La exploración petrolera del otro lado de la frontera Fue en Entre Ríos, cuando bloquearon camiones que iban hacia Uruguay. Temen que se contamine el Acuífero Guaraní.
Por Verónica Toller.
Cuatro ambientalistas que protestaban contra el fracking fueron detenidos el sábado y liberados ayer por disposición del juez federal Pablo Seró, de Concepción del Uruguay, Entre Ríos. Uno de ellos resultó herido en la cabeza. La protesta fue organizada por las asambleas ambientales de Concordia, Colón, Chajarí y Concepción del Uruguay. Ubicados en la ruta nacional 015, impedían el paso de dos camiones vibradores de la firma argentina UGA Seismic SA hacia el puente internacional de Salto Grande.
Uruguay ha encarado una exploración sísmica en busca de petróleo, a cargo de la empresa norteamericana Schuepbach Energy. Los camiones vibradores deben determinar un área en los departamentos de Salto, Paysandú y Tacuarembó donde luego se procederá a la perforación hidrocarburífera mediante fractura hidráulica o fracking. Bajo esta área se encuentra el Acuífero Guaraní, la reserva subterránea de agua dulce más grande del mundo, ubicada en Argentina, Paraguay y Brasil. El fracking, dicen los asambleístas, afectaría al acuífero, incluyendo la contaminación del agua.
Los cuatro detenidos fueron Francisco Larocca, dirigente del GEN (quien resultó herido en la cabeza y trasladado al Hospital Masvernat); Facundo Scattone y Bernardo Zalisñak (de Concordia) y Horacio Miguel De Carli (de Colón). Se les imputan dos delitos federales: impedir la libre circulación en una ruta nacional y agredir a un gendarme.
También hubo un confuso episodio, donde los camioneros denunciaron que se violaron dos precintos de seguridad de sus vehículos. Por su parte, el abogado Carlos Acosta denunció que en el expediente no figura ninguna orden de detención. “Si fue vía telefónica, es irregular”, dijo. Los asambleístas imputados iniciarían acciones legales contra Gendarmería.
Por Daniel Rojas
La Justicia de Concepción del Uruguay liberó a los cuatro detenidos por Gendarmería que intentaron impedir el ingreso a Uruguay de cuatro vibradores sísmicos contratados por Ancap a la empresa argentina Uga Siesmic S.A.
Activistas que se oponen al fracking ofrecieron resistencia en el paso fronterizo de Concordia con Salto al avance de la maquinaria y obligaron a Gendarmería a desalojarlos por la fuerza. En el forcejeo hubo golpes y heridos.
El ingreso de los camiones a Uruguay se realizó mediante un fuerte despliegue de seguridad y quedaron en custodia de Prefectura Nacional Naval.
Horacio De Carli, Bernardo Zalisñak, Facundo Scattone Moullins y Francisco Larocca permanecieron detenidos e incomunicados desde la medianoche del sábado hasta las 14.30 de hoy.
Juan Veronessi, integrante de la Asamblea de Gualeguaychú, se trasladó hasta Concepción del Uruguay para solidarizarse con sus pares.
Desde allí denunció que “se está criminalizando la protesta y mintiéndole a la opinión pública porque se desactivó una movilización, pero nunca apareció la orden judicial”.
Dijo que el abogado defensor de los activistas “no encontró ninguna constancia de que Gendarmería contaba con orden judicial para desalojar a los manifestantes. No cuenta en el acta del juzgado” indicó Veronessi a El País, enmarcando este hecho en el proyecto X de la llamada Ley antisubversiva “que concede facultades extraordinarias la Fuerzas de Seguridad para detener a quien quiera y cuando quiera haciéndonos retroceder a épocas dictatoriales”.
Sostuvo, además, que estas acciones “se encuentran enmarcadas dentro de los objetivos de las multinacionales que vienen a secuestrar nuestros bienes naturales a cualquier precio generando mayor desocupación y pobreza”.
Los camiones arribaron a la margen uruguaya en los primeros minutos de hoy. Esta mañana están en un playón próximo a la rotonda bajo custodia de la Prefectura Nacional Naval uruguaya.
Anoche sobre las 23 horas ingresaron a Salto desde Concordia los cuatro camiones que transportan los 4 vibradores sísmicos que fueran contratados por Ancap a la empresa argentina Uga Siesmic S.A., no sin antes haber sido obstaculizada su marcha por los piqueteros ambientalistas argentinos, que se oponen al fracking, lo que generó nuevos incidentes y detenciones.
