Los impuestos verdes complicarían el desarrollo de proyectos de energía renovable, dijo gerente comercial de Pacific Hydro, Alfredo Zañartu, luego que la ONU aprobara la emisión de bonos de carbono de Chacayes.
“Lo que se plantea en la reforma tributaria implica que proyectos reconocidos como renovables podrían verse obligados, además, a pagar un impuesto verde por el suministro de energía que hacen a sus clientes”, dijo.
Tras una década a la cabeza de operaciones de GDF Suez en Chile, primero como gerente general de Electroandina y luego en la misma posición en E-CL, resultado de la fusión entre esta firma y Edelnor, Lodewijk Verdeyen, tomará nuevos rumbos al interior del grupo francobelga.
En septiembre asumirá la vicepresidencia senior de desarrollo de nuevos negocios para Latinoamérica.
Durante su gestión, el ejecutivo enfrentó, entre otras, la crisis del gas argentino y hoy ve con preocupación el impacto de la entrada masiva de las energías renovables no convencionales (ERNC) y, especialmente, de los impuestos verdes, que califica de “discriminatorios”.
Verdeyen valora la Agenda de Energía del gobierno, pero teme que los plazos para aplicarla sean muy cortos.
-¿Cuál será el impacto de los impuestos verdes?
-En algún momento los impuestos verdes eran necesarios para estimular el desarrollo de otras fuentes de energía, hoy no. La forma en que se quieren implementar no tiene nada de verde, porque no tendrá ningún efecto en la reducción de emisiones. Para nosotros simplemente son impuestos recaudatorios y discriminatorios. El sector termoeléctrico ha hecho grandes inversiones para poder cumplir con la nueva normativa de emisiones, y hoy de nuevo tiene un golpe fuerte.
-¿Por qué no tendrá efecto en la baja de emisiones?
-Ninguna planta termoeléctrica dejará de operar por este impuesto. No va a cambiar toda la generación eléctrica de carbón a gas, por ejemplo. Finalmente, no tendrá ningún efecto sobre el nivel de emisiones de Chile.
Para una generadora, el impuesto puede ser mucho dinero, y si no hay capacidad de que los clientes ayuden a pagar este impuesto, esto puede quebrar a una empresa. El generador siempre va a buscar compartir este costo con los clientes.
-¿Entonces los usuarios finales terminarán pagando el impuesto?
-Sí, sin duda, porque el tema es que un impuesto tan fuerte puede terminar quebrando la empresa, porque no es un impuesto a la utilidad, sino uno que va directamente a la vena, al consumo de combustible. Si una empresa tiene muy pocas utilidades, un impuesto la complica más, si no logra que sus clientes compartan el riesgo.
-¿El gobierno debiera haber incluido al resto de los actores en este impuesto?
-Sí. En otras industrias podría ser que un impuesto verde sí tenga efecto en las emisiones, el tema en el sector eléctrico es que las inversiones son de largo plazo y toman mucho tiempo en implementarse, y quizás en el futuro el impuesto genere algún incentivo para invertir en otras tecnologías, pero en el parque existente no tendrá efecto. Si de verdad son impuestos verdes para ir en contra de la contaminación o el calentamiento global, claramente no es la manera de hacerlo.
Agenda: cosa de tiempo
-¿El gobierno tendrá mejor resultado que su antecesor con la Agenda de Energía?
-En este momento es difícil saber si será diferente. Todo dependerá de la implementación de esta agenda. En mi opinión falta ver cómo se van a integrar las ERNC, porque de eso no hay nada escrito y será unos de los grandes desafíos en los años que vienen.
El 20/25 es una ley y todos van a tener que trabajar para implementarla, pero el gran problema se concentra en las ERNC y hay muy poco trabajo en ver qué hacer con las fuentes convencionales, para que el sistema no se caiga cada dos semanas en los próximos diez años.
-¿Es factible que se cumplan las metas de la agenda?
-Creo que sí. Si el gobierno ayuda a las empresas eléctricas a hacer más proyectos, más va a bajar el precio de la electricidad. Ahora, si va a ser factible en tan corto plazo es otra cosa, pienso que esa es la parte más ambiciosa y el gran desafío.
-¿Y están las condiciones para esas inversiones?
-En general estas condiciones están, pero hay un número de riesgos que son muy grandes y que le dan miedo a los inversionistas. Hay nuevos cambios en la ley, la manera en cómo se remunera la transmisión, generación, o los impuestos verdes y cómo van a evolucionar, porque este gobierno decide una cosa, pero el próximo decide otra. Si no hay forma de protegerse contra esos riesgos, nadie invertirá.
-¿Es un error apostar nuevamente todo el desarrollo a un combustible, el gas?
-La diversidad en fuentes de energía es muy importante para Chile y también para otros países. No podemos concentrarnos un 100% en el gas. Hoy día hay muchas fuentes de GNL en el mundo, pero no está excluido que en un par de años haya una crisis de GNL y hay que estar preparado y tener otras fuentes.
-Pero el desarrollo del carbón está muy cuestionado...
-Sí. Creo que la historia reciente nos ha enseñado que proyectos que tienen un alto impacto ambiental no se pueden hacer sin apoyo del gobierno, si no hay apoyo del gobierno un privado no puede levantar proyectos difíciles en un país como Chile.
INTERCONEXIÓN: CLAVE PARA DESARROLLO EN EL SIC
El ejecutivo señala que la estrategia de E-CL es fortalecer su presencia en el Sistema Interconectado Central (SIC) aprovechando la futura interconexión de los sistemas. "Lo que queremos es utilizar la capacidad ociosa que hoy existe en el Sing y ofrecerla en el SIC, porque hoy día no tenemos ningún proyecto de gran tamaño en el SIC", dice. En este sentido, indica que el trabajo en ingeniería de detalle de la línea que proponen está avanzando y la construcción partiría a fines de 2014 o comienzos de 2015, por lo que el tendido estaría operativo en 2017. Sobre el proyecto a carbón Infraestructura Energética Mejillones (dos unidades de 375 MW cada una) dice que siguen a la espera de lograr contratos para iniciar su construcción, y buscan clientes entres las mineras, ahora sumando a las que están en el norte chico. "Para construir requerimos que el 75% de la capacidad esté contratada. La idea de nuestra política comercial es ser lo más independiente posible del mercado spot. No tener que vender ni comprar", dice