Cristina de Kirchner afirmó que la Argentina se iba a convertir en "un país inviable" si se accedía al acuerdo que pretendían los fondos buitre, y sostuvo que el Gobierno va a utilizar a "todos los instrumentos legales" que tiene a su alcance para cumplir con los pagos comprometidos de la deuda.
En el acto en la Casa de Gobierno y por cadena nacional, la Presidente encabezó su discurso afirmando: "El mundo sigue andando y la República Argentina también". Asimismo, se refirió de manera crítica a las entidades bancarias que en los últimos días hicieron negociaciones con los holdouts para acordar la compra de los bonos a los que se refiere el fallo de Griesa. "Algunos han querido y aparecieron generosos en los últimos días. Parecían San Martín", dijo Cristina agregando que "no hace falta solamente que te pongan en un diario como salvador de la patria, hace falta el caballo, el birrete, el sable, pero sobre todas las cosas hace falta el coraje y la honestidad de decir cómo son las cosas".
La jefa de Estado se refirió de esta manera a lo que horas antes explicó el ministro Kicillof, al señalar que la idea de los bancos era recurrir como reaseguro de su propuesta a los dineros del SEDESA, el fondo de garantía de los depósitos de los ahorristas.
La Presidente hizo así la primera referencia pública a los fondos buitre tras la jornada del miércoles cuando venció el plazo para que los bonistas que entraron en los canjes pudieran acceder al cobro de los servicios de deuda, que fueron depositados por el Gobierno el 26 de junio y que se encuentran bloqueados por decisión de Griesa. Sobre el resultado de las negociaciones de las últimas jornadas en Nueva York con los fondos buitre, la Presidente explicó que "volver a endeudarse en las cifras que significaría que se dispare la cláusula RUFO convertiría a la Argentina en un pais inviable".
"Ahí está el nudo de la cuestión", advirtió, y aseguró que "si hay un país viable es la Argentina" por su disponibilidad de cuatro recursos fundamentales: la energía, la capacidad de producción de alimentos, la disponibilidad de recursos humanos calificados y la inversión realizada en ciencia y tecnología.
"Porque volvemos a ser un país viable es que nos quieren tumbar", enfatizó la Presidente y llamó a la unidad de la dirigencia nacional: "Estemos juntos, después discutamos todo, pero en esto que haya unidad monolítica porque es la salida para el futuro". En otro momento de su discurso, Cristina garantizó que la Argentina va a "utilizar todos los instrumentos legales" que le otorgan los contratos firmados con los bonistas que accedieron a los canjes de 2005 y 2010, y refrendados por el Congreso de la Nación.
La Presidente, además, cuestionó a las calificadoras internacionales que "ahora quieren inventar la nueva figura de default selectivo", al reiterar que las condiciones de incumplimiento "están enumeradas en el propio contrato y no figura como causa de default la imposibilidad de cobro". También subrayó: "Que se queden todos tranquilos, no vamos a hacer nada fuera de la ley y todo en materia de deuda externa va a ser sometido al Congreso de la Nación y a la Constitución nacional".
En otro momento, Cristina comparó la actitud de los fondos buitre con la situación en Gaza al afirmar que "esto también es violencia, son misiles financieros, que cuestan vidas, sueños, ilusiones". Añadió que ante la situación generada con los fondos especulativos "nadie va a querer reestructurar deuda en Nueva York". "Ahora inventaron el término 'default selectivo', no existe. Van a tener que inventar una palabra, porque default no es", remarcó. También sostuvo: "Sería muy fácil para mí firmar y quedar como una reina, aunque no podría dormir, porque tengo una responsabilidad muy grande y no quiero pasar a la historia como pasaron otros".
El juez Thomas Griesa convocó para hoy una nueva audiencia para discutir "sobre cómo las partes deberían proceder de aquí en adelante", frente al bloqueo en que se encuentran los fondos que depositó el país para el pago a los bonistas reestructurados. En el encuentro, convocado para las 11 hora local (12 en la Argentina) en los tribunales del sur de Manhattan, estarán presentes los representantes legales de la Argentina, así como los abogados de los fondos buitre y de las instituciones financieras involucradas en el litigio. Éste será el cuarto llamado a audiencia pública realizado por Griesa desde el momento en que la Corte Suprema de Justicia estadounidense convalidó su fallo en junio pasado.
