De manera llamativa, o no tanto, el gobierno nacional no convocó para hoy a Neuquén a firmar la extensión del Programa Federal de Desendeudamiento, que posibilita prorrogar los pagos de deuda pública. De hecho, por este mecanismo, el gobierno provincial refinanció este año vencimientos por 60 millones de pesos, correspondientes a los meses de abril, mayo y junio.

A las cuatro provincias que rechazan el proyecto de la nueva ley de hidrocarburos que impulsa Nación -Neuquén, Mendoza, Chubut y Río Negro- no les habían cursado hasta ayer la invitación de la Casa Rosada para asistir hoy al acto en el cual Cristina Fernández prorrogará el plan.

Consultado por este diario, el propio gobernador Jorge Sapag dijo no haber “recibido hasta el momento la invitación” y advirtió: “Veremos mañana” (por hoy). Supongo que alguna autoridad de Nación llamará para invitar, para expresar cuál es la situación, para definir otra fecha o para dar alguna explicación”.

En cambio, sí recibieron la invitación de rigor otros gobernadores petroleros, incluidos el santacruceño Daniel Peralta y la fueguina Fabiana Ríos.

Esta semana, Sapag había asegurado que “de los 40 artículos del proyecto (de hidrocarburos), hay 20 que ofrecen objeciones y otros que son claramente inconstitucionales”.

Plan y plazos
El 30 de junio expiró el último paraguas en los pagos que Nación les concede a las provincias y que, a diferencia de años anteriores, para este su renovación se hará de manera trimestral.

El 28 de abril, la Presidenta y 17 mandatarios sellaron una prórroga de un trimestre en el Programa de Desendeudamiento, que liberó por ese plazo a los ejecutivos de hacer frente a los vencimientos de deuda. La medida les representó un ahorro de cerca de $1.800 millones.

Este plan fue lanzado en 2010 e implicó en su momento un plazo de gracia de un año y medio, hasta el 31 de diciembre de 2011, por el cual las provincias que suscribieron el acuerdo no pagaron amortizaciones de capital ni intereses y acordaron cancelar sus obligaciones en un plazo de 20 años, a una tasa de interés del 6% anual en pesos, lo que implica una quita efectiva del 40% de las deudas contraídas.

La inclusión a este plan -previa renuncia a viejos litigios con Nación- le permitirá a Neuquén terminar pagando a valores presentes alrededor de 500 millones de pesos, de un pasivo original de $2.000 millones.

El período de gracia luego fue extendido en 2012, y el año pasado y este año los refinanciamientos se aplicaron con esta nueva modalidad de renovación cada tres meses.

Río Negro y Neuquén fueron excluidas de la renegociación de deudas que hoy la Nación firmará con una docena de provincias.

La administración nacional convocó para a las 18 a un grupo de gobernadores, pero ese llamado no alcanzó a cuatro provincias que sí sellaron dos anteriores acuerdos trimestrales: Chubut, Mendoza, Neuquén y Río Negro. Se trata precisamente de los gobiernos críticos al proyecto nacional de reforma de la ley de Hidrocarburos.

El ministro de Economía rionegrino, Alejandro Palmieri, regresó ayer de Capital Federal después de las reuniones técnicas para ultimar el convenio de refinanciación. "Ya Río Negro presentó todo a la Nación", dijo anoche a este diario, aunque en ese momento afirmó no tener ninguna precisión sobre la fecha para rubricar el nuevo compromiso. Dijo desconocer si la Nación inicialmente firmaría con algunas administraciones.

Funcionarios neuquinos indicaron a "Río Negro" que hicieron consultas telefónicas a Economía de la Nación alrededor de las 18 de ayer y les confirmaron que el gobernador Jorge Sapag no estaba en la lista de convocados.

Más tarde la agencia DyN confirmó que el gobierno nacional había citado a una docena de mandatarios para las firmas del "Programa Federal de Desendeudamiento Provincial". El acto podría estar encabezado por la presidenta Cristina Fernández, aunque "hasta el momento solamente está confirmada" la presencia del jefe de Gabinete, Jorge Capitanich.

El impacto financiero en los gobiernos provinciales por esas obligaciones de los pasivos fue puesto en evidencia por el gobernador de Jujuy, Eduardo Fellner, quien aseguró a DyN que su provincia no estaría "en condiciones de pagar los sueldos" sin refinanciación.

Además de Fellner, fueron invitados Daniel Scioli (Buenos Aires); Juan Carlos Basileff Ivanoff (Chaco); Sergio Urribarri (Entre Ríos); Lucía Corpacci (Catamarca); Luis Beder Herrera (La Rioja); Maurice Closs (Misiones); Juan Manuel Urtubey (Salta); José Luis Gioja (San Juan); Daniel Peralta (Santa Cruz); Fabiana Ríos (Tierra del Fuego) y José Alperovich (Tucumán).

