Como dicen en el futbol, los panelistas del debate sobre Vaca Muerta y Energía, organizado por Clarín, no defraudaron a los espectadores. Ayudó para ello la coyuntura, marcada a fuego por el debate entre Nación y provincias petroleras, por las posibles reformas a la Ley de Hidrocarburos que impulsan Cristina Kirchner y Miguel Galuccio.
El más rebelde de los gobernadores, el neuquino Jorge Sapag, no eludió el debate y puso en cifras lo que Neuquén se pierde y se ha perdido por la actual estructura del negocio y por los bajos precios del gas de la última década. Oportuno, el presidenciable Sergio Massa, más afilado que sus colegas Julio Cobos y Hermes Binner, quien reiteró lo de hace pocos días en Vaca Muerta, cuando reclamó el respeto a la federalización de los recursos y, por ende, al rol de la estatal neuquina GyP en la etapa que viene.
Tampoco decepcionó las expectativas Juan José Aranguren, ya asumido definitivamente como el contendor más frontal de la actual administración. El presidente de Shell puso el dedo en la llaga sobre las incongruencias entre los marcos legales y las prácticas energéticas del gobierno nacional y volvió a reclamar seguridad jurídica y clima de confianza. Daniel Montamat, quien reiteró sus conocidos acentos sobre las flaquezas del modelo energético K del último decenio, el economista Ricardo Arriazu, consultor Daniel Gerold y el presidente del IAPG, Ernesto López Anadón trazaron un horizonte sobre el largo camino a recorrer: recién comienza el desafío del shale y el tight y la inversión, a 15 años requerirá la friolera de US$ 300.000 M, una meta que sobrepasa cualquier esquema nacional en un país que sólo suma reservas por US$ 30.000 M. Y que además eroga unos US$ 10.000 M/año en solventar el déficit energético de una matriz soportada por los hidrocarburos que hoy faltan. Juan Garoby (gerente de Recursos No Convencionales de YPF) también dejó su mensaje. Vaca Muerta y su empresa no están amenazadas por default alguno y la explotación no convencional en la Cuenca Neuquina no es promesa sino realidad: ya representa el 8% de la producción de la petrolera. Mensajes para un auditorio atento y preocupado porque no se pierda el envión y la expectativa que llevaron a los inversores y a la política a imaginar desarrollos en los No Convencionales. Es una carrera en la que Argentina no está sola, decía uno de los empresarios asistentes en el coffee break, mientras comentaba la promulgación de la Reforma Energética de México, un país que quiere lo mismo que la Argentina. Y que ya tiene su ley para intentar conseguirlo.
Especialistas en materia energética plantearon este martes la necesidad que tiene la Argentina de crear condiciones macroeconómicas y jurídicas que le permita atraer inversiones y conseguir financiamiento externo para el yacimiento de gas y petróleo no convencional de Vaca Muerta, cuya explotación requerirá, según estimaron, 20 mil millones de dólares anuales.
En esos puntos coincidieron el presidente del Instituto del Petróleo y del Gas, Ernesto López Anadón; el titular de la petrolera Shell, Juan José Aranguren; el ex secretario de Energía, Daniel Montamat y el economista Ricardo Arriazu, quienes disertaron en el seminario "Vaca Muerta: Convertir el Recurso en Desarrollo", organizado el Grupo Clarín como tercera presentación del ciclo Democracia y Desarrollo.
Montamat destacó la importancia del yacimiento al expresar que la Argentina tiene 170 mil millones de barriles potenciales de petróleo no convencional, 70 mil de los cuales corresponden a Vaca Muerta y señaló que "con convertir 30 por ciento de eso en producción, el país tendría otras posibilidades".
"Necesitamos capitales externos y acceso alfinanciamiento internacional", sostuvo el ex secretario de Energía, quien reclamó "una nueva Ley de Hidrocarburos, no un parche para el hoy", en referencia al proyecto de ley propiciado por el Gobierno y resistido por las provincias petroleras.
Al respecto, Montamat destacó que "si queremos que vengan los 20 mil millones de dólares anuales (que se necesitan de inversión) para que la energía deje de ser un problema, tenemos que entender que la Argentina necesita una política de largo plazo" para el sector, a la vez que pidió "resolver el régimen legal de explotación".
Por su parte, Aranguren sostuvo que "el marco regulatorio" del sector energético "secontradice entre sí y, además, no se cumple".
"En la Argentina, no se cumplen las leyes y tenemos que tener un marco regulatorio ordenado para poder generar las condiciones para atraer inversiones y fomentar la competencia", consideró el presidente de Shell.
