El gobernador de Neuquén se queja por quedar fuera de la refinanciación de la deuda que aplicó el Gobierno para algunas provincia.
Por Jesica Bossi
Jorge Sapag revisa una y otra vez su carpeta repleta de gráficos, mapas y un punteo de puño y letra sobre los ejes principales de su gran cruzada: el proyecto oficial de hidrocarburos. El gobernador de Neuquén, cuya economía depende en un 70% del petróleo y el gas, sostiene que diez de los 40 artículos de la propuesta del Gobierno rozan lo inconstitucional y afirma que avasalla las autonomías provinciales.
"Se está mirando otra película si se toman represalias contra gobernadores que piensan de otra manera", dice. La resistencia genera tensión con la Casa Rosada, que esta semana ensayó un giro disciplinador al excluir al distrito de una refinanciación de deuda. Igual, Sapag se mantiene firme sobre un puñado de diferencias centrales: rechaza la prohibición de embolsar un canon de ingreso por área, el límite a los impuestos provinciales y las tasas municipales, y lo que considera una cesión de potestades, como el diseño de pliegos licitatorios.
-Como está el proyecto redactado hoy, ¿lo firma?
-No. Que lo manden directamente al Congreso bajo su responsabilidad. No es una postura caprichosa: nos asisten la Constitución y el derecho.
-Si prospera en el Congreso, ¿acudirían a la Justicia?
-Son preguntas hipotéticas. Confío en que el Ejecutivo haga algunas correcciones y en que el Senado defienda los derechos de las provincias. No creo que se tenga que llegar a esa instancia.
-Los autores aseguran que se reconoce el dominio de las provincias, pero que la Nación debe marcar la política energética. ¿No es un argumento atendible?
-¿Qué es dictar la política? Redactar el pliego, poner los auditores ambientales, prohibir cobrar canon de ingreso... eso es inmiscuirse en las autonomías provinciales. Se les achaca falta de transparencia a las empresas provinciales? Es una falacia. La ley de hidrocarburos actual establece el procedimiento licitatorio de adjudicación de áreas cuando se trata de una sociedad. GYP (la empresa neuquina) hizo concursos públicos para buscar sus socios. No se puede hacer el canto del tero, que grita en un lado y tiene el nido en otro. Hablar del acarreo (derecho a participar de las licitaciones a través de una porción accionaria) y la transparencia, cuando de lo que se tiene que hablar es de la renta petrolera.
-Pero le importa el acarreo...
-Sí, pero no es lo central. Si aparece un socio de China o Rusia que acepta, ¿cuál es el problema?
- Lo excluyeron de una refinanciación de deuda. ¿Fue un castigo?
-No recibí ninguna llamada ni explicación, cuando siempre nos han convocado con el conjunto de gobernadores. Ellos tendrán sus razones, no voy a hacer especulaciones. Pero si tiene que ver con la forma de pensar de uno, que sepan que estoy más firme que nunca. Voy a defender con firmeza mis convicciones, es un tema de dignidad. Si nos sancionan por pensar diferente, que me lo digan con sinceridad.
-¿Le preocupa?
-Estoy convencido de que me asiste la razón. Además, las provincias somos anteriores a la Nación. Con todo lo que aportó Neuquén a la República en gas y petróleo a valores irrisorios, ser deudores de la Nación es una ironía. Y esta renovación por tres meses, no lo entiendo, antes era por año. Es para controlar pautas fiscales y tributarias de provincias que quizá no son ordenadas? No me parece lógico ni ejecutivo.
-¿Su postura puede quebrar el vínculo con el Gobierno?
-El mundo sigue andando, la Nación y las provincias también. Seguramente de estas discusiones quedan dolores, no las dramatizo. Sí creo que la lealtad es un camino de ida y de vuelta. Yo fui leal.
-¿Siente que no es recíproco?
-Fui leal con la República. Habiendo sido leal como fui, atrayendo una inversión de 16.600 millones de dólares que generan 12.000 puestos de trabajo, me parece que se está mirando otra película si se toman represalias contra gobernadores que piensan de otra manera. Las provincias hemos acompañado. Hemos vendido gas a 1 dólar, a 50 centavos de dólar, cuando a Bolivia se le pagan 12 dólares. Eso es lealtad. No cuestionamos a YPF, ni a la Nación, pero queremos discutir en forma abierta
-¿Con quién quiere discutir?
