ventaja para quedarse con las obras en caso de que aparezca otra oferta mejor que la suya–, hasta ahora Eurnekián no logró superar los sucesivos escollos económicos y técnicos que aparecen en el camino.
En la última semana, los representantes chilenos del Ente Binacional del Ferrocarril Trasandino (Ebifetra) -el organismo que evalúa la factibilidad del proyecto que prevé trasladar los camiones montados en trenes que unirán los dos países –plantearon sus dudas con una lista de interrogantes que ahora deberán responder los técnicos de Eunekián.
Entre otras cuestiones, los funcionarios de la administración de Michelle Bachelet quieren mayores precisiones acerca de:
# La rentabilidad del proyecto y el tipo y grado de garantías estatales que deberían aportar ambos países en función del diseño ejecutivo que elaboró el grupo privado.
# Las proyecciones de tráfico y los volúmenes de cargas anuales que prevé captar el corredor bioceánico.
# La ingeniería de detalle de la construcción del túnel de baja altura de 52 kilómetros de largo y el trayecto de 150 kilómetros de las vías que irán a cielo abierto.
# Los estudios de impacto ambiental en la zona cordillerana del territorio chileno.
# Los costos estimados de las expropiaciones previstas en ambos países.
Si bien los ingenieros del consorcio CBA indicaron que en 60 días podrían responder las inquietudes chilenas, no se descartan que surjan otros planteos que estiren los tiempos de las aclaraciones hasta mediados de 2015.
En San Juan, en tanto, el gobierno de Gioja consiguió dar otro paso en el proceso prelicitatorio que lleva adelante para poder encarar la compulsa definitiva que definirá al ganador de la obra del túnel de Agua Negra.
El proyecto de Agua Negra comenzó a tomar forma hace un lustro y, a diferencia del CBA de Eurnekián, comprende una conexión vial para el paso de los vehículos de cargas y automóviles. Según los cálculos preliminares, la obra demandaría una inversión en torno de los US$ 1.200 millones.
En este caso, los funcionarios de la Entidad Binacional Túnel Internacional Paso Agua Negra (EBITAN) recibieron la instrucción de ambos gobiernos para que en un plazo de 90 días concluyan las tareas de evaluación y selección de las empresas constructoras y de ingeniería que acudieron al llamado oficial de manifestación de “interés” en la obra y presentación de antecedentes técnicos y económicos.
La convocatoria despertó el interés de 23 empresas de Argentina, Chile, Brasil, Italia, Canadá. EE.UU., China, Corea, Rusia, Italia y Japón. Según estimaron los técnicos de la EBITAN, todas las compañías pasarán el filtro y estarían en condiciones de presentar ofertas en la próxima instancia.
La intención del gobierno sanjuanino es tener antes de fin de año los instrumentos normativos y regulatorios que le permitan avanzar con la licitación y poder recibir las propuestas técnicas y económicas definitivas en los primeros meses de 2015, justo cuando comience a tomar color la campaña electoral.