Hoy sustituye un 7,5% del combustible pero el corte puede llevarse al 12% con la capacidad instalada que ya existe. Se ahorrarían divisas por unos u$s 230 millones anuales
Por Julieta Camandone.
En momentos de escasez de dólares, la Argentina puede aumentar el uso de etanol, el biocombustible con el que se cortan las naftas; usar así toda su capacidad de producción instalada y ahorrarse importaciones de combustible por unos u$s 230 millones anuales.
Según el director Ejecutivo de la Asociación Argentina de Biocombustibles e Hidrógeno, Claudio Molina, el contenido promedio de bioetanol en las naftas entre enero y mayo de 2014 fue de 7,6%, con un mínimo de 7% en enero y un máximo de 8,3% en mayo. En los primeros cinco meses del año se consumieron 3,4 millones m3 de nafta y 260.055 m3 de bioetanol. Si bien destacó que los niveles actuales de corte eran impensados hace unos años y constituyen un logro para el país, agregó que si se llevara al 12%, la demanda de bioetanol aumentaría unos 284.000 m3 anuales, lo que evitaría una importación de naftas por la misma cantidad, con un ahorro de divisas de unos u$s 230 millones, aproximadamente.
Para este año la proyección inicial de importación de naftas rondaba los 700.000 m3, pero el freno de la actividad económica de los últimos meses bajó esa estimación, entonces el etanol adicional podría alcanzar para sustituir cerca del 50% de las importaciones de nafta.
La capacidad de producción nacional es de poco más de un millón de metros cúbicos anuales y, aproximadamente, la mitad proviene de nueve ingenios azucareros y el resto, de cinco destilerías de cereales. Con ese volumen, el país está en condiciones de abastecer un corte del 12% de todas las naftas consumidas internamente.
El precio CIF Puertos Argentinas de la nafta importada es del orden de u$s 818 por m3.
El sector espera que las políticas oficiales eleven el corte obligatorio de las naftas con etanol al 12% en un corto plazo, pero, según Molina, todavía no se ha logrado un acuerdo entre las compañías petroleras y los fabricantes de autos sobre un punto técnico: el contenido de oxígeno del combustible mezclado.
Resolver esa cuestión puede, inclusive, permitir una mayor sustitución de importación de nafta en el futuro, siendo que, según Molina, la capacidad instalada seguirá creciendo y, en pocos años, la Argentina estará en condiciones de abastecer un programa de corte del 20 por ciento.
La crisis energética en el país hizo que a partir de 2014 se ampliara la autorización de importación de naftas sin impuestos hasta 1,2 millones de m3, desde un cupo previo de 240.000 m3.
La nafta importada está desgravada del 67% de impuestos. En este contexto, para Molina dicha desgravación es inconstitucional, genera una especie de anticompre nacional y por eso los legisladores deberían impedir que dicho beneficio se prolongue en el tiempo.