Por Rhiannon Hoyle, en Sídney, y Alexis Flynn, en Londres
La medida marcaría un drástico cambio estratégico para BHP, de una compañía ampliamente diversificada a una enfocada en cuatro materias primas -carbón, cobre, mineral de hierro y petróleo- que el año pasado generaron casi todas sus ganancias. El gigante anglo-australiano adquirió muchos de los activos que planea escindir cuando BHP y la británica Billiton PLC se fusionaron en 2001.
La división, en tanto, crearía una empresa de metales con un valor de mercado de hasta US$12.000 millones que podría ser un blanco atractivo de adquisición.
El sector minero ha estado racionalizando sus operaciones. Su rival Rio Tinto, también anglo-australiano, ha estado ven-diendo minas de carbón y cobre después de años de fuertes gastos en acuerdos.
BHP indicó que la escisión de la nueva compañía, que cotizará en la bolsa de Australia, le permitirá enfocarse en sus cuatro principales commodities. La reorganización también le daría más flexibilidad para pagar mayores dividendos.
Las acciones de BHP en Londres cayeron 4,9% el martes debido al descontento de los inversionistas sobre la estructura del acuerdo, según el cual recibirían acciones en una empresa que cotiza en otro país. Muchos inversionistas esperaban además que BHP usara hasta US$5.000 millones para recomprar acciones. En Sídney, sus acciones subieron 1,4%.
El martes, la minera divulgó un alza interanual de 23% en su ganancia en el año fiscal que cerró en junio, a US$13.830 millones, gracias a reducciones de costos y un aumento de la producción de mineral de hierro de minas en el noroeste de Australia. Una producción récord de mineral de hierro contrarrestó una caída de las utilidades del cobre, el petróleo y el carbón. La empresa prevé elevar la producción en el actual año fiscal, principalmente en Australia, pese a preocupaciones de algunos inversionistas de que la demanda no está creciendo a la par del suministro global.
La compañía escindida albergaría todas las operaciones de aluminio y manganeso, al igual que otros activos como la mina de níquel Cerro Matoso en Colombia y el proyecto de plata, plomo y zinc Cannington en Australia. Además, incluiría su negocio de producción de carbón para generación eléctrica en Sudáfrica y operaciones de carbón siderúrgico en Australia.
BHP había considerado otras opciones, como vender los activos por separado, pero decidió que requeriría demasiado tiempo y dinero, dijo una persona al tanto.
La minera señaló que la nueva empresa habría generado cerca de US$10.000 millones en ingresos en el año fiscal 2014.
El presidente ejecutivo, Andrew Mackenzie, quien asumió el cargo en mayo del año pasado, dijo el martes que la separación de activos como los de aluminio y manganeso fortalecerá su flujo de caja y aumentará sus retornos sobre la inversión.
La nueva empresa generará suficiente efectivo para cubrir sus costos y tener poca deuda, afirmó Mackenzie. De todos modos, no se comprometió a que la empresa vaya a pagar un dividendo, sólo que tendrá la flexibilidad para hacerlo si su flujo de caja se vuelve lo suficientemente sólido.
El director financiero de BHP, Graham Kerr, quien encabezará la nueva minera, dijo que los activos generaron ganancias anuales promedio antes de intereses, impuestos, depreciación y amortización de US$3.300 millones durante la última década. No ofreció un panorama claro del balance de la nueva empresa, cuyo nombre no ha sido determinado.
La escisión marca una ruptura con la estrategia de BHP durante la gestión de Marius Kloppers, quien dejó la empresa en 2013. El ex presidente ejecutivo sostenía que, si bien los márgenes de las diversas materias primas pueden fluctuar cada año, el portafolio resulta en un creciente margen para el grupo debido a que los más sólidos compensan de sobra el desempeño de los más débiles.
Pese a que BHP solía jactarse de su amplia gama de opciones de inversión, ahora tiene ocho principales proyectos de crecimiento, la mayoría de los cuales se completarían en los próximos dos años. El año pasado, recortó sus gastos de capital en casi un tercio y prevé reducir sus inversiones nuevamente este año fiscal.
Tras la escisión, los inversionistas en Australia y el Reino Unido recibirían acciones de la nueva empresa, que tendría su sede en Perth, Australia, y cotizaría también en la Bolsa de Johannesburgo. La división tendrá que ser aprobada por los accionistas y podría completarse en el primer semestre de 2015.
La nueva minera podría enfrentar mayores costos de financiamiento y de compra de suministros, señala Paul Gait, analista de Sanford C. Bernstein.
BHP afirmó que la compañía escindida se beneficiará ya que su gerencia tendrá más tiempo para enfocarse en sus activos, que ahora son de baja prioridad en el grupo.
También podría ser comprada un poco después de su salida a bolsa, sugiere un importante inversionista minero. El gigante anglo-suizo de commodities Glencore PLC sería un posible comprador. Además, Mick Davis, presidente ejecutivo de Xstrata PLC hasta que se fusionó con Glencore, está explorando adquisiciones para su nuevo vehículo de inversión, X2 Resources Partners LP. Glencore y X2 no quisieron comentar.
Grandes compañías mineras ponen en venta activos por más de US$ 600 mil millones
Economía y Negocios
Hace algunos meses BHP Billiton tomó la decisión de simplificar su negocio y dejar solo cuatro unidades operativas en la compañía: hierro, petróleo, carbón y cobre.
Esta decisión significó que la compañía comenzara a desprenderse de los activos más pequeños y de otros recursos que estaban en mano de la empresa, un camino que han seguido sus competidores.
Anglo American Plc y Rio Tinto Group también han hecho pública su intención de desprenderse de activos, lo que se ha convertido en una verdadera ola en las últimas semanas.
Así, las empresas mineras han puesto en “vitrina” una cartera avaluada en US$ 616 mil millones, si se contabiliza al precio de compra de cada uno de ellos.
El gran problema es que muchas de las inversiones mineras se hicieron en momentos en que el llamado “súper ciclo” de precios estaba en su punto más alto, por lo que hoy, con niveles más bajos, las inversiones se ha visto depreciadas.
El hecho de que estas adquisiciones estén mal sincronizadas “claramente tendrá un impacto en la forma en que los otros mineros evalúan las opciones para la eliminación de los activos del grupa”, dice Paul Gait, analista de minería de Sanford C. Bernstein en Londres. Por lo que, probablemente, al momento de su materialización, los tratos serán por montos inferiores.
En 2011, por ejemplo, el regreso de BHP sobre el capital invertido en uno de sus proyectos de hierro fue de 35%, según datos compilados por Bloomberg.
La cifra cayó al 13% dos años más tarde ya que el crecimiento de China se desaceleró. Y hoy ese proyecto está en la cartera que podría ser vendida.