OPI entrevistó a un Ingeniero Civil que propone la realización de un estudio serio para determinar de qué forma la construcción de las represas Cérpernic-Krichner (Cóndor Cliff-La Barrancosa) pueden impactar en el frente del glaciar Perito Moreno, debido a la altura de la cota de agua que en determinados momentos equiparará al lago Argentino y va a devolver las aguas sobre la pared de hielo, afectando el proceso natural de expansión del ventisquero sobre la península, pudiendo, en un futuro, afectar su cierre periódico. Como otras veces lo hemos apuntado, no hay Estudio de Impacto Ambiental que contemple este y otros aspectos, en la realización de la megaobra que se emprenderá en breve.
De acuerdo a las explicaciones que le dio a OPI el Ingeniero Civil Gerardo Bartolomé, existe un riesgo cierto de que los rompimientos mundialmente conocidos del Glaciar Perito Moreno, en El Calafate, estén en peligro ante la construcción de las represas Cépernic-Kirchner (Cóndor Cliff-La Barrancosa) a realizarse sobre el río Santa Cruz y cuyo embalse afectará la cota del lago Argentino, espejo regulador del agua que rodea al ventisquero y donde éste realiza anualmente su proceso de deshielo.
Bartolomé, es un conocido profesional, estudioso de la zona y particularmente del comportamiento de glaciar Perito Moreno. Uno de sus libros se trató de una novela titulada “La traición de Darwin”, donde este Ingeniero civil describió aspectos pocos conocidos de unos de los personajes de su novela: el Perito Francisco Pascasio Moreno y en la cual el autor descubrió a una persona con enorme iniciativa y pasión por su país, con un carácter volátil, audaz y una personalidad brillante, que los fascinó desde el principio.
Sobre esta obra Félix Luna escribió: Pocas veces he leído en los últimos tiempos una “novela de aventura” más brillante y completa que “La traición de Darwin”. No conozco a Gerardo Bartolomé pero señalo su garra de escritor y, si persiste en estos temas, le auguro un excelente destino como escritor.
Gerardo Bartolomé facturó su segundo libro novelado al que tituló “El límite de las mentiras”, también sobre vida y obra de Pascasio Moreno y en cuya lectura, se asegura, uno se siente parte de las aventuras del Perito en estas tierras de confín.
El problema
De acuerdo a lo explicado por el Ingeniero Bartolomé “el proyecto de la represa Néstor Kirchner sobre el Río Santa Cruz prevé variar el nivel del Lago Argentino lo que producirá una corriente en el Canal de los Témpanos que erosionará la base del glaciar, esto puede impedir su acercamiento a tierra, cierre y posterior rompimiento”, expresó, para llamar la atención sobre una posible modificación en la morfología del glaciar que periódicamente ofrece al mundo, uno de los acontecimientos más impactantes de la naturaleza y que se registra, precisamente, en Santa Cruz.
El Ingeniero alegó en varias oportunidades que no se ha hecho ningún estudio de Impacto Ambiental y señaló “Nadie sabe a ciencia cierta cuan fuerte será el efecto de la represa sobre el Perito Moreno y demás glaciares del lago. Es bueno alertar que corre peligro uno de los eventos naturales más bellos del mundo”, dijo tras aclarar que no se trata de inferir que las represas no deben hacerse, sino que dependerá del nivel de la cota, para “tal vez con la pérdida de menos del 5% de la potencia, se pueda salvar un posible impacto negativo en el glaciar, dado que con solo bajar el nivel 2 metros por debajo del Lago Argentino, la cuestión quedaría relativamente solucionada”, vaticinó.
Explicaciones técnicas
En relación con la ausencia de estudios profundos sobre el impacto que caausará la obra en su entorno, dijo “en general, los estudios que se hicieron, no son de Impacto Ambiental, sino hidrológicos y geológicos; son sobre el valle del río Santa Cruz, pero no sobre el resto de la geografía”, aclaró.
“Como la represa está pensada con una cota que es la cota superior que tiene el lago – prosiguió explicando el Ingeniero – afecta al lago Argentino, le mete agua al espejo. Es cierto que no va a ser mucha, ya que la represa va a trabajar en el máximo nivel que tiene el lago en verano, pero lo va a tener siempre al máximo y cuando la represa empiece a turbinar a 1.100 m3 por segundo va a empezar a bajar el nivel del lago. Si bien la velocidad de bajada la podemos discutir mucho, tiene un efecto sobre el frente del glaciar; si es mucho o poco, solo haciendo un estudio se puede saber y eso no está hecho”.
Más adelante dio algunos detalles de cómo funcionará el flujo y reflujo de las aguas, entendiéndose este problema como el de los vasos comunicantes “Para que se entienda, el lago va a empezar a subir o bajar en función de que la represa abra o cierre las turbinas. Por como es la geografía, el glaciar está estrangulando el Brazo Rico y forma el canal de los témpanos, entonces cuando la represa baje, porque va a estar turbinando a 1.100 m3, comenzará a bajar el lago y entonces necesariamente el Brazo Rico tendrá que mandar su agua al resto del lago, porque comenzará a bajar su nivel y ahí se generará una corriente ¿Cuánta corriente?, depende. El caudal en sí se puede calcular matemáticamente. La velocidad que va a tener el agua ahí, depende de la forma y tamaño que tiene el canal de los témpanos”.
En efecto inverso también fue explicado “Lo mismo sucederá cuando pase lo opuesto, es decir, cuando las turbinas se cierran y queden al mínimo de flujo que son 300 m3, en este caso el agua va a empezar a subir y el flujo va a ser al revés, del lago Argentino hacia el Brazo Rico. Esto va a generar frente al glaciar una corriente que hoy no existe”.
