La pobreza extrema es uno de los grandes lastres que el Perú, que con su destacado crecimiento económico en la región durante la última década, aún no puede eliminar.
Al cierre de 2013, el PBI peruano creció en 5,8%; sin embargo, los índices de pobreza extrema abarcan el 4,7% del total de la población, y si bien es una tasa que viene reduciéndose año a año, de acuerdo con los expertos, es más lo que podría hacer el Gobierno.
Hoy tenemos en el país más de siete millones de compatriotas en condición de pobreza, de los cuales un millón y medio son pobres extremos, es decir, que sus ingresos no alcanzan a cubrir algo tan esencial como la alimentación adecuada. El Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI) señala que al 2013 más de un millón de peruanos viven con menos de S/. 155 al mes ( S/. 5 diarios).
El economista Armando Mendoza indica que si bien con el crecimiento económico y el avance de los programas sociales la pobreza se ha venido reduciendo en los últimos años, aún nos encontramos lejos de afirmar que el problema se solucionó.
“Es necesario que los programas sociales ataquen problemas estructurales para que la gente en situación de pobreza acceda a una mejora sostenible de los estándares de vida y no solo reciba paliativos como sucede hoy. Preocupa qué tan sostenible en el tiempo pueda ser eso”, cuestiona.
El experto recomienda que la recuperación económica se enfoque en los sectores de mayor impacto social a través de la promoción de empleos, así como en el desarrollo del mercado y el comercio interno, generando oportunidades para que la gente tenga mayores ingresos para cubrir sus necesidades.
En esa línea, Julio Gamero, ex viceministro de Trabajo, precisa que está probado que las actividades no agrícolas son las que permiten a la población rural salir de la pobreza, y ello supone no solo aumentar el capital humano de los pequeños productores, sino también elevar la eficiencia y la productividad del minifundio.
“Ello supone políticas de desarrollo productivo antes que políticas de formalización con acento en la disminución de los costos/derechos laborales. La sostenibilidad del crecimiento económico requiere de una economía política que potencie sinergias entre las políticas sociales y las políticas económicas”, insta Gamero.
LA META ES LLEGAR SIN POBREZA EXTREMA AL BICENTENARIO (2021)
El presidente Ollanta Humala afirmó que con las cifras de crecimiento económico que se proyectan hacia el bicentenario (2021) de nuestra Independencia, la pobreza extrema y la desnutrición crónica Infantil estarán eliminadas en el Perú.
Sin embargo, para José Oscátegui, docente de la PUCP, para lograr este objetivo debe haber un programa de redistribución, porque la economía no crece igual en todos los sectores y se necesita crecer de manera pareja.
“El problema de la pobreza no se resolverá en un año sino se logrará a través de programas sostenidos en periodos largos. La reducción de la pobreza, si ocurriera, será por el crecimiento de la economía, del cual yo dudo por los precios bajos de las materias primas, la incertidumbre en EEUU y Europa, entonces la reducción de la pobreza será muy poca”, advierte Oscátegui.