Paraguay concretó ayer su segunda incursión en los mercados internacionales de deuda en menos de dos años al colocar un bono por u$s 1.000 millones a 30 años y con un rendimiento del 6,10%. La demanda superó en más de tres veces la oferta dijo en un mensaje el presidente paraguayo Horacio Cartes, quien consideró la colocación como un gran logro para el país.
La emisión, que tiene vencimiento el 11 de agosto del 2044, se colocó con un diferencial de 281,6 puntos básicos sobre los papeles referenciales del Tesoro de Estados Unidos. Los agentes colocadores fueron Bank of America Merrill Lynch y JP Morgan. El sólido desempeño macroeconómico (fiscal y monetario) del país en los últimos 10 años y una historia de control de la inflación de largo plazo han permitido esta exitosa oferta, dijo el Ministerio de Hacienda en un comunicado.
Los fondos serán utilizados para obras de infraestructura en una de las naciones de menor desarrollo relativo del continente y representan oxígeno para el gobierno de Cartes, quien ha tenido que lidiar con un presupuesto ajustado desde que asumió hace un año. Las autoridades financieras paraguayas buscan además una presencia más continua en los mercados de deuda tras su debut en enero del 2013 con un bono por u$s 500 millones de dólares a 10 años, que alcanzó un rendimiento de 4,625%. Cartes pidió apoyo para controlar la calidad del gasto, en un país frecuentemente salpicado por escándalos de corrupción.
La economía paraguaya creció de forma sostenida la última década debido principalmente al avance de la producción agrícola mecanizada pero es altamente dependiente del clima.
Se espera que el PIB crezca un 4,8% este año gracias a las buenas perspectivas del sector agropecuario y a las obras de infraestructura.
El deseo de Cristina Kirchner y Axel Kicillof de reconciliarse con los mercados internacionales y lograr financiamiento con una tasa de interés cercana al 8 por ciento quedó en el olvido tras el triunfo judicial de los fondos buitres en Nueva York y la decisión de la Casa Rosada de llevar al país al default.
Antes de la crisis por el fallo del juez Thomas Griesa, el Gobierno había acordado con Repsol y el Club de París y cerrado varios litigios en el CIADI, con el objetivo de bajar las tasas de interés que le cobran al país en el exterior y poder acceder a dólares frescos para aliviar las reservas del Banco Central y llegar al fin de mandato con algo de alivio.
La meta de Kicillof era lograr que los mercados ofrezcan tasas de entre 8 y 8,5 por ciento, unos cuatro puntos por debajo de lo que se estimaba para Argentina. Por caso, poco antes del revés judicial en Estados Unidos, la Provincia de Buenos Aires intentó emitir un bono por 500 millones de dólares pero retrocedió porque le pidieron una tasa del 13 por ciento. Daniel Scioli esperaba un descenso de las tasas tras el acuerdo con el Club de París, pero todo le salió mal.
Mientras Argentina sueña con bajar las dos cifras, los gobiernos de América Latina siguen endeudándose con cifras hoy muy lejanas a los deseos de la Casa Rosada y los gobernadores argentinos.
Según la agencia Reuters, Paraguay logró emitir un bono en dólares a 30 años con una tasa inicial del 6,375 por ciento, pese a que se trata de un título con una calificación bastante baja (Ba2/BB/BB-). El monto de la emisión podría rondar los 750 millones de dólares y estará destinado a financiar proyectos de energía e infraestructura.
Paraguay debutó en los mercados internacionales de deuda en enero del 2013 con un bono por 500 millones de dólares a 10 años de plazo. En ese momento, la tasa fue del 4,625 por ciento.
En junio, el gobierno de Ecuador colocó un bono a 10 años por 2 mil millones de dólares a una tasa de 7,95%, pese a que el país al igual que Argentina se mantuvo afuera de los mercados desde 2008 cuando declaró una moratoria sobre unos 3.200 millones de dólares.
Poco antes, Uruguay lanzó bonos globales con vencimiento en 2050 por un monto de u$s 2.000 millones y con una tasa de 5,1 por ciento. Ese interés es apenas 1,65% superior al que paga un bono de Estados Unidos a un plazo similar.
En marzo, México emitió un novedoso bono soberano a 100 años con una tasa del 5,75 por ciento y por un monto de mil millones de libras esterlinas. El mes pasado, el Gobierno de Enrique Peña Nieto colocó bonos en el mercado japonés por unos 60 mil millones de yenes a 5, 10 y 20 años y un rendimiento de 0,8%, 1,44% y 2,57% respectivamente.
Otro país que logró tasas impensadas para Argentina fue Bolivia. En octubre de 2012, el Gobierno de Evo Morales debutó en los mercados con un bono de 500 millones de dólares a diez años y con una tasa del 4,8%. En agosto del 2013, otro bono del mismo valor pagó 5,95%.
El analista Rosendo Fraga destacó ayer en una entrevista que “Mexico coloca deuda al 0,8%, Brasil al 3,5%, Bolivia al 4%, Congo y Kenia al 6%, y Grecia, pese a su crisis, está colocando al 3,5%”, mientras Argentina está sin acceso al crédito.
En Europa, un país en grave crisis económica como Portugal logró este lunes que los intereses de un bono a 10 años cayeran a 3,627% en el mercado secundario, según consignó AFP. La agencia agregó que los intereses de otros países con economías en problemas también evolucionaban a la baja: España caían a 2,494%, y los de Italia a 2,694%. La semana pasada, Italia colocó 2.250 millones de euros a dos años con la tasa de interés más baja de su historia, 0,428%.