La presidenta Cristina Fernández de Kirchner salió a contenstarle ayer a quienes se oponen a la nueva ley petrolera que impulsa su gobierno, y dijo que con el cambio de reglas para el sector de los hidrocarburos se busca “que no quede en manos del gobernador de turno a quién le da las áreas y a quién no”.
Sus declaraciones surgen en medio de la prolongada disputa entre Nación y parte de las provincias productoras de hidrocarburos, con Neuquén y la administración de Jorge Sapag a la cabeza como uno de los focos de resistencia para avance del nuevo marco regulatorio.
“Lo que queremos es que todas las áreas que se adjudiquen se hagan por licitación pública nacional e internacional, que no quede en manos del gobernador de turno, a quien le da las áreas y a quién no”, dijo la Presidenta, en un acto desarrollado ayer en la Casa Rosada.
En otro tramo de sus declaraciones, afirmó que “la Nación no se va a apropiar de nada de las provincias”, en la disputa por los hidrocarburos.
Afirmó que hablaba como “una presidenta que es provinciana” y a continuación remarcó su paso como convencional durante la reforma de la Constitución que transfirió a las provincias “la propiedad de los bienes subyacentes”.
No obstante, aclaró: “Algunos confunden propiedad con jurisdicción y son dos cosas totalmente diferentes: la propiedad es de las provincias; queremos establecer jurisdiccionalmente una regla común que permita saber a todos los empresarios que ninguna provincia va a cobrar un impuesto más alto que la otra”, argumentó la Presidenta uno de los motivos que la llevan a impulsar la nueva ley.
Desde el gobierno provincial no hicieron declaraciones, en una jornada marcada por el fallecimiento de la madre de Sapag, Alma.
No obstante, ayer por la mañana el ministro de Energía, Guillermo Coco, había planteado la necesidad de que Nación genere las condiciones para la llegada de inversiones en Vaca Muerta. El tema también provocó cruces en la Legislatura, en medio de la sesión donde el Ejecutivo provincial impulsó el debate sobre su proyecto de rechazo a la norma nacional.
En Neuquén uno de los motivos principales para la discordia es el papel de actor secundario al que quedarían relegadas las empresas provinciales, como GyP, que no podrán acceder a reservas de áreas a futuro, en un momento de despegue de la formación Vaca Muerta.
En las últimos dos días se habían insinuado algunos acercamientos, que tendrían la forma de algún tipo de compensación para las jurisdicciones petroleras, a cambio de terminar por aceptar los cambios de Nación, sobre los que Neuquén hizo una observación en la forma de una contrapropuesta.
Tras varios meses de debate con distintos borradores en el medio, la presidenta Cristina Kirchner salió a respaldar la ley de hidrocarburos que impulsa su gobierno junto a YPF y disparó contra los gobernadores al sugerir que acomodan los pliegos de licitación "a piacere".
"La propiedad es de las provincias y queremos establecer que ninguna va a cobrar un impuesto mayor que otra y que cada una de las áreas se adjudiquen por licitación nacional e internacional", disparó la presidenta y dijo que esto servirá "para que no quede en manos de los gobernadores a quién se le adjudican o no las áreas".
La mandataria se refirió así por primera vez al tema de forma pública justo en momentos donde la discusión pasa por su etapa de mayor tensión.
Según la presidenta, muchos críticos "tienen más pruritos con YPF que con Repsol, porque la Nación no se va a apropiar de nada de las provincias" y manifestó que "lo que piden los empresarios del petróleo es seguridad para invertir".
La presidenta se refirió al tema durante un acto en el Salón de las Mujeres de la Casa Rosada. Curiosamente, en primera fila estaban dos de los gobernadores petroleros más críticos: el chubutense Martín Buzzi y el mendocino Francisco "Paco" Pérez. El neuquino Jorge Sapag, el más crítico de todos, no fue de la partida, afectado por el fallecimiento de su madre y una operación en el ojo.
"No tengo una empresa petrolera ni las pienso tener", dijo la presidenta, en un elíptico mensaje a los gobernadores.