-Con una comisión de juristas.
-¿Y pretende una reunión con la Presidenta?
-La discusión del borrador tiene que ser con los profesionales que ella decida. Con la Presidenta, la reunión tiene que ser para hablar de la política nacional y provincial de hidrocarburos. Hay que llevarle las soluciones, no los problemas.
-¿Las elecciones internas este mes de su partido, el MPN, se mezclan con el tema petrolero?
-Algunos quieren mostrar: "Sapag está discutiendo con Pereyra la conducción del partido, entonces compiten para ver quién es el más guapo con Nación". No tiene nada que ver.
-¿Irá por su re-reelección?
-No está en mi agenda. Habría que reformar la Constitución provincial, no hay mucho tiempo.
-Scioli le hizo varios guiños. ¿Se ve trabajando con él? ¿Apoya su candidatura?
-Me simpatiza y es una persona de bien, pero voy a ser orgánico con lo que decida el partido.
El gobernador de Neuquén, Jorge Sapag, se quejó por quedar fuera de la refinanciación de la deuda que aplicó el Gobierno para algunas provincias y advirtió: "Si nos sancionan por pensar diferente, que me lo digan con sinceridad".
"No recibí ninguna llamada ni explicación, cuando siempre nos han convocado con el conjunto de gobernadores. Ellos tendrán sus razones, no voy a hacer especulaciones. Pero si tiene que ver con la forma de pensar de uno, que sepan que estoy más firme que nunca. Voy a defender con firmeza mis convicciones, es un tema de dignidad", manifestó.
En una entrevista con La Nación, Sapag minimizó sus diferencias con el gobierno al afirmar que "el mundo sigue andando, la Nación y las provincias también".
"Seguramente de estas discusiones quedan dolores, no las dramatizo. Sí creo que la lealtad es un camino de ida y de vuelta. Yo fui leal", remarcó.
El gobernador aseguró que fue "leal con la República" y atrajo inversiones por "16.600 millones de dólares que generan 12.000 puestos de trabajo".
"Me parece que se está mirando otra película si se toman represalias contra gobernadores que piensan de otra manera. Las provincias hemos acompañado. Hemos vendido gas a 1 dólar, a 50 centavos de dólar, cuando a Bolivia se le pagan 12 dólares. Eso es lealtad. No cuestionamos a YPF, ni a la Nación, pero queremos discutir en forma abierta", insistió.
Respecto a la carrera presidencial, Sapag aseguró que le "simpatiza" el gobernador bonaerense Daniel Scioli, a quien calificó como una "persona de bien", pero aclaró que será "orgánico con lo que decida el partido".
La pelea entre Cristina Kirchner con los gobernadores petroleros podría terminar este año en la Corte Suprema de Justicia, única facultada para resolver litigios entre la Nación y las provincias.
La presidenta comenzó a jugar fuerte anoche cuando descartó a Neuquén, Río Negro, Chubut y Mendoza de los planes de refinanciamiento de las deudas provinciales.
No hubo ninguna explicación por lo tanto quedó sobreentendido que se trató de una represaría por la resistencia de estos gobernadores a la ley que impulsa Miguel Galuccio con aval presidencial, para fijar reglas regenerales en las inversiones hidrocarburíferas.
Ayer Jorge Sapag (gobernador de Neuquén), Martín Buzzi (Chubut), Francisco “Paco” Pérez (Mendoza) y Alberto Weretilneck (Río Negro), escucharon el discurso de Cristina desde la Casa de Chubut.
Ninguno esperó un nuevo llamado de Carlos Zannini, encargado de negociar esta ley por pedido de Cristina Kirchner, con quien ya se enviaron mutuamente dos borradores.
El neuquino, el más influyente del grupo por el peso de su provincia en el mercado hidrocarburífero, reiteró la postura que ya había adelantado en su provincia: que ya no tiene sentido negociar una ley marco, que requiere el apoyo de todos los gobernadores.