Sobre los estudios realizados Gerardo Bartolomé expresó “Yo hablé con el Ingeniero Santiago Reina que hizo el Estudio hidrológico que Uds conocen y él reconoció que estos impactos no se estudiaron porque el estudio fue “muy preliminar”, o sea, se necesitan estudios mucho más detallados en un modelo que es único en el mundo. Hay represas que están en lagos que tienen glaciares, pero son formaciones de hielo en situaciones distintas, como puede estar el Upsala, que de alguna manera está en retirada; este caso es distinto, porque el Perito Moreno está estrangulando la tierra. De todos modos, aclaro que no estamos diciendo que se va a venir abajo el glaciar, pero sí que esa corriente podría frenarlo un poco en su avance y quizás, con el tiempo, (siempre en potencial) eso haga que no cierre más. De todos maneras no lo sabemos porque nadie hizo un estudio al respecto y es más, aún haciendo un estudio son modelos que no sabemos cómo se comportan”.
Una cuestión de altura
La explicación del Ingeniero Bartolomé fue muy sencilla: “Todo esto sucede porque está planeado que las represas lleguen a una cota máxima de 179 metros, que lo lleva al máximo anual del lago Argentino. Esto hace que se “meta” dos metros en el lago. El lago Argentino varía su cota entre 177 y 179 metros. Con el “prende y apaga” de la represa (en forma figurativa) mueve el lago hacia arriba o abajo, pero no a lo largo de 6 meses como es el proceso natural del agua ahora, donde está entre 177 y 179, sino que lo va hacer en una semana, alterando significativamente ese proceso. El río Santa Cruz va a crecer considerablemente cuando se abran las turbinas o cuando estas se cierre (no se cierran totalmente, hay 300m3 que corren permanentemente) al meter agua río la Leona o los glaciares; cuando esto ocurra, empezará a subir la cota”.
Luego de aclarar que de ninguna manera está en contra de la construcción de los diques ni del impulso de la obra, indicó “Esa es más o menos la historia; no es que uno augure una catástrofe, simplemente es que quienes tienen la decisión deben estudiarlo, porque es como meter un elefante en un bazar: si lo metemos bien, no rompe nada, pero si lo metemos mal, rompe todo”, graficó el ingeniero.
Sobre la falta de conocimiento y preocupación por estimar los efectos negativos que puede tener un impacto de este tipo, remarcó “Más o menos está estudiado qué límite va a tener el lecho de agua en las costas que abarque el río, pero no en frente del glaciar. De esto nadie tiene idea. Pueden decir “Creo que no le va a pasar nada”; Bueno, pero el “creo” no sirve ante los hechos consumados. Por caso, el Upsala y el Pegassini, son glaciares que a nadie les interesó nunca y se están cayendo a pedazos”, sintetizó.
Y luego acotó “El problema no son las represas, en realidad, sino que no existe un estudio serio ni siquiera del fenómeno que representa el Perito Moreno, un glaciar que nadie puede explicar porqué crece mientras los demás se retraen; nadie lo sabe, entonces es imposible hacer un modelo así y proyectar cálculos a futuro”.
La solución
“A mi entender – continuó explicando Bartolomé – la solución estaría en bajar dos metros a las represas. La cota del dique es la máxima altura del lago. De esta manera cuando el dique esté lleno, el Lago Argentino va a pasar a ser parte del dique. Ambos van a estar, en una época del año (verano) a la misma altura de 179 metros, habría que bajar el dique dos metros. Perdemos un 5% de capacidad, pero sabremos que no estamos haciendo ningún daño en el lago. Después hablamos de lo que pasa en el resto del río, pero nos aseguramos de que en el lago Argentino no hacemos lío. Estos dos metros, meten un montón de ruido e incógnita sobre los glaciares” insistió.
Para finalizar Bartolomé aludió al detallado estudio que hizo durante mucho tiempo sobre el comportamiento del Glaciar Perito Moreno y su delicado equilibrio, que podría romperse si no se toman medidas adecuadas o se deja en manos de gente con poco conocimiento, no solo en los hielos sino también en cómo se comporta una estructura como la que se va a construir sobre el Río santa Cruz, “Los glaciólogos pueden pensar que las represas son estáticas, que es un lago y tiene su agua ahí y nada va a pasar. No, es muy móvil, precisamente para producir energía las empresas hidroeléctrica utilizan lo que se llama energía de punta, cuando el consumo es máximo, se prende al límite de su capacidad porque es para cubrir los picos de demanda y allí necesariamente se debe turbinar al máximo de los permitido con lo cual, el nivel del agua empieza a bajar en la misma proporción y cuando se cierra, ocurre el efecto contrario y el agua sube a niveles máximos o baja en un tiempo visiblemente más corto en el que lo haría naturalmente, como ya lo expliqué; eso, no hay duda, que trae aparejado un impacto en toda la geografía, pero más aún en un recurso tan delicado como es un glaciar”, concluyó
Bartolomé posee un sitio web donde solicita que todos aporten su firma en la dirección www.Change.org. Allí, una vez alcanzadas las 5.000 firmas se le entregará a la Subsecretaría de Recursos Hídricos de la Nación, un petitorio para que se tome en consideración estos riesgos. “Pero además – concluye Bartolomé – el proceso de obtención de las firmas generará concientización del riesgo irresponsable que estamos corriendo al ejecutar una obra faraónica sin ni siquiera un pequeño estudio”.