Por Ismael Bermúdez.
Las importaciones de energía volvieron a marcar cifras récord: sumaron casi U$S 7.300 millones en los primeros 6 meses de este año, con un incremento del 36% respecto de igual periodo de 2013. Y ya representan más de la cuarta parte (26%) de las importaciones totales del país, de acuerdo al Balance Cambiario del Banco Central, difundido en las últimas horas del viernes pasado.
“Las distintas empresas vinculadas al sector energético registraron pagos de importaciones por US$ 4.353 millones durante el segundo trimestre del año 2014, con un aumento interanual de 38%. Cabe destacar que el nivel de pagos del sector para el primer semestre del 2014 representó un valor récord de unos US$ 7.300 millones, con un incremento interanual de 36%”, dice el informe.
El texto del BCRA admite que por el contexto recesivo y las medidas de restricciones a las compras del exterior se achicaron las importaciones de casi todos los rubros, con la excepción del sector energético. Así el informe señala que “la caída interanual en el nivel de pagos por importaciones se registró en la mayoría de los sectores de actividad (destacándose la industria automotriz, química, caucho y plástico y maquinarias y equipos), con la excepción de los sectores relacionados con energía”. Por esta razón la industria automotriz dejó “de ser el principal sector en términos de pagos de importaciones de la economía argentina (concentrando el 19% de los pagos totales), lugar que pasó a ser ocupado por el conjunto de empresas vinculadas a las importaciones de energía (centralizando el 26% de los pagos)”.
El informe también reconoce que las menores importaciones del sector automotor “se desarrollaron en un contexto de caída en los niveles de producción y ventas del sector durante el primer semestre del año”, con bajas “del 22% en los valores de producción y de 33% en el nivel de ventas internas totales en el marco de un aumento de los impuestos internos dispuesto para los vehículos de alta gama”. Además, los sectores de industria química, caucho y plástico también restringieron sus importaciones (-14%), maquinarias y equipos (-13%) y comercio (-17%).
Pese a estos niveles de contracción de las importaciones (-8%), el superávit comercial del semestre se redujo en U$S 215 millones. Es que los ingresos de divisas por exportaciones tuvieron también una fuerte disminución (-7,4%) por casi U$S 3.000 millones.
Según el análisis del BCRA, también hubo caída de ventas del sector automotor al exterior, “principalmente por la menor demanda por parte de Brasil y otros destinos como Venezuela, Centroamérica y Europa”.
El balance cambiario en el segundo trimestre, el más favorecido por la salida de la cosecha gruesa hacia el exterior, terminó con números positivos gracias al aporte de inversiones petroleras concertadas por YPF con la americana Chevron y una notoria caída en la salida de divisas para gastos turísticos.
Esas variaciones ayudaron a compensar fuertes giros al exterior para importación de combustibles para arrojar un superávit de cuenta corriente de u$s 1.170 millones, el primero tras siete trimestres consecutivos de déficit. El balance cambiario resultó superavitario en u$s 4.100 millones, contra los
u$s 1.700 millones del año pasado.
La mejora interanual en el resultado del mercado de cambios del segundo trimestre del año por unos u$s 2.400 millones, obedeció principalmente a dos factores. En primer lugar, por los mayores ingresos por unos u$s 1.600 millones en concepto de colocaciones de deuda y de aportes de inversiones directas, orientadas básicamente a la financiación de inversiones en el sector petrolero, y por la caída en unos u$s 1.500 millones en los egresos netos por servicios debido principalmente a la reducción de 56% de la demanda neta por turismo y viajes y pasajes, explicó un informe del Banco Central (BCRA). La cuenta capital y financiera cambiaria también resultó superavitaria en u$s1.013 millones, una mejora de u$s 3.700 millones respecto al mismo período de 2013.
En el segundo trimestre, el BCRA compró u$s 4.042 millones, pagó operaciones de comercio exterior por u$s 372 millones y ganó asó u$s 2.271 millones en reservas, tras ocho trimestres consecutivos de caída.
El principal desafío para la misión de cuidar el nivel de reservas vino por el lado energético, sector que registró pagos de importaciones por u$s 4.353 millones durante el segundo trimestre y acumuló
u$s 7.300 millones en el año.
La Nación. Por Juan Pablo De Santis.
El gobierno nacional confirmó que gastará unos $81.726,71 millones en subsidios a la electricidad, lo cual representa un incremento del 110,8% respecto del año pasado para mantener pisadas tarifas y costos de las empresas.
El 27 de julio pasado la Secretaría de Energía terminó de gastar todo su presupuesto para este fin y este viernes recibió una ampliación presupuestaria de $37.034,6 millones, que en su mayoría es destinado a la Compañía Administradora del Mercado Mayorista Eléctrico (Cammesa) para financiar la importación de combustibles (gasoil y fueloil) para la generación de energía.
Tal como LA NACION anticipó hace un mes , los subsidios eléctricos son los de más rápido crecimiento dentro del presupuesto nacional. Los factores que explican el crecimiento de este gasto son: la devaluación del peso, mayor dependencia de combustible importado y la suba de su precio internacional medido en dólares.
El 68% del parque eléctrico en la Argentina es de generación térmica. De acuerdo con las estimaciones de Cammesa este año requerirá un 27,6% más de fueloil y 17,6% de gasoil respecto del año pasado. Y en mayo pasado hubo una suba de tarifas para las generadoras.
