La megaobra que se ha vendido públicamente como la panacea energética, ha servido para fundar los discursos de campaña de cada candidato del FPV en las sucesivas elecciones. Las licitaciones anuladas, las marchas y contramarchas, los costos cada vez mayores y la sospecha de que esto fue calculado como “el último gran negocio K”, son algunas manchas de este faraónico proyecto. Sin embargo, a pocos meses de arrancar las obras, hay cosas fundamentales que no se han hecho ni se han dicho. Como todo lo que hace el gobierno, el ocultismo, la reserva, el secreto y el hecho consumado, son los puntos comunes que unen a esta obra multimillonaria con otras acciones del gobierno kirchnerista.
Ante la falta de voces críticas que pongan en discusión algunos aspectos de la gran obra hidroeléctrica que se va a realizar sobre el Río Santa Cruz, vamos a realizar un juego de la memoria y concentrar en pocas líneas, algunas de las dudas que se plantean antes del inicio de las represas Cóndor Cliff-La Barrancosa (Cérpernic-Kirchner). No hay explicación a los problemas menos complejos de plantear, pero si más difíciles de resolver, cuando desde el sector político no existe voluntad por transparentar; nos referimos a las acciones a emprender, que van a impactar de manera directa en la geografía, ambiente, población, seguridad y servicios en la provincia.
Por este motivo, a pocos meses de iniciarse el emprendimiento hidroeléctrico, vamos a condensar, a grandes rasgos, las principales verdades y mentiras sobre esta obra, agrupando dentro de esas mentiras, aquellas cosas que no se han hecho, se ocultan o donde todo indica que no se hará.
Se sabe hasta el momento:
- Que el consorcio empresario adjudicatario de la obra, está en condiciones de comenzar cuando antes los trabajos, hecho que lo puso de relevancia ante OPI, el propio presidente de Electroingeniería, Jorge Ferreyra.
- Los chinos han firmado los avales, sin embargo, cabe acotar que todo esto fue antes de que Argentina cayera en un virtual default, hecho que abre una incógnita de cómo seguirá esta historia, si habrá aplazos, suspensión del inicio de obra o todo transcurrirá normalmente como está planificado. El gobierno nacional, claro está, hace silencio de radio. No dice que sí, pero tampoco dice que no y el único que se sinceró en las postrimerías del default, fue el gobernador Peralta, quien alentó su opinión de que una cesación de pagos, podría afectar la construcción de las represas.
- El reconocimiento de al menos tres calificadora de riesgos china, del default argentino, abre un paréntesis más grande aún, sobre la decisión que tomarán los bancos asiáticos.
Mentiras y ocultamientos
Tal como sucedió cuando se construyó la megausina de Río Turbio, alrededor de las represas hidroeléctrica todo es difuso, nada claro, no hay información relevante y solo aquello que aparece dibujado en los discursos de oportunidad, promovido y ejecutados por la presidenta o algún diputado en campaña, nada se sabe en concreto. Por ejemplo:
- No hay Estudio de Impacto Ambiental, al menos, serio. De acuerdo a lo que se ha podido averiguar, existe un EIA realizado hace mucho tiempo, es muy básico, no contempla elementos claves de este tipo de estudio fundamental.
- Existen sí, estudios hidrológicos y geológicos en el valle del río Santa Cruz, para establecer las propiedades del terreno donde se van a asentar los diques, pero esto no puede tomarse como un estudio de impacto ni mucho menos.
- La información sobre la zona inundable comenzó calculándose en unas 12 a 15 mil has y actualmente se habla de más de 40 mil Has.
- No existe de parte de la provincia ni de la nación, un estudio serio, puntualizado y metódico, para conocer de antemano cómo va a ser el impacto poblacional en las comunidades más próximas a las represas, o sea, El Calafate y Cdte Luis Piedra Buena.
- No hay normativa respecto a la prohibición de generar asentamientos de grupos poblacionales, en los alrededores de la obra ni tampoco se tiene idea cómo se va a sustituir la carencia de infraestructura y servicios en las comunidades más cercanas a la obra, debido al aumento considerable de la población, las empresas de servicios, etc que migrarán de otros lugares para venir a localizarse en la zona próxima a las obras.
- No se ha convocado a la ciudadanía de, al menos, las comunidades afectadas, a una Audiencia Pública para poner en debate estos y otros temas, dándole participación a quienes van a ser perjudicados y/o beneficiados, por las variables que traiga este emprendimiento.