Para el ejecutivo "en la situación en que está el país, necesitamos más empresas y fomentar la competencia". Además, propició que el marco regulatorio contemple temas como la "distribución de dividendos" y la "disponibilidad de hidrocarburos".
Arriazu, en tanto, también solicitó "financiamiento externo e inversión directa", ya que "la energía no convencional requiere 15 veces más" inversión que la convencional, según consignó DyN.
Según el economista, para atraer inversiones es necesario, entre otras cosas, reglas claras en cuanto "a la protección del medio ambiente y a la distribución de los recursos entre la Nación y las provincias".
También reclamó "un tipo de cambio de equilibrio", que según explicó debería ser "más bajo de lo que la gente cree" y, pidió, respecto de la formación neuquina "ver cómo evitamos los efectos malignos de un manejo caótico de este potencial".
A su turno, López Anadón consideró que "Vaca Muerta es una oportunidad única para la Argentina", pero pidió no confundir los recursos que tiene ese yacimiento con reservas, según consignó DyN.
"Si ponemos en valor apenas 10 por ciento cuadruplicaríamos el valor de las reservas" de hidrocarburos de la Argentina, expresó y aclaró además que "los recursos no convencionales son menores que los convencionales" en el mundo, por lo que pidió "no demorarnos en la explotación".
Además, agregó que para lograr el autoabastecimiento energético "hay que también aumentar las redes y el transporte".
Clarín
El yacimiento neuquino de Vaca Muerta es una oportunidad única. Puede devolverle al país el autoabastecimiento energético, cortar con la salida récord de dólares para las importaciones de gas y hasta generar inversiones sin precedentes. Sin embargo, la mayoría de los especialistas convocados por Clarín coincidió en la necesidad de una serie de reformas para darle dinamismo al sector.
El acceso a la inversión y al financiamiento externo, reglas de juego previsibles y no discrecionales más el reclamo por un tipo de cambio unificado fue una característica que compartieron casi todos los oradores.
“Cuando hablamos de Vaca Muerta y no convencionales, estamos hablando de recursos, no de reservas. Es un cálculo, una estimación de los hidrocarburos que pueden ser extraídos. No podemos comparar lo que tenemos con reservas comprobadas”, marcó Ernesto López Anadón, presidente del Instituto Argentino de Petróleo y Gas (IAPG), que nuclea a la industria. “Necesitamos más empresas para fomentar la competencia, (...) transformar nuestros recursos en reservas no lo va a poder proveer una sola compañía”, promovió Juan José Aranguren, presidente de Shell en el país “Es fundamental el precio que vamos a pagar. En gas, hoy se paga US$ 3,23 por millón de BTU en la cuenca neuquina, mientras que se importa a US$ 10 de Bolivia y a US$ 13 de otras importaciones. Esos son precios administrados, que quedan sujetos a intervenciones discrecionales. Me juego por US$ 6 para toda la cuenca neuquina”, destacó el ex secretario de Energía Daniel Montamat, que observó que los costos argentinos son elevados en dólares.
Tanto López Anadón como Montamat hablaron de una necesidad de inversión de US$ 20.000 millones anuales por los próximos 20 años. El economista Ricardo Arriazu complementó ese concepto: “No es posible financiarlo en el mercado de capitales interno.
El financiamiento y la inversión va a tener que ser de afuera. El Gobierno pagó $ 130.000 millones sin subsidios el año pasado. Son 5 puntos del PBI”, caracterizó el economista a un Poder Ejecutivo que privilegió determinar los precios de toda una industria a dejarla competir.
Juan Garoby, director de Recursos No Convencionales de YPF, señaló que la compañía estatal invirtió en US$ 1.200 millones en Vaca Muerta y que inyectará otros US$ 1.800 millones en el próximo año. “El desarrollo en Loma Campana –que comprende menos del 1% de lo que YPF posee en Vaca Muerta– ya es el segundo yacimiento en producción del país y el primero de explotación comercial fuera de Estados Unidos”, destacó. La compañía celebra haber identificado “sweet spots”, o zonas de alta productividad en un mismo yacimiento. “Allí vamos a apuntar la mayor cantidad de pozos”, indicó.
En momentos en que se discuten cambios legales en la producción del sector, Montamat explicó que “el país se merece una nueva ley de hidrocarburos, no una ley parche”, como la que propone ahora el Poder Ejecutivo.