Entre los actores que posiblemente pedirán la palabra estará el Bank of New York (BoNY), quien ya realizó reiterados pedidos a Griesa para que se expida sobre los pasos que debería adoptar respecto de los fondos depositados por la Argentina para cumplir con el pago de intereses que luego ordenó congelar. En este contexto, el BoNY envió ayer una nota a los bonistas reestructurados en la que les notificó que continuará reteniendo los 539 millones de dólares transferidos por la Argentina, a la espera de que el juez tome una decisión.
"Los fondos están pendientes de nuevas órdenes del tribunal. La naturaleza y tiempos de cualquier futura orden del tribunal sobre los fondos aún no son conocidos", indicó la entidad estadounidense en el comunicado. Ante la batalla judicial que puede abrirse por el incumplimiento de pago, afirmó que "no hace recomendaciones o da consejo legal o de inversión" sobre el tema y dice a los tenedores de los títulos que "deben consultar a sus propios profesionales respecto de los bonos canjeados y el litigio".
Además de esta orden, el juez Griesa tendría pendientes varias tareas respecto a mociones de clarificación de bancos y casas de cambio cuya decisión se reservó en la última vista, el 22 de julio, así como la nueva moción presentada por los bonistas europeos que, como el Gobierno argentino, pidieron la restitución de la medida cautelar para poder negociar la cláusula RUFO.
Por: Liliana Franco. Ámbito Financiero
El titular del Palacio de Hacienda, Axel Kicillof, reiteró ayer que "seguimos abiertos al diálogo", aunque precisó que no fueron citados a la audiencia convocada para hoy por el juez Thomas Griesa, ante una consulta formulada por Ámbito Financiero. Sí reconoció que serían representados por el estudio de abogados Cleary, Gottlieb Steen & Hamilton. En la Casa Rosada confiesan que además no tendría mucho sentido el participar de la audiencia ya que no podrían hablar más que a través de los letrados. El miércoles en Nueva York la Argentina casi estuvo a punto de lograr el pedido de "stay" por parte de los holdouts. "Déjennos un momento para analizar el tema", dijo Pollack quedándose con los titulares de los fondos buitre. Si bien las posiciones entre los buitres estaban divididas, se pensó que podría llegarse a una solución. La respuesta no se demoró y todo volvió a foja cero. Fue ahí que Kicillof volvió a comunicarse con Cristina de Kirchner y el secretario Legal y Técnico, Carlos Zannini. "Me vuelvo, ya no hay nada más que hacer", les dijo.
A pesar de la extensa exposición de Kicillof ayer, aún subsisten en los mercados dudas sobre cómo continuará la puja con los holdouts. Otra inquietud respecto de la audiencia de hoy en el juzgado de Nueva York es si Griesa puede llegar a decidir la aplicación de su sentencia a favor de los fondos buitre (ahora suspendida precisamente por la mediación de Pollack) y eventualmente disponer el embargo sobre los montos girados por la Argentina al Bank of New York.
También se encuentra pendiente la resolución de las demandas de otros holdouts como el caso del fondo Seijas que pidió al juez Griesa que la Argentina pague 700 millones de dólares en títulos públicos, apelando al fallo firme obtenido por los buitres. El propio magistrado admitió que ya se presentaron otras cinco peticiones como la de Seijas, según señalan fuentes oficiales.
Si prosperara un acuerdo privado con los holdouts aún, confiesan fuentes oficiales, no queda claro qué pasaría con el resto de las demandas de los buitres. Por eso, admiten con resignación que "este tema va para largo".
Las negociaciones que se llevan a cabo entre Argentina y los fondos buitre para el pago de su sentencia favorable tomaron un nuevo rumbo y son los bancos de inversión extranjeros quienes podrían intermediar para que el país salga del nuevo default. Pero los bonistas italianos ya alertaron que esa intervención no evitaría que se disparara la cláusula RUFO, que permite a los inversores que ingresaron al canje recibir un pago superior si es ofrecido antes de fin de año.
