Expertos en Ingeniería Sísmica enfatizaron en un encuentro en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP) de España que el uso de la técnica de fractura hidráulica para la extracción de gas y petróleo se asocia en algunos países con la sismicidad, los seísmos que ocasiona son “pequeños” y la población no los aprecia.
El debate tuvo lugar en un seminario sobre Ingeniería Sísmica que contó con la participación del jefe del Área Geofísica del Instituto Geográfico Nacional (IGN), José Manuel Martínez, y la catedrática de Teoría de Estructuras de la Universidad Politécnica de Madrid, Belén Benito.
Benito confirmó que el fracking “puede disparar sismicidad inducida, pero lo normal es que sean seísmos de magnitud muy pequeña que se registran pero que la población no aprecia”. Sin embargo, ha matizado que “el problema es que si hay fallas próximas se puede disparar la falla produciendo seísmos mayores”, lo que ve solucionado con “hacer estudios previos de la zona donde se va a hacer el sondeo”.
Por su parte, Martínez consideró más preocupantes otros elementos del fracking (no los seísmos), como “las inyecciones de ciertos elementos químicos” que se debe regular. A este respecto, Benito opinó que “todas las fuentes de energía tienen un riesgo que hay que correr si queremos tener luz todos los días” y que “el fracking no tiene porqué ser más peligroso que las centrales nucleares”.