El titular de Shell criticó que el marco regulatorio “se contradice entre sí, no se cumplen o las leyes de jerarquía superior son modificadas por normas jerárquicamente inferiores, como pueden ser decretos, resoluciones o disposiciones. En un momento que tenemos que atraer miles de millones para convertir recursos en reservas es muy importante darnos reglas que cumplamos”. “La ley 17.319 tiene dos artículos que hacen referencia a que una empresa no puede tener más que 5 concesiones y 5 permisos de explotación. La más grande, YPF, tiene 90 concesiones de explotación y 52 de permisos de exploración”, ejemplificó. El titular de Shell movía su cabeza como con ganas de debatir cuando el ejecutivo de YPF brindó números sobre mejoras en la producción de petróleo y gas convencionales de YPF.
“No tenemos mucho tiempo. Se está avanzando bien, pero si México lo desarrolla antes que nosotros, los equipos irán allí”, se preocupó López Anadón. “Hay tiempo. La acumulación de ahorro en el mundo en este momento es sin precedente. La Argentina compite institucionalmente con otros países” marcó Arriazu.
Especialistas en materia energética plantearon hoy la necesidad que tiene la Argentina de crear condiciones macroeconómicas y jurídicas que le permita atraer inversiones y conseguir financiamiento externo para el yacimiento de gas y petróleo no convencional de Vaca Muerta, cuya explotación requerirá, según estimaron, 20 mil millones de dólares anuales.
En esos puntos coincidieron el presidente del Instituto del Petróleo y del Gas, Ernesto López Anadón; el titular de la petrolera Shell, Juan José Aranguren; el ex secretario de Energía, Daniel Montamat y el economista Ricardo Arriazu, quienes disertaron en el seminario "Vaca Muerta: Convertir el Recurso en Desarrollo", organizado el Grupo Clarín como tercera presentación del ciclo Democracia y Desarrollo.
Montamat destacó la importancia del yacimiento al expresar que la Argentina tiene 170 mil millones de barriles potenciales de petróleo no convencional, 70 mil de los cuales corresponden a Vaca Muerta y señaló que "con convertir 30 por ciento de eso en producción, el país tendría otras posibilidades".
"Necesitamos capitales externos y acceso al financiamiento internacional", sostuvo el ex secretario de Energía, quien reclamó "una nueva Ley de Hidrocarburos, no un parche para el hoy", en referencia al proyecto de ley propiciado por el Gobierno y resistido por las provincias petroleras. Al respecto, Montamat destacó que "si queremos que vengan los 20 mil millones de dólares anuales (que se necesitan de inversión) para que la energía deje de ser un problema, tenemos que entender que la Argentina necesita una política de largo plazo" para el sector, a la vez que pidió "resolver el régimen legal de explotación". Por su parte, Aranguren sostuvo que "el marco regulatorio" del sector energético "se contradice entre sí y, además, no se cumple".
"En la Argentina, no se cumplen las leyes y tenemos que tener un marco regulatorio ordenado para poder generar las condiciones para atraer inversiones y fomentar la competencia", consideró el presidente de Shell.
Para el ejecutivo "en la situación en que está el país, necesitamos más empresas y fomentar la competencia". Además, propició que el marco regulatorio contemple temas como la "distribución de dividendos" y la "disponibilidad de hidrocarburos".
Arriazu, en tanto, también solicitó "financiamiento externo e inversión directa", ya que "la energía no convencional requiere 15 veces más" inversión que la convencional. Según el economista, para atraer inversiones es necesario, entre otras cosas, reglas claras en cuanto "a la protección del medio ambiente y a la distribución de los recursos entre la Nación y las provincias".
También reclamó "un tipo de cambio de equilibrio", que según explicó debería ser "más bajo de lo que la gente cree" y, pidió, respecto de la formación neuquina "ver cómo evitamos los efectos malignos de un manejo caótico de este potencial".
A su turno, López Anadón consideró que "Vaca Muerta es una oportunidad única para la Argentina", pero pidió no confundir los recursos que tiene ese yacimiento con reservas. "Si ponemos en valor apenas 10 por ciento cuadruplicaríamos el valor de las reservas" de hidrocarburos de la Argentina, expresó y aclaró además que "los recursos no convencionales son menores que los convencionales" en el mundo, por lo que pidió "no demorarnos en la explotación".
Además, agregó que para lograr el autoabastecimiento energético "hay que también aumentar las redes y el transporte".
Sergio Massa, Julio Cobos y Hermes Binner coincidieron ayer en la necesidad de impulsar una nueva ley de hidrocarburos para superar la crisis y alcanzar el autoabastecimiento energético con Vaca Muerta como punto de partida.
El precandidato presidencial del Frente Renovador y sus pares del Frente Amplio-UNEN coincidieron ayer en una nueva jornada del ciclo Democracia y Desarrollo, organizado por el Grupo Clarín en el Malba.