El ingreso de los camiones a Uruguay se hizo en medio de un gran despliegue de seguridad montado por efectivos de Gendarmería Argentina, de la Comisión Técnica Mixta de Salto Grande y en la margen uruguaya por marineros de la Prefectura Nacional Naval.
La autorización dada por la justicia argentina a que se permitiera la salida de los transportes con su carga hacia Uruguay llegó al anochecer de ayer y rápidamente la Gendarmería Argentina dio trámite en la Aduana para que se cumpliera con la orden, en momentos que los ambientalistas se habían congregado en la cabecera del puente de Salto Grande para protestar e impedir la reanudación de la marcha de los vibradores.
Mientras la Comisión Técnica de Salto Grande procedió al corte de la circulación a todo tránsito en el puente para habilitar el paso de los camiones, los Gendarmes forcejeaban y detenían a varios ambientalistas en la margen argentina. “Algunos se arrojaban delante de los camiones para impedir su marcha”, dijo a El País un funcionario del Paso de Fronteras.
En medio de ese operativo de seguridad los camiones arribaron a la margen uruguaya en los primeros minutos de hoy. Esta mañana están en un playón próximo a la rotonda bajo custodia de la Prefectura Nacional Naval uruguaya.
En la madrugada de hoy (apenas pasada la medianoche) los inmensos camiones Vibradores transportados por la empresa “Don Pedro”, ya están del lado uruguayo, a pocos metros de la frontera cerca del hotel Quiroga, según pudo saber DIARIOJUNIO luego de una comunicación con Luís Pérez, corresponsal del diario El País de Montevideo. El periodista aseguró que en Salto ni se habla del tema y existe un desconocimiento total sobre la movida de ambientalistas argentinos. Es a estos camiones a los que un grupo de ambientalistas le cortó el paso el domingo en la Ruta 015. Se trata de maquinaria que contrató Ancap para hacer exploraciones en el norte del país y cuyos funcionarios aclararon que “ no es para fracking. "Nada más lejos de la verdad, Ancap está a años luz de eso", afirmó el vicepresidente de Ancap, Germán Riet.
El vicepresidente de Ancap, Germán Riet, dijo a El País que en el directorio de la empresa estaban al tanto que la maquinaria podría ser bloqueada y que incluso se alertó a los intendentes de Salto, Paysandú y Tacuarembó. "Sabemos que los asambleístas estaban hablando de que la maquinaria era para hacer fracking", dijo. El fracking es un método de extracción de crudo polémico por los perjuicios que genera en el medio ambiente. La maquinaria que contrató Ancap tiene como destino prospección de petróleo en Salto, Artigas, Tacuarembó y Riet aclaró que no es para fracking. "Nada más lejos de la verdad, Ancap está a años luz de eso", afirmó. Señaló que la maquinaria se utiliza para identificar minerales y yacimientos en el subsuelo a través de temblores y señales acústicas que se interpretan a través de diversos programas.
Los asambleístas, en cambio, afirman que estos trabajos que se van a realizar en Uruguay ponen en riesgo al acuífero Guaraní y las aguas de la región.
AMBIENTALISTAS PRESOS
Como se recordará DIARIOJUNIO ya informó que en la madrugada del domingo, fueron detenidos 4 militantes anti fracking por personal de Gendarmería nacional. Gendarmerìa despejó el lugar de un modo violento logrando desalojar la ruta 015, donde los ambientalistas realizaban una sentada en la banquina para impedir el paso de los camiones Vibradores.
Los gendarmes llegaron al lugar con una orden de detención emanada por la jueza Federal Gómez Pinasco y emplearon la violencia para detener a los manifestantes que no estaban cortando la ruta.
La movida contrasta con la posición del gobierno nacional de no reprimir la protesta social, mucho menos en este caso donde no se estaba cortando la ruta.
Por lo demás las autoridades de ANCAP niegan alguna relación de estos camiones con el fracking, lo que ofrece un elemento más para concluir en que se trata de una movida que pareciera organizada por la oposición que deja pésimamente parado al gobierno.
Existen sectores sociales y políticos que desconfían que esto puede tratarse de una acción de alto impacto político que salió de un juzgado federal y de gendarmería, sin una orden política. Claro que, hasta que no haya un pronunciamiento, no podrá saberse.