ENTREVISTA a Álvaro Ríos, socio director para América Latina de Gas Energy
Ya se adjudicó y firmó el contrato del proyecto del Gasoducto Sur Peruano (GSP). ¿Cuál es su opinión?
Hoy es uno de los proyectos de inversión más grandes de Latinoamérica. Y es importante no solo para el Perú, sino para la posterior integración con la malla de gasoductos que tienen Argentina, Bolivia, Chile y Brasil.
Pero hay críticas, por ejemplo, frente al mecanismo de garantía para la inversión…
El mecanismo de garantía utilizado es ingenioso y permite que el sector privado construya el gasoducto que será el cordón umbilical que unirá las reservas de gas natural y la demanda. Pronosticamos que en diez años el GSP estará lleno y necesitará ampliación.
Entonces, ¿el proyecto ya está sobre rieles?
Ya está encaminado, pero faltan algunas cosas.
¿Cuáles?
Se debe definir lo más rápido posible, lo relacionado al ducto de líquidos al sur, que es necesario para desarrollar la industria petroquímica en el sur del Perú.
¿Por qué?
Porque no es recomendable llevar el etano (insumo principal de la petroquímica del plástico) por el gasoducto. Técnica y económicamente es mejor llevarlo a través del poliducto.
Pero el proyecto del GSP adjudicado no contempla construcción de un poliducto sino solo hacer los estudios de ingeniería del mismo…
Sí, el consorcio ganador debe hacer los estudios, pero tiene un plazo para asumir la opción de construirlo, lo cual debe definirse en seis meses, según entendemos.
¿Qué más falta?
Hay que hacer un estudio integral del mecanismo de precios hacia atrás (denominado net back), el cual se aplicará al etano, a fin de establecer cuánto remunerará el demandante de este insumo (petroquímica), considerando también el precio de mercado del etano (insumo y producto terminado).
¿Cuándo se iniciarían los estudios para la petroquímica?
Creemos que habiéndose adjudicado el GSP, el siguiente paso debe ser concentrarse en la petroquímica, establecer las condiciones y criterios conceptuales para ello. Uno es la ubicación física del polo petroquímico y las facilidades para su acondicionamiento; otro es el poliducto; y el último es el esquema de precios para que se incentive la petroquímica.
¿Cree que todo esto es factible oportunamente?
Sí, somos optimistas. El proyecto es viable y rentable.
EL DATO
¿Qué más? Además, debe evaluarse cómo viabilizar la petroquímica del metano, que es aquella que produce urea y metanol, así como hacer los estudios pertinentes para desarrollar un polo petroquímico propiamente dicho en el sur, dice Ríos.