"Vaca Muerta: convertir el recurso en desarrollo" fue el título del debate que ayer convocó a los presidenciables, a ex secretarios de Energía y economistas.
Massa, Binner y Cobos compartieron panel con el gobernador de Neuquén, Jorge Sapag, uno de los principales detractores de la ley de hidrocarburos que impulsa el Gobierno y que rechazan varios mandatarios provinciales, por considerar que atenta contra la autonomía de las provincias y su potestad sobre los recursos naturales.
Los presidenciables evitaron confrontar con la iniciativa oficial y se concentraron en sus propuestas.
"Vaca Muerta es una oportunidad, pero no la única, para pensar en el autoabastecimiento", comenzó Massa. Enseguida, desgranó los que, a su entender, deberían ser los ejes de una nueva ley: "Necesitamos un pacto Nación-provincias que respete la propiedad del subsuelo de las provincias, un régimen de promoción de inversiones para el sector y un pacto que fije presupuestos mínimos de cuidado del medio ambiente", detalló.
También Cobos hizo foco en el "respeto a la autonomía de las provincias", y advirtió que "YPF no puede ser el único actor" de peso en el sector energético.
"Tenemos que ser transparentes y generar un marco regulatorio claro que atraiga inversiones", añadió.
Binner, a su turno, opinó que "Vaca Muerta debe formar parte de un programa energético integral" y que es crucial "diversificar la matriz energética" con el desarrollo de energías alternativas como la solar, la eólica y la nuclear. Destacó además que es clave "generar conocimiento desde la universidad". "Una nueva ley es muy importante, entre otras cosas, para preservar el medio ambiente", completó.
En la misma línea, Massa habló de "adecuar la matriz educativa a la matriz productiva" y volvió sobre la importancia de "fijar presupuestos de sustentabilidad ambiental".
El jefe del FR vinculó el desarrollo energético con factores macroeconómicos "por resolver". Mencionó, en particular, el déficit fiscal, la balanza comercial, el tipo de cambio y la política monetaria.
También a la hora de plantear "medidas urgentes", los candidatos mostraron puntos en común. Mencionaron la necesidad de "ordenar la macroeconomía" y de avanzar con un marco regulatorio que "dé certezas" a los inversores".
Más duro que sus compañeros de panel, Sapag planteó que "más que una nueva ley hay que respetar las normas actuales", y definió el proyecto del Gobierno como "un borrador de problemas más que de soluciones". En este sentido, el gobernador se quejó de que en el proyecto del Gobierno sólo se plantean esfuerzos de parte de las provincias y no de la Nación. "No nos parece bien el avance sobre las autonomías provinciales", dijo. Además, en un claro mensaje a la Casa Rosada remató: "No queremos ser una isla, pero tampoco una colonia". El debate, que ayer se coló en la campaña, promete seguir. Sapag pidió también ampliar el mercado energético, y advirtió: "Con YPF sólo no alcanza para lograr el abastecimiento" energético en la Argentina.
El gobernador Jorge Sapag, presidenciables opositores y empresarios petroleros criticaron al unísono ayer la nueva ley de hidrocarburos que promueven YPF y Nación.
El debate sobre el desarrollo de Vaca Muerta se instaló esta vez lejos de la árida estepa neuquina, en el coqueto barrio de Palermo Chico, donde el diario "Clarín" realizó una jornada que convocó a buena parte del arco crítico al kirchnerismo. A través de distintos paneles se tocaron algunos de los temas clave en la materia, aunque la agenda energética mudó rápidamente a la política y abundaron las proclamas con miras a 2015.
La mesa central tuvo como protagonista al gobernador Sapag y a tres candidatos a presidente de la oposición: el tigrense Sergio Massa, el mendocino Julio Cobos y el rosarino Hermes Binner.
Con distinto énfasis, los cuatro criticaron la nueva norma de hidrocarburos y pidieron respetar los derechos provinciales sobre los recursos.
"Vaca Muerta es un tsunami", arrancó Sapag para marcar el territorio. El gobernador pidió moderar las expectativas y enseguida aprovechó el foro opositor para defender la postura neuquina sobre el debate legal. "Necesitamos establecer consensos básicos", dijo, y pidió "tener una mirada más amplia". "Tenemos que discutir los aspectos centrales, porque no podemos avalar una ley que avance sobre los derechos de las provincias. Pero no podemos discutir a través de los medios", enfatizó.
En sintonía con Sapag, pero con la mira puesta en 2015, Massa aseguró que el próximo presidente deberá ser además "ministro de energía". "Hay que aprovechar las oportunidades pero respetando la propiedad de las provincias", sostuvo el exjefe de gabinete. "Hace falta un pacto entre los distritos, Nación, empresarios y los trabajadores y también un acuerdo de promoción de inversiones", sostuvo.