También sostuvo que con este proyecto "la Nación no se va a apropiar de nada de las provincias". "Algunos confunden propiedad con jurisdicción, ya que la propiedad es de las provincias y lo que queremos es establecer jurisdiccionalmente una regla común", argumentó.
Río Negro Online
Los tres proyectos que, con matices, condenan el proyecto de ley de hidrocarburos del gobierno nacional fueron enviados a la comisión de Hidrocarburos en la sesión de ayer de la Legislatura neuquina. El bloque del MPN defendió la decisión con la justificación de que se trata del camino correcto de todo proyecto, su tratamiento previo en comisión.
Jesús Escobar (Libres del Sur) pretendió que el suyo se trate en la sesión argumentando la urgencia de una postura política porque "está en juego el futuro de Neuquén" en virtud de que tocaban la renta petrolera. Obtuvo el aval del bloque de Unión Popular y de la diputada Angélica Lagunas (FIT) por la razón de que, para ella el tratamiento en sesión de cualquier tema actual es más efectivo. El MPN y el resto de los bloques no le dio apoyo.
Manuel Fuertes (NCN) presentó su propio proyecto e indicó que si le daba el apoyo a Escobar, anulaba el tratamiento del suyo. El bloque del justicialismo a través de su titular Luis Sagaseta se amparó en que "hablamos de un borrador" por lo que minimizó su trascendencia.
El bloque del MPN presentó el proyecto que cosechó el apoyo de algunos diputados de otros partidos aliados pero para su tratamiento "sobre tablas" es decir en la sesión requería el aval de más legisladores para evitar que el pronunciamiento se haga por mayoría ajustada. El bloque tiene 12 diputados, pero como Graciela Muñiz Saavedra estaba a cargo del Ejecutivo, la sesión la presidió el vicepresidente segundo Darío Mattio. Los kirchneristas no iban a apoyar y tampoco lo harían los diputados de Encuentro y Frente Grande porque fueron aludidos en términos jocosos por el ministro de Energía Guillermo Coco. El bloque de José Rioseco tiene diferencias con el gobierno en el tema y también prefirió tratar el tema en comisión.
Luis Sapag, sobrino de Alma Cavallo, madre del gobernador Jorge Sapag, hizo un semblante, recordó sus primeros años en Aguada Las Cortaderas a 20 kilómetros de Cutral Co. Antes del inicio de la sesión se le rindió homenaje a la extinta con un minuto de silencio.
Al principio de la sesión, se le pidió al diputado Darío Lucca que retire dos banderas que colgó en su banca, una de GyP y la otra que hace mención a su calidad de candidato a convencional por el MPN. Mattio dijo que no estaba prohibido por reglamento interno.
Lucca quiere integrar el bloque oficialista pero Russo y Ana Pechen resisten.
Dos estaban sentados a su lado. Y se quedaron mudos. Casi no hubo aplausos y ambos se fueron sin hacer comentarios. La presidenta Cristina Kirchner cargó duro ayer contra los gobernadores de las provincias petroleras que se rebelaron a apoyar la nueva ley de hidrocarburos que impulsa la Casa Rosada por considerar que les quita recursos a sus distritos.
Eran Martín Buzzi (Chubut) y Francisco "Paco" Pérez (Mendoza) los gobernadores que recibieron los retos presidenciales en la cara, dos de los cuatro que pretenden hacerle cambios a la iniciativa que impulsa el presidente de YPF, Miguel Galluccio, y que se negaron a apoyarla tal como la redactó el Gobierno. A ese grupo se suman el mandatario de Neuquén, Jorge Sapag, y el de Río Negro, Alberto Weretilneck.
"Lo que piden los empresarios es seguridad para invertir. Algunos confunden propiedad con jurisdicción", los aleccionó la Presidenta durante el acto que protagonizó ayer por la tarde en la Casa Rosada, en el que informó sobre la aplicación, por primera vez, de la ley antiterrorista (ver página 9), e hizo nuncios de recursos para viviendas sociales.
