El presidente ecuatoriano, Rafael Correa, ratificó que la dolarización, adoptada por su país en 2000, "se mantiene" y salió al paso de versiones de ciertos analistas que han advertido de una supuesta salida de ese sistema por la entrada en vigor de un nuevo Código Monetario.
Ese instrumento legal "¿en qué pone en peligro la dolarización?", se preguntó Correa durante una entrevista por televisión en la que ratificó que, pese a no ser partidario de ese régimen monetario, sería un peligro para el país salirse del esquema.
"Los costos de salir de la dolarización serían catastróficos", agregó el mandatario que ha criticado dicho régimen atado al dólar, porque, según su opinión, dejó al país sin la posibilidad de ejercer una política monetaria propia.
"Jamás hubiese entrado a un régimen dolarizado" por los problemas que sistemas rígidos pueden ocasionar, añadió Correa que observó ese tipo de dificultades en algunas situaciones de índole monetaria surgidas en la Unión Europea.
Los europeos tienen una sola moneda común, en cambio "nosotros tenemos una moneda extranjera", recordó el gobernante.
Por otra parte, Correa informó de que en el campo comercial su país ha experimentado un superávit en el primer semestre del año, aunque observó que en la segunda mitad de 2014 la situación podría variar.
"En los primeros meses de este año tenemos un superávit de 700 millones", lo que contrasta con las cifras del año pasado cuando se registró un déficit en la balanza comercial, mencionó.
El buen desempeño comercial, dijo, se debe a las buenas ventas al exterior de ciertos productos y a la aplicación de medidas rigurosas en torno a las importaciones.
"Hemos empezado por fin a crear normas técnicas" a las importaciones para proteger a los consumidores, añadió.
También destacó el aumento en el volumen de venta de petróleo, el principal producto de exportación del país, así como de otros bienes como el camarón que, según dijo, "ha tenido un año extraordinario".
El repunte comercial del primer semestre del año no será el mismo en la segunda mitad, porque el país se verá abocado a hacer fuertes gastos en la importación de carburantes ante una parada de la principal refinería del país, que entrará en un proceso de repotenciación, añadió Correa.