Cobos, por su parte, evocó sus épocas de gobernador y también apeló a la bandera del federalismo. Si bien destacó los esfuerzos de las gestión de Miguel Galuccio, sostuvo que YPF "se quiere convertir en el único actor" del mercado. "Una nueva ley tiene que aportar transparencia y tenemos que defender el dominio provincial", sostuvo.
Binner en tanto hizo mayor hincapié en la agenda ambiental y de las energías alternativas.
Seguridad jurídica y precios
Para no faltar a la costumbre, el más duro fue el CEO de Shell, Juan José Aranguren, que inclusive denunció que YPF incumple con la ley porque tiene más concesiones que las permitidas y pidió "reglas del juego claras". "Nadie va a venir a poner un solo dólar si no existe la certeza de que con un decreto se puede cambiar todo", sostuvo en referencia al 1277, que según él "pasó por arriba de cuatro leyes".
En tanto el exsecretario de energía Daniel Montamat pidió precios internacionales para el petróleo y fijar en 6 dólares el millón de BTU de gas, casi el doble que el valor actual. También expusieron el economista Ricardo Arrizu y Juan Garoby (YPF).
Especialistas en materia energética plantearon hoy la necesidad que tiene la Argentina de crear condiciones macroeconómicas y jurídicas que le permita atraer inversiones y conseguir financiamiento externo para el yacimiento de gas y petróleo no convencional de Vaca Muerta, cuya explotación requerirá, según estimaron, 20 mil millones de dólares anuales.
En esos puntos coincidieron el presidente del Instituto del Petróleo y del Gas, Ernesto López Anadón; el titular de la petrolera Shell, Juan José Aranguren; el ex secretario de Energía, Daniel Montamat y el economista Ricardo Arriazu, quienes disertaron en el seminario "Vaca Muerta: Convertir el Recurso en Desarrollo", organizado el Grupo Clarín como tercera presentación del ciclo Democracia y Desarrollo.
Montamat destacó la importancia del yacimiento al expresar que la Argentina tiene 170 mil millones de barriles potenciales de petróleo no convencional, 70 mil de los cuales corresponden a Vaca Muerta y señaló que "con convertir 30 por ciento de eso en producción, el país tendría otras posibilidades".
"Necesitamos capitales externos y acceso al financiamiento internacional", sostuvo el ex secretario de Energía, quien reclamó "una nueva Ley de Hidrocarburos, no un parche para el hoy", en referencia al proyecto de ley propiciado por el Gobierno y resistido por las provincias petroleras. Al respecto, Montamat destacó que "si queremos que vengan los 20 mil millones de dólares anuales (que se necesitan de inversión) para que la energía deje de ser un problema, tenemos que entender que la Argentina necesita una política de largo plazo" para el sector, a la vez que pidió "resolver el régimen legal de explotación". Por su parte, Aranguren sostuvo que "el marco regulatorio" del sector energético "se contradice entre sí y, además, no se cumple".
"En la Argentina, no se cumplen las leyes y tenemos que tener un marco regulatorio ordenado para poder generar las condiciones para atraer inversiones y fomentar la competencia", consideró el presidente de Shell.
Para el ejecutivo "en la situación en que está el país, necesitamos más empresas y fomentar la competencia". Además, propició que el marco regulatorio contemple temas como la "distribución de dividendos" y la "disponibilidad de hidrocarburos".
Arriazu, en tanto, también solicitó "financiamiento externo e inversión directa", ya que "la energía no convencional requiere 15 veces más" inversión que la convencional. Según el economista, para atraer inversiones es necesario, entre otras cosas, reglas claras en cuanto "a la protección del medio ambiente y a la distribución de los recursos entre la Nación y las provincias".
También reclamó "un tipo de cambio de equilibrio", que según explicó debería ser "más bajo de lo que la gente cree" y, pidió, respecto de la formación neuquina "ver cómo evitamos los efectos malignos de un manejo caótico de este potencial".
A su turno, López Anadón consideró que "Vaca Muerta es una oportunidad única para la Argentina", pero pidió no confundir los recursos que tiene ese yacimiento con reservas. "Si ponemos en valor apenas 10 por ciento cuadruplicaríamos el valor de las reservas" de hidrocarburos de la Argentina, expresó y aclaró además que "los recursos no convencionales son menores que los convencionales" en el mundo, por lo que pidió "no demorarnos en la explotación".
Además, agregó que para lograr el autoabastecimiento energético "hay que también aumentar las redes y el transporte".
DyN.-