Considera que es preferible dejar a Cristina dar el debate en el Congreso y si la ley se sanciona reclamar ante la Corte Suprema de Justicia.
Sapag confía en triunfar en esta instancia porque los aspectos del borrador de Galuccio que objeta los considera violatorios de la autonomía de las provincias y de la propiedad sobre los yacimientos.
El principal es el que prohíbe a los gobiernos provinciales armar empresas para asociarlas a las inversoras, operación conocida como “acarreo”.
Esa y otras restricciones sobre el uso de los yacimientos, según los gobernadores, obligarían a los jueces del máximo tribunal a suspender la ley.
Mucho más otras partes del borrador de Galuccio, como la que iguala impuestos provinciales para todos los inversores, una clara intromisión en la autonomía de las provincias.
El senador neuquino Guillermo Pereyra, jefe del gremio de petroleros de esa provincia y con aspiraciones a gobernador, ya anticipó un destino judicial.
“Lo que hizo Cristina es una extorsión. Que sepa el pueblo argentino que están extorsionando a las provincias. Es un tema muy delicado y habrá que ir a la Justicia”, anticipó.
El apuro de Cristina
Fuentes del Congreso le anticiparon a LPO que la presidenta no está dispuesta a rendirse. “Quiere que salga en el segundo semestre como sea. Tal vez empiece a debatirse en el Senado en agosto”, anticiparon.
Aseguran que Cristina hace tiempo que muestra su fastidio porque cualquier proyecto energético es a largo plazo y su tiempo en la Casa Rosada se esfuma día a día.
Y con esa vehemencia le habría garantizado a Galuccio que tendrá la ley este año. “Es muy curioso, porque ella no acepta las condiciones de Eskenazi, estatiza el 51% de YPF con la excusa de la soberanía energética y ahora termina peleando mercados junto a Galuccio”, interpretan cerca de uno de los funcionarios más influyentes de la Casa Rosada, tras recibir instrucciones de “ir a fondo”.
Por su escasa cantidad de población, las provincias petroleras son una minoría en Diputados, donde Cristina debería apelar a aliados entre las fuerzas de centroizquierda.
Tampoco será un tema cómodo reabrir el Congreso y confirmar voluntades propias en medio del fracaso de la negociación con los fondos buitres y el procesamiento de Amado Boudou.
"Es inútil que Cristina esté tan apurada. Si quiere garantizar inversiones no lo va a hacer peleando en la Corte con las provincias. Lo único que queda por pensar es que tiene algo cerrado y no lo quiere negociar con los gobernadores", sostuvo ante LPO un funcionario que participó de las discusiones iniciales de ley.
Hasta ahora, la única inversión que Galuccio consiguió en el prometedor yacimiento de shalle oil Vaca Muerta Galuccio fue Chevrón, pero para entrar debió negociar con Sapag. Es lo que quiere evitar con una nueva ley.
"Es insólito: el yacimiento tiene capacidad para cientos de cluster similares y su problema es cómo negociar con nosotros. Cuando YPF tampoco tiene fondos propios para invertir", se indignan en Neuquén.
El proyecto entraría por el Senado, donde la comisión de Energía la preside Pereyra, quien por este conflicto y el reciente paro de las refinerías rompió relaciones con Galuccio, a quien hasta el año pasado consideraba “un amigo”.
Ahora que su relación con él está rota y ya le paró los 23 mil empleados que representa, con el freno automático del yacimiento Vaca Muerta.
Cuentan que el CEO de YPF está tan eufórico en su pele con los gobernadores, que cuando se retiró de la licitación de Mendoza furioso por las condiciones que le daban, se negó a hablar con el gobernador. “Que me venga a ver él a mí”, le mandó a decir. No hizo más que juntaron para siempre con Spag.
Pereyra ya lo tiene del lado de los enemigos: “Hemos alabado a la nueva YPF reestatizada, pero resulta que es más privada que nunca: la están manejando las empresas privadas”, denunció.
Es que en Neuquén como parte de la guerra empezaron a recordar los dueños del 49% de la petrolera de bandera, entre los que recientemente se sumó está Third Point, considerado un fondo buitre y ya entre los 10 mayores inversores de YPF. Sería uno de los beneficiados con la ley de Galuccio.