"Queremos una regla común para que los empresarios sepan que una provincia no va a subir los impuestos y la otra no", explicó sobre la ley de hidrocarburos resistida por algunos mandatarios. La Presidenta aclaró que las provincias seguirán siendo las propietarias del recurso, pero que será la Nación la que decida los lineamientos centrales de la política energética y -sobre todo- los modelos de contrato a los que deberán someterse los jefes distritales.
Con ironía, Cristina les reprochó que "no tenían tantos pruritos" cuando la compañía era manejada por la española Repsol.
La Presidenta optó por esa explicación mientras se defendía de las críticas empresariales que había recibido en los últimos días por la nueva ley de abastecimiento. Fue entonces cuando se mostró dispuesta a darle un marco jurídico al empresariado y puso como ejemplo la iniciativa que impulsa para conseguir inversiones en el sector energético.
"Queremos un modelo de contrato común para que las licitaciones no queden en poder del gobernante de turno", les advirtió a los mandatarios. "Si queremos que los empresarios no se quejen tenemos que darle un marco tributario homogéneo y que haya mucha transparencia", planteó.
La crítica presidencial se dio el mismo día en que tanto Buzzi, que es además presidente de la Organización Federal de Estados Productores de Hidrocarburos (Ofephi), y Pérez volvían a ser invitados a los actos oficiales después de emprender la rebeldía junto con Sapag y Weretilneck. El neuquino, incluso, se había quejado de que el Gobierno los había discriminado cuando no los incluyó en la última prórroga para el vencimiento de deudas de las provincias con la Nación.
El reclamo central de esos mandatarios es que la nueva ley les prohíbe el cobro de un canon de ingreso por área de explotación, fijar tasas y armar los pliegos licitatorios. La buena noticia que dio Cristina para algunos de ellos llegó sobre el final: anunció que YPF detectó un pozo de petróleo no convencional del estilo Vaca Muerta en el límite de Neuquén y Mendoza.
Los rumores de ruptura llegan sin cesar desde Río Negro. Allí, el gobernador Alberto Weretilneck parece cada vez más alejado del Frente para la Victoria, lo que repercute en el Congreso. Si su partida hacia el Frente Renovador de Sergio Massa se efectiviza, el mandatario podría llevarse consigo a dos diputados nacionales que hoy integran el bloque oficialista.
Según publicó el portal especializado Parlamentario.com, la salida de Weretilneck arrastraría a los diputados Herman Avoscán y Luis María Bardeggia, quienes revistan en el Frente Grande rionegrino, que responde al gobernador. El primero tiene mandato hasta 2015 y el segundo hasta 2017. Una movida de ese tipo dejaría al kirchnerismo y sus aliados con 131 bancas, es decir, dos por encima del quórum.
A ese escenario se le suma la situación de indefinición que mantiene Martín Insaurralde, con quien la jefa del bloque oficialista, Juliana Di Tullio, dijo contar en una entrevista publicada ayer por El Cronista. El bonaerense, sin embargo, no termina de definir su futuro.
Pero la cosa no termina ahí: la neuquina Alicia Comelli, aliada indiscutible del oficialismo en el Congreso, no oculta su malestar con el Gobierno por la reforma a la Ley de Hidrocarburos, lo que podría hacerle rever su postura.
Martín Buzzi y Francisco "Paco" Pérez fueron los gobernadores que recibieron los retos presidenciales en la cara, ayer, en pleno acto oficial. Allí, en vivo y en directo, Cristina Kirchner cargó contra ambos, no por casualidad, sino por ser los gobernadores de las provincias petroleras que se rebelaron a apoyar la nueva ley de hidrocarburos que impulsa la Casa Rosada por considerar que les quita recursos a sus distritos.
"Lo que piden los empresarios es seguridad para invertir. Algunos confunden propiedad con jurisdicción", los retó la presidenta durante el acto.
"Queremos una regla común para que los empresarios sepan que una provincia no va a subir los impuestos y la otra no", explicó sobre luego la jefa de Estado la ley de hidrocarburos resistida por algunos mandatarios. La Presidenta aclaró que las provincias seguirán siendo las propietarias del recurso, pero que será la Nación la que decida los lineamientos centrales de la política energética y -sobre todo- los modelos de contrato a los que deberán someterse los jefes distritales.