Sin embargo, los abogados consultados por este diario, además de considerar que la cláusula no se dispara habiendo una sentencia judicial, explican que si los bancos compran la sentencia de los buitres a su propio riesgo, es decir, sin una promesa escrita de Argentina que en 2015 comprará la deuda, la RUFO no se defrauda.
Un grupo de bancos internacionales -entre ellos el JP Morgan, según confirmó Wall Street Journal- está negociando con los fondos buitre la forma de comprarles la sentencia favorable en el juzgado de Thomas Griesa, después del frustrado intento con las entidades nacionales.
El acuerdo podría derivar en la obtención por parte de las entidades de los derechos a favor de los buitres para negociar con Argentina en 2015 junto con el resto de los untendered. O comprar el paquete con un descuento para revenderlo en el mercado.
Los bancos no sólo obtienen una ganancia por la transacción, sino la posibilidad de realizar negocios con Argentina en las futuras emisiones de deuda.
Hoy se entiende que lo que traba la negociación es que los buitres estarían pidiendo un precio alto por su paquete, al no sólo considerar esta sentencia por u$s 1.600 millones sino también con otras tantas ganadas al país por u$s 6 a 7 mil millones fuera del pari passu, según fuentes que siguen el caso.
Pero la RUFO también sobrevuela esta salida. El representante de un grupo de tenedores de deuda argentina de Italia, Tulio Zembo, aseguró que un eventual acuerdo entre privados también gatillaría la cláusula.
No entiendo la idea de los bancos porque eso gatillaría la RUFO. El ministro de Economía lo dijo ayer: por favor, no nos ayuden porque eso empeora la situación, declaró Zembo a la radio La Red. Todo lo que es tratativa tienen que olvidárselo hasta enero de 2015, porque no se puede argumentar, explicó.
Pero Carlos Albarracín, socio del sector Mercado de Capitales del estudio Milbank, la RUFO sólo se dispararía si los bancos firmaran un contrato con el Ministerio de Economía para comprar la sentencia para luego sentarse a negociar con él en seis meses.
Si no hubiera contrato y los bancos compraran a su riesgo la deuda hoy para luego sentarse a negociarla el año que viene, no se dispara, explicó Albarracín. Se trata de un tercero comprando un activo financiero, una práctica común en el mercado.
En caso de comprar la deuda a su riesgo, los bancos tienen varias opciones: Quien compre la sentencia podrá hacer distintas cosas, revenderlos o esperar y tratar de reestructurar la deuda con Argentina para que el país canjee esa deuda por otro instrumento que no esté en default para monetizarla, explicó Albarracin.
Si consideran que detrás de esta operación hay un acuerdo bajo la mesa entre Argentina y las entidades, tendrán que demostrar el resto de los bonistas.
Para Marcelo Etchebarne, abogado del estudio Cabanellas, Etchebarne, Kelly & DellOro Maini, si los bonistas que entraron al canje quisieran beneficiarse de ella argumentando que los bancos actúan a cuenta y orden del Estado, deberán probarlo en un eventual juicio.
Si el juez llama a las partes involucradas a una audiencia, es una cuestión de hecho y prueba. Si lo pueden probar con testigos, reconocimientos de parte, documentos y mails, explicó Etchebarne.
Los abogados consultados coinciden en que esta sentencia le quita la condición de que el pago sea voluntario para que dispare la cláusula este año.
Richard Samp, asesor principal de la Washington Legal Foundation, explicó: Los bonistas tendrían un caso aún más débil bajo el hecho de que la negociación sea entre privados.
La postura de Argentina es que no puede cumplir con la sentencia porque estará expuesta a juicios por hasta u$s 400.000 millones por la cláusula RUFO.
El ministro de Economía, Axel Kicillof, señaló que el gobierno no se opone a un acuerdo entre privados, pero el Estado no puede participar de ese acuerdo para no violar la cláusula RUFO ni directa ni indirectamente, ya sea reintegrando el dinero a los bancos o con la intervención de alguna agencia estatal como ANSES o YPF, dijo ayer en una conferencia de prensa.
Y agregó: Desde el punto de vista económico es factible que sucede un acuerdo entre privados, porque hay muchos privados que tienen incentivo para hacerlo.
Por Mariana Verón.