- Tampoco existe un Estudio de Impacto Ambiental diferenciado, que mida las consecuencias ambientales, poblacionales y de seguridad, tanto sobre el dique del lado norte, como del dique del lado sur. En estos días publicamos una nota en la cual se plantea una incógnita de cómo el flujo y reflujo del agua, a partir de la represa cercana al lago Argentino, va a afectar al glaciar Perito Moreno. Nadie lo sabe, nadie lo informa y nadie (ni siquiera) lo ha mencionado.
Negocios, mentiras y promesas
Un dato que no pasó desapercibido para aquellos que seguimos de cerca el desarrollo de esta obra, es el gran negocio que se armó ( a nuestro criterio ilícitamente a través del manejo de información privilegiada), con la compra, por parte de Lázaro Báez, de una decenas de estancias que dan a ambas márgenes del río Santa Cruz y parte de cuya tierra será inundable, razón por lo cual el Estado, primeramente expropiará dichas tierras a sus dueños.
-Inicialmente se dijo que las tierras se pagarían a valor Fiscal. Las últimas informaciones difundidas hablan de “Valor de mercado”, estimación que quedará en manos del Ministerio de Planificación, dirigido por Julio De Vido, lo que no es una garantía de transparencia y honestidad.
- Si finalmente esas tierras son abonadas por millones, quedará absolutamente claro y demostrado lo que inferimos el mismo día en que se armó esta estrategia de negocios a costa del estado, cuando aún vivía Néstor Krichner, el cerebro indiscutible de esta maniobra.
- Cuando se armó el escándalo por esta obvia estrategia para sumar riquezas a costa del estado, Lázaro salió por Cadena 3 a sostener: “Yo las compré sin saber que serían utilizadas para las represas y, llegado el caso, ya informamos que se donará ese dinero.”
- Posteriormente el diario La Nación informó la existencia de un documento firmado por Lázaro Báez y su hijo Martín, en la escribanía de Albornoz, donde ambos reconocieron que a través de la empresa Austral Agro SA de su propiedad, eran dueños de las estancias La Julia y Relincho. En otra acta, admiten que, a través de Austral Construcciones, adquirieron las estancias Cruz Aike, Rincón, Río Bote y Campamento.
- En otra acta consecutiva, padre e hijo, a fin de contradecir una denuncia que realizó la titular de ARI, Mariana Zuvic, dejaron expresado que si, con motivo de la construcción de las represas Cóndor Cliff y La Barrancosa (renombradas Presidente Néstor Kirchner y gobernador Jorge Cepernic) las estancias “se vieran afectadas parcialmente por dichas obras y fueran motivo de expropiación por parte del Estado provincial, la totalidad de las sumas a percibir por tal concepto” serán donadas para promover las escuelas rurales de la provincia”.
- Dicho esto y en caso de que las expropiaciones comiencen, habrá que ver cuánto hay de verdad y cuánto de mentira en este compromiso realizado por Báez en otra época, en otro momento, cuando aún Kirchner vivía y cuando nada hacía prever una debacle judicial y financiera, acusaciones de lavado de dinero, etc. Por otro lado, en ese momento, Báez pretendía cuidar su imagen pública porque algunos transnochados de su entorno le habían hecho creer que tenía posibilidades de candidatearse a gobernador en algún momento.
Sintetizando: las represas han dado de comer a todos los discursos políticos de los últimos años. Desde la provincia y la nación, se mantiene viva la llama de la esperanza de esta megaobra para Santa Cruz. Ahora, está próxima a revelarse la verdad, está muy cerca el momento en que empecemos a ver cuánto dijeron de verdad y cuánto nos han mentido. Solo resta sentarse a esperar y contrastar los discursos con las acciones. Este es un negocio multimillonario y no solo para las empresas adjudicatarias. Alrededor de las represas habrá una danza de millones y millones que podría prorrogarse hasta una década.
Los más escépticos, advierten que el kirchnerismo apurará todo lo que más pueda (y dentro de lo económicamente posible) la obra en todos los aspectos hasta finales del 2015. Habrá apuro en expropiar, en demarcar y en manejar los primeros fondos que serán aplicados a la megaobra. Algunos dudan que el próximo gobierno pueda llevar consigo la carga que le dejará CFK en esta materia y alientan las dudas de si Condor Cliff-La Barrancosa / Cépermic-Kirchner, no será un nuevo Yaciretá, pero en este caso, geográficamente ubicado al sur.