Si se considera un tipo de cambio promedio de $8,2, la cuenta anual subsidios (que el Ministerio de Planificación refleja en el programa "Formulación y Ejecución de la Política de Energía Eléctrica) alcanzaría los 9900 millones de dólares, la mayor cifra histórica.
El escenario se mantendrá a menos que el Gobierno anuncie una reducción parcial de subsidios, que ya había adelantado a comienzos de año. Si bien la administración eléctrica está formalmente bajo la órbita de Planificación, el ministro de economía Axel Kicillof es quien mantiene poder real sobre el área.
El escenario de disputa con los fondos buitre no aportan el timing adecuado para el anuncio de reducción de subsidios, que ya fue estudiado en detalle por la Secretaría de Política Económica.
INCREMENTO PRESUPUESTARIO PARA ENARSA
Por otra parte, la ampliación presupuestaria contempló $23.507 millones para la estatal Enarsa, que está a cargo de la importación de gas boliviano y de gas natural licuado (GNL) que ingresa en barco a través de las terminales de Escobar y Bahía Blanca.
A nivel global, en el primer semestre del año el gasto público en importación de energía creció 14% hasta 4875,41 millones de dólares, según informó el sitio web especializado El Inversor Online. El 60% estuvo explicado por gas boliviano y GNL.
El gobierno nacional informó que incrementará los subsidios a la electricidad para mantener estables las tarifas y los costos de las empresas. El monto a invertir ascendería a $81.726,71 millones, es decir, un incremento del 110,8% respecto del año.
Es conveniente recordar que hace unos días la Secretaría de Energía terminó de gastar todo su presupuesto y por eso recibió una ampliación presupuestaria de $37.034,6 millones, que en su mayoría es destinado a la Compañía Administradora del Mercado Mayorista Eléctrico (Cammesa) para financiar la importación de combustibles (gasoil y fueloil) para la generación de energía.
El país se encuentra en un pico histórico de consumo y en parte se debe a que el 68% del parque eléctrico en la Argentina es de generación térmica, que este año requerirá un 27,6% más de fueloil y 17,6% de gasoil respecto del año pasado.
Los subsidios eléctricos insumen $216 millones o 26,4 millones de dólares diarios y el escenario se mantendrá a menos que el Gobierno aplique la reducción parcial de subsidios anunciada a principio de año.
Por: Silvia Peco
La factura energética le está saliendo cada vez más cara al Gobierno. En la modificación presupuestaria publicada el viernes, casi $ 73.000 millones están destinados a mantener sin cambio las facturas de gas y electricidad en todo el país, aun cuando los costos de producir los dos energéticos se vieron impulsados por la devaluación que encareció las importaciones y por las subas de precios.
Cammesa, la empresa controlada por el Estado que opera el despacho eléctrico, es la que más erogaciones viene exigiendo este año. Según los datos de la Asociación Argentina de Presupuesto (ASAP), por el Decreto de Necesidad y Urgencia 1246 del último viernes, la compañía del mercado eléctrico mayorista, recibió $ 32.750 millones adicionales. Al 31 de mayo ese ente ya había gastado $ 31.192 millones, a lo que hay que sumarle $ 7.361 millones asignados por el Decreto 477 publicado el 1 de julio. En la última modificación se adicionan además $ 3.480 millones para transferencias a privados y $ 804 millones para gobiernos municipales, en ambos casos para mantenimiento de tarifas o ejecución de obras a cambio de no mejorar ingresos.
De este modo, cuando aún faltan 5 meses para terminar el año, el presupuesto insumido para subsidiar las facturas eléctricas asciende a $ 75.587 millones, lo que implica el 122% más de lo absorbido por Cammesa en todo 2013 ($ 33.897 millones). Está influyendo el congelamiento de las tarifas de Edenor y Edesur que distribuyen casi el 40% de la electricidad del sistema, las obras en ejecución en las áreas de esas empresas que son administradas por el Estado desde la crisis del verano, y el último aumento de salarios para los trabajadores de Luz y Fuerza en esas compañías que también debió ser absorbido por el Tesoro. Además hay un encarecimiento de los combustibles líquidos que se importan para reemplazar al gas natural en las centrales térmicas, y un mejoramiento de la remuneración a las generadoras privadas.
Por la importación de gas, ENARSA había gastado al 30 de abril $ 8.000 millones, y ahora el DNU le asignó $ 23.507 millones con el mismo fin, de modo que ya a principios de agosto se utilizaron $ 31.507 millones, levemente por encima de todo lo que absorbió esta empresa en 2013 ($ 31.187 millones).
Este aumento del presupuesto para importar gas, coincide con un fuerte impulso a los fondos que debe destinar el Estado para pagar a los productores locales un precio estímulo por el gas nuevo de u$s 7,50 por unidad.
Al 31 de mayo, el programa había exigido $ 1.901 millones, se le sumaron $ 2.205 millones el 1 de julio, y con el último DNU, $ 12.447 millones, un total de $ 16.553 millones, no sólo influidos por el salto en el tipo de cambio. La cifra representa el 131% más de los $ 7.155 millones que se habían gastado por este concepto hasta noviembre de 2013.