Con un llamado a la unidad nacional, la presidenta Cristina Kirchner le dio ayer un cierre definitivo a la negociación con losfondos buitre. Descartó un acuerdo entre privados con duras críticas a los banqueros que lo propiciaban, dijo que no firmará cualquier pacto y anticipó que usará los mecanismos a su alcance para cumplir con el pago a los bonistas que aceptaron la reestructuración de la deuda.
En un extenso discurso por cadena nacional, desafió a la justicia norteamericana y a las calificadoras de riesgo que anunciaron que el país había ingresado nuevamente en un default selectivo y reiteró su pedido para encontrarle un nuevo nombre a la imposibilidad del Estado de concretar los pagos de vencimientos con quienes ingresaron a los canjes de 2005 y 2010.
Rodeada de la militancia que copó la Casa Rosada, Cristina le dio un fuerte respaldo al ministro de Economía, Axel Kicillof, cuestionado por los banqueros que lo habían acusado de haber provocado con su conferencia de prensa de anteayer la caída de un supuesto acuerdo para comprarles la deuda a los fondos buitre. El funcionario fue el más aplaudido de la tarde en la que la militancia de Unidos y Organizados le dispensó todos los elogios.
"Ya sé que están todos esperando que hable de otra cosa y no los voy a defraudar", arrancó, con una frase de Carlos Menem, cuando terminó de anunciar una batería de medidas para recuperar la iniciativa. Entre los anuncios, anticipó un aumento para los jubilados del 17,21 por ciento, y la creación de un fuero especial en la Justicia para la defensa de los consumidores que implicará, además, una profunda reforma para darle más poder al Estado en el control de precios. Estaban en primera fila del Salón de las Mujeres el presidente del Consejo de la Magistratura, Alejando Sánchez Freytes, y el titular de la Asociación de Magistrados, Luis María Cabral, ambos jueces críticos del Gobierno. Además, hubo trece gobernadores que firmaron ayer nuevas prórrogas en sus vencimientos de deuda con la Nación, entre ellos el gobernador Daniel Scioli, y escasos representantes gremiales, con la notoria ausencia de Antonio Caló.
La Presidenta retomó sus críticas a la justicia norteamericana y al sistema financiero internacional recordando un viejo discurso de Néstor Kirchner de febrero de 2004 que leyó completo. Tenía palabras casi calcadas del mensaje que transmitió el Gobierno en las últimas semanas para negarse a aceptar pagarles a los fondos buitre lo que llamó la sentencia "usuraria" del juez Thomas Griesa. "Para los que prenunciaban que habíamos cambiado", desafió, y dijo que como había dicho el ex presidente aquel verano antes de la renegociación de la deuda, su posición no era ni "capricho" ni "intransigencia".
Enseguida, la Presidenta se quejó del comunicado que emitió el mediador dispuesto por el magistrado en la negociación, Daniel Pollack, a quien acusó de haber sido parcial. "Sentimos pena. Impedir que alguien cobre no es default", se defendió. Sin dar precisiones, anticipó que usará "todos los instrumentos legales que contienen los contratos" de deuda para cumplir con el 92 por ciento de los bonistas reestructurados, pero se guardó el detalle sobre los pasos que tomará. Después hizo una comparación con los bombardeos en la franja de Gaza, cuando dijo que la Argentina sufre la "violencia de los misiles financieros".
Cristina cerró ayer cualquier posibilidad de concretar un acuerdo y recordó que Kicillof les había propuesto a los fondos litigantes que aceptaran ingresar a un tercer canje. También dio por tierra con las supuestas gestiones entre privados para comprar la deuda de los holdouts y apuntó directo a la cabeza de esa jugada, el presidente de Adeba y titular del Macro, Jorge Brito. "Algunos aparecían como generosos. Para ser San Martín tenés que tener el coraje y la honestidad para decir las cosas como son", lo espetó. Se refería a lo que más temprano había explicado Kicillof sobre la posibilidad de pagar con ganancias de los ahorristas. "Así también yo soy generosa y pago", le retrucó.
Cristina volvió a referirse al fin de su mandato y le envió un dardo a Sergio Massa cuando sostuvo que no firmar un acuerdo implicaba beneficiar al próximo gobierno. "Para uno que me anda contando los días", disparó sobre la nueva campaña del líder del Frente Renovador. "Para mí sería muy fácil firmar y quedar como una reina, pero no podría dormir. Me siento con una responsabilidad ante la historia", remató hacia el final, para llevarse la ovación de la militancia, que cubrió tres patios de la Casa Rosada.