Con ironía, Cristina les reprochó que "no tenían tantos pruritos" cuando la compañía era manejada por la española Repsol.
En un encuentro a solas con Julio De Vido también se habló de la resistida Ley de Hidrocarburos. La presidenta retó públicamente a los mandatarios. Quieren sancionarla antes de fin de año. Por otra parte, habilitan cupos para 8046 cupos habitacionales a Mendoza.
Al menos desde el ámbito oficial no dejaron trascender detalles de lo que se dijo en la reunión entre Francisco Pérez y Julio De Vido. Tampoco si las casas resultaron como moneda de cambio. Pero lo cierto es que el gobernador estuvo dos días en Buenos Aires y vuelve con las casas y un reto público.
La presidenta les ordenó a los mandatarios que de alguna manera logren acordar la Ley de Hidrocarburos porque es necesaria para negociar en mejores condiciones. Desde el ámbito del gobernador no dejaron trascender detalles de si se habló de este tema pero en la página oficial del Ministerio de Planificación Federal consignan que durante la reunión de esta tarde entre De Vido y Pérez "ambos coincidieron en profundizar el diálogo para avanzar en la reforma de la Ley de Hidrocarburos".
Cristina anunció la duplicación del presupuesto de vivienda. Sostuvo que "esta ampliación contempla la licitación de todos los planes de vivienda entre empresas locales de cada provincia, en más de 1.500 obras. También explicó que en esta etapa se contempla "la construcción de 64.000 casas nuevas y 41.000 obras de mejoras". De éstas 8046 le tocarán a Mendoza aunque hasta anoche no estaba claro si se trataba de ampliaciones, refacciones o unidades nuevas.
Según dijo la presidenta se generarán 100.000 puestos de trabajo nuevos, directos, y 160.000 indirectos.
Por: Florencia Arbeleche.
Cristina de Kirchner dio por cerrada ayer cualquier posibilidad de reformulación del proyecto de la ley petrolera diseñada por el CEO de YPF, Miguel Galuccio, que en términos generales busca sumar nuevas inversiones en los sectores no convencionales a partir de la igualación de las reglas tributarias en todas las provincias productoras y, a la vez, hacer que las adjudicaciones de las áreas se realicen vía licitación pública.a
Durante un acto en la Casa Rosada en el contexto del relanzamiento de un plan de viviendas para todo el país, la Presidente aprovechó la presencia de la mayor parte de los gobernadores para defender, por primera vez públicamente, el texto del proyecto. Ausente el neuquino Jorge Sapag por el fallecimiento de su madre, escucharon el planteo los gobernadores de Chubut, Martín Buzzi; de Mendoza, Francisco Pérez; y de Río Negro, Alberto Weretilneck.
Lo de ayer fue, en rigor, un límite concreto a la rebelión de esos distritos (especialmente Neuquén, Chubut y Río Negro) contra el texto de la norma, que, según los mandatarios, avasalla los derechos de las provincias petroleras. Uno de los embanderados de la cruzada es el sindicalista y senador nacional por Neuquén Guillermo Pereyra, que se medirá próximamente en una interna partidaria clave con el sector de Sapag. Y, precisamente, la defensa de la postura provincial se ha convertido en el caballito de batalla de esta reyerta que involucra intereses diversos.
En Chubut, en tanto, la semana pasada todos los bloques políticos de la Legislatura cerraron filas y aprobaron una declaración en defensa de la Ley Corta con un pedido a Galuccio para que "respete el verdadero federalismo". Un camino similar se aprestaban a encarar los legisladores de Neuquén en las últimas horas, aunque decidieron posponer el debate.
El borrador de la norma en cuestión fue presentado por la propia Cristina de Kirchner a los mandatarios en una reunión en Olivos, el 9 de junio pasado. En síntesis impulsa "establecer una regla común" para el sector y que el modelo de contrato de las futuras concesiones sea igual "desde Jujuy hasta Tierra del Fuego". "Muchos confunden propiedad con jurisdicción y quiero establecer una regla común jurisdiccionalmente para que ninguna provincia cobre un impuesto más alto que otra de acuerdo a sus necesidades", dijo ayer la Presidente en el acto en Gobierno.
