El estudio se efectuó en lo que se conoce como Acuífero Arroyo Pajarito y forma parte de un convenio específico entre la CNEA y la Universidad Nacional de La Plata, a través de su laboratorio de hidrología, departamento de hidráulica, y Facultad de Ingeniería. Esa entidad académica tuvo a cargo la realización de la evaluación, y la presentó ayer por la mañana durante casi 4 horas en la Secretaría de Cultura provincial, en Rawson.
La exposición es parte de un relevamiento que implica el estudio de varias disciplinas, entre ellas grafología, ecología terrestre, es decir flora y fauna, antropología, paleontología, estudios socioeconómicos, e hidrogeología, que es la que se expuso en la víspera. Al encuentro se convocó al subsecretario deGestión Ambiental y Desarrollo Sustentable, Ariel Gamboa; el director general de Evaluación Ambiental, Juan Francisco Arens, los directores del Instituto Provincial del Agua y el de Minas y Geología, como también el intendente de Paso de Indios, Mario Pichiñán.
Por la CNEA estuvieron la jefa de la subgerencia Regional Patagonia, Nilda Marveggio; el subgerente de Relaciones Institucionales, Juan Pedroza; el licenciado Humberto Nievas, subgerente de evaluación de proyectos mineros; Roberto Bianchi, gerente de Exploración de Materias Primas; y los expositores, doctor Mario Hernández (liderando el equipo técnico), el ingeniero magister Pablo Romanazzi, y las licenciadas María Marta Trovatto y Nilda González. Roberto Bianchirecordó que la CNEA depende del Ministerio de Planificación de Nación, y que en una compulsa se encargó la labor de análisis presentado, a la Universidad de La Plata, por su experiencia en la materia, en labores efectuadas en lugares semidesérticos, y la cotización de tres oferentes que se presentaron para tal fin. Se hizo sobre una superficie de 800 kilómetros cuadrados, toda la cuenca que incluye a Cerro Solo, que por sí sola tiene 700 hectáreas.
El profesional explicó que “por el estado de avance que tienen los estudios y trabajos en el Yacimiento Cerro Solo -ubicado a unos 70 kilómetros de Paso de Indios-, estamos en una etapa de evaluación, exploración de la mineralización, y tenemos que cumplir con el Anexo VII del Decreto 185 del año 2009, relativo a las exigencias ambientales”, lo cual “nos obliga a hacer el relevamiento de la línea de base ambiental en una etapa pre-explotación o pre-movimiento o cualquier trabajo que se quiera realizar, es decir, medir todos los parámetros ambientales, en su estado original”.
Además se estudió el módulo crítico de explotación, es decir lo que se halló pasible de ser extraído, siempre hablando del agua. Para ello, “se hizo un modelo matemático que arrojó un saldo que podemos utilizar, de 2.800 metros cúbicos de agua al día, sin afectar ni que se vea resentido el acuífero“, dijo, aunque en el encuentro de ayer se ejemplificó que en realidad sólo se necesitarían 700 metros cúbicos al día para la minería. Otra estimación se indicó de la siguiente manera: “aunque en 20 años no se produzca ningún tipo de precipitación, con ese módulo no se vería afectado el acuífero. Es una contribución significativa en cuanto al mapa ambiental de la zona centro norte de la provincia. Le sirve para ser capitalizados y usados en favor de las poblaciones del lugar”.
Otra intención de la iniciativa era conocer la vulnerabilidad del acuífero, comprobándose que era nula, ya que la mayor parte era subterránea, halladas entre los 150 y 180 metros de profundidad. “Son factores determinantes para que si uno hace uso del recurso agua, que no se vea afectado el medio ni los pobladores linderos a la zona objeto de una actividad minera”, dijo Bianchi, agregando que “hoy en día se sigue con el relevamiento de datos de meterología, se instalaron tres estaciones que se controlan a distancia, vía satélite cada tres horas”.
Mario Hernández sostuvo que el líquido “tiene buena aptitud para uso industrial, pero no es agua potable, no tiene que ver con dulce y no dulce, no están calificadas para consumo humano por sus elementos, como sulfato, flúor. Hay buenos caudales, agua de muy buena calidad en cuanto a su uso industrial”, reiteró. Se trata, afirmó, “fundamentalmente de aguas subterráneas. Superficialmente no hay prácticamente, lo más cercano es el río Chubut, pero está como a sesenta kilómetros y no tiene nada que ver como cuenca”.
Hernández fue consultado sobre la vulnerabilidad del acuífero, “es muy baja, bajísima, esta separado de todo lo que esta por encima de donde provienen los contaminantes”, respondió el experto, y aseguró que es apta para el desarrollo de la minería, “perfectamente bien. Suficiente para satisfacer todos los requerimientos de agua industrial para la minería de uranio en el territorio“. Sobre la cantidad de agua encontrada, dijo ante una pregunta en tal sentido, “no hay consumo de nada, porque no hay suelo de buena calidad como para regar. Hoy no se usa para nada”, destacando que en la zona analizada no reside población.