En su discurso por cadena nacional, la presidenta Cristina Kirchner negó que Argentina esté en default y dio un fuerte apoyo al ministro Kicillof a la vez que pulverizó el posible acuerdo entre los bancos y los fondos buitres.
“Ahora -refiriéndose a la oposición- nos piden que firmemos cosas que compromete el futuro de los argentinos”, apuntó la Presidenta. “Ya vimos esta historia y yo no la pienso repetir”, se defendió.
Advirtió que el Gobierno está dispuesto a seguir negociando, “esto no quiere decir que no sigamos dialogando, pero también tenemos que defender nuestro derechos e intereses. Haciéndonos cargo del 100% de nuestra deuda de forma justa, equitativa y responsable”.
Finalizando Cristina dijo “quiero que se queden muy tranquilos porque vamos a usar todos los instrumentos legales que nos dan nuestros propios contratos firmados con el 92,4% de los bonistas. El default no existe porque default es no pagar, impedir que alguien no cobre cuando se pagó no es default van a tener que inventar esa palabra”.
Sobre el conflicto con los Fondos Buitres, la Presidenta remarcó “hemos recogido el apoyo de muchos foros: OEA, CELAC por el grupo de los 77 + China, desde presidentes, de la Presidenta de Brasil que pidió que se trate en el G-20”.
Criticó a la Justicia de Estados Unidos que, dijo, “dista mucho del tratamiento que debe tener un juez, un mediador entre dos partes”, y se refirió al comunicado de Daniel Pollack, mediador en las negociaciones. "Volver a endeudar a Argentina nos convertiría en un país inviable", agregó.
Por Florencia Donovan.
Cuando la oferta de los bancos nacionales de comprar parte de la deuda en default en poder de los hold- outs parecía un hecho, el Gobierno le bajó el pulgar. Ayer, trascendió en medios norteamericanos que el banco JP Morgan también estaba en conversaciones con los fondos buitre para encontrar una salida al problema de la deuda. Sin embargo, en la City porteña creen que un arreglo entre privados es cada vez más difícil de alcanzar.
"La operación de los bancos nacionales quedó en la nada porque a último momento el Gobierno, de la mano de la presidenta Cristina Kirchner y del ministro Axel Kicillof, le sacó su apoyo", confió una fuente que participó de las conversaciones. "Aparentemente, Axel pretendía que los bancos compráramos toda la deuda en default y no sólo US$ 600 millones, como estaba contemplado. Pero el riesgo después es que llegara enero y el Gobierno nunca nos pague. Tener a los fondos buitre con parte de la deuda servía de garantía", explicó.
En tal sentido, otro banquero confirmó: "La transacción está completamente freezada. Veo muy difícil también que lo de JP Morgan tenga éxito. Acá hay un problema de estructuración. Nadie va a comprar nada si no tiene la certeza de que después el Gobierno va a pagar".
Ayer, por cadena nacional, la Presidenta ratificó su responsabilidad en el hecho de que no se sellara un acuerdo de la banca nacional con los holdouts. "Algunos pretendían, de acuerdo a lo que leí en los diarios, [pagar] con los recursos de los ahorristas", pero "esa historia ya la vi".
Horas antes, en conferencia de prensa, Kicillof también había criticado la propuesta de las entidades nucleadas en Adeba (la Asociación de Bancos de Capital Nacional), pese a que, trascendió, había sido elaborada con el respaldo del presidente del Banco Central (BCRA), Juan Carlos Fábrega, y el visto bueno -originalmente- de Cristina.
"Me vengo a desayunar que los bancos iban a poner plata para comprar [la deuda] a los buitres", pero que "si no se les devolvía, estaban asegurados en Sedesa [por la empresa encargada de asegurar los depósitos de las entidades]", objetó Kicillof, que no obstante aventuró que "desde el punto de vista económico, es factible que suceda un acuerdo entre privados, porque hay muchos privados que tienen incentivo para hacerlo".
El fondo Aurelius, por su parte, dijo ayer que no había recibido ofertas de privados "dignas de consideración"..