Tras invitar a los mandatarios que no están de acuerdo con esta iniciativa a no discutir a través de los diarios, la Presidente recordó la posición que llevó adelante durante la reforma de 1994 en materia hidrocarburífera y precisó que la iniciativa que impulsa apunta a que las licitaciones futuras sean "por licitación pública nacional e internacional y no quede en manos del gobernador decidir quién se queda con las áreas".
Aseguró, además, que el proyecto buscará establecer "un modelo de contrato que sea igual desde Jujuy hasta Tierra del Fuego" en función de "lograr transparencia" y que se generen ingresos de "capitales para explotar Vaca Muerta".
La posición de Cristina de Kirchner coincidió con las declaraciones del propio Galuccio, quien más temprano había manifestado su confianza en que la ley sea sancionada antes de fin de año en el Congreso. Durante una visita a Tecnópolis, el funcionario defendió la iniciativa y aseguró que en ella estarán contempladas "las dos partes, tanto provincia como Nación".
"La nueva ley para nada modifica los contratos acordados por la Ley Corta, no está en discusión. Es una ley para adelante", aclaró el presidente de YPF.
Precisamente, el temor de los mandatarios radica en la modificación de los términos de la denominada Ley Corta, sancionada por el Congreso en noviembre de 2006 y mediante la cual la Nación les transfirió a las provincias petroleras los permisos y las concesiones de explotación de hidrocarburos otorgados en cada distrito. Temen que, de aceptar los cambios que propone el Gobierno nacional, se les reduzcan la caja de recursos y la independencia económica.
Cristina le dirigió hoy unas palabras muy ácidas a los gobernadores petroleros que resisten la nueva ley de Hidrocarburos.
"Esto es para que ningún empresario se queje por diferencias entre una y otra provincia, ya que queremos establecer un marco para todo el país, para que nadie pueda acomodar el pliego 'a piacere'", justificó la presidenta, durante un acto en la Casa Rosada.
"La propiedad es de las provincias y queremos establecer que ninguna va a cobrar un impuesto mayor que otra y que cada una de las áreas se adjudiquen por licitación nacional e internacional, para que ningún gobernador pueda asignar las áreas" y "que no quede en manos de los gobernadores a quién se le adjudican o no las áreas", disparó.
También dijo que el proyecto de ley impulsado por el CEO de YPF Miguel Galuccio busca "que haya mucha transparencia", acaso insinuando que los mandatarios se quedan con plata de las licitaciones.
De esta manera, Cristina se refirió abiertamente a la iniciativa por la que entró en guerra con los distritos petroleros, a los que no incluyó en la última refinanciación de la deuda con la Nación. La Jefa de Estado subrayó que muchos críticos "tienen más pruritos con YPF que con Repsol, porque la Nación no se va a apropiar de nada de las provincias" y manifestó que "lo que piden los empresarios del petróleo es seguridad para invertir".
"YPF, la que muchos gobernadores critican, es la que está abriendo pozos", lanzó la presidenta, mientras repasó las cifras de la crisis energética, que con estas palabras pareció admitir. "Hoy importamos entre 12 mil y 14 mil millones de dólares en materia de Energía, a pesar de que YPF aumentó exponencialmente su producción", puntualizó Cristina.
"En lo que va del año llevamos U$S5000 millones de superávit comercial, y si no fuera por la energía subsidiada seguiríamos con superávits gemelos", reveló.
En ese sentido, recordó que el superávit fiscal se perdió el año en que apareció el déficit energético.
En otro tramo de su discurso, pareció atajarse ante las investigación de que publicó hoy Clarín, en donde detallaba la red de sociedades secretas ligadas al empresario kirchnerista Lázaro Báez. "No quiero apoderarme del petroleo, no tengo empresa petrolera y no me interesa tenerla", aclaró.