Según DyN, los mandatarios de Neuquén, Río Negro y Mendoza no figuran en la nómina de convocados, estimándose que ese apartamiento obedecería a sus posturas contraria al proyecto de reforma a la ley de Hidrocarburos. Tampoco está el chubutense Martín Buzzi aunque "su presencia fue confirmada por fuentes oficiales de la Gobernación".

(AV / AN / DyN)

Por Mario Fiore

La tensión entre el Gobierno nacional y las principales provincias petroleras por una nueva ley de Hidrocarburos llegó al máximo. Ayer, el gobernador mendocino Francisco Pérez viajó a Buenos Aires para mantener reuniones con altos funcionarios nacionales y se anotició en la Casa Rosada de que Mendoza, Neuquén, Chubut y Río Negro, que son los distritos que mayores objeciones han formulado al proyecto redactado por el CEO de YPF Miguel Galuccio y bancado por la presidenta Cristina Fernández de Kirchner, no firmarán hoy a las 18 junto al jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, la prórroga del Programa Federal de Desendeudamiento.

En cambio, sí suscribirán el nuevo convenio trimestral los mandatarios de distritos petroleros que no se han enfrentado a la Nación, como Santa Cruz, Salta, Tierra del Fuego y Jujuy.

En total son doce las provincias que hoy accederán a una nueva prórroga trimestral del programa de reestructuración de las deudas de los Estados sub-nacionales con el Tesoro, entre las que se cuentan Buenos Aires, San Juan, Catamarca, Chaco, Entre Ríos, La Rioja, Misiones, San Juan, Tucumán y las jurisdicciones petroleras que no se han rebelado ante la ley de Galuccio.

“Esto es una extorsión”, dijo airadamente un ministro del gobernador Pérez a este diario. Para otros gobernadores petroleros, el desplante de la Nación no fue sorpresivo. Desde hace una semana los funcionarios del neuquino Jorge Sapag estaban esperando la jugada de la Casa Rosada. El senador nacional de Neuquén, Guillermo Pereyra, sacó el martes 22 un comunicado para denunciar la “extorsión” de la Nación sobre la principal provincia gasífera del país. Los Andes publicó en su edición del viernes 25 una nota en la que dio cuenta del temor de los mandatarios petroleros a sufrir sanciones de la Rosada por su rechazo al proyecto de Galuccio.

A fines de diciembre de 2013, la Presidenta anunció una nueva prórroga en el Programa Federal de Desendeudamiento. El Tesoro nacional, por entonces, contabilizaba una deuda de las provincias de 77 mil millones de pesos. A esta cifra se le aplicó una quita de 11 mil millones de pesos en concepto de ATN acumulados. La novedad fue que la renovación del programa fue trimestral y los distritos quedaron sujetos a un monitoreo de su desempeño fiscal por parte de la Casa Rosada.

Sin embargo, la renovación trimestral del Programa de Desendeudamiento también sirvió a la Nación para meter presión política a las provincias. Así fue como Córdoba, por tener el juicio por una deuda de la Anses con la Caja de Jubilaciones, no pudo suscribir el acuerdo y quedó afuera de los beneficios (no recibió su porción de ATN y debió empezar a pagar el capital de la deuda).

Ahora, la Nación pasó hasta nuevo aviso a esta “lista negra” a las provincias petroleras rebeldes, que se oponen a la ley de Galuccio porque implica un fuerte recorte en la participación de la renta hidrocarburífera para los Estados provinciales y para a sus empresas de energía, además de un avance sobre la facultad constitucional que tienen las provincias de administrar sus recursos naturales.

En penitencia

Fuentes de la Jefatura de Gabinete señalaron ayer que la suscripción del acuerdo trimestral entre las provincias y la Nación se hará en dos tandas, lo que arrojaría una luz de esperanza para Mendoza y las provincias petroleras consideradas rebeldes que, de este modo, quedan “en capilla” y a expensas de la discrecionalidad de la Casa Rosada. Así, hoy firmarán la prórroga las doce jurisdicciones antes mencionadas, mientras que las restantes cinco (son 17 en total porque hay que sacar a las que no tienen deudas con el Tesoro y a Córdoba) deberán aguardar porque “aún no hay” una fecha.

“Mendoza ha cumplido con todo lo que reclama la Nación en términos fiscales. La cuestión por la ley de Hidrocarburos no debería influir”, opinó otro funcionario de Pérez, quien terminó haciendo la misma lectura que el resto del Gobierno provincial: “Se trata de una presión, de una penitencia”.

El Programa Federal de Desendeudamiento permite a las provincias ir pateando el pago de capital, lo que para Mendoza significa unos 320 millones de pesos para todo 2014. La última vez que Pérez y su ministro de Hacienda, Marcelo Costa, firmaron el convenio con la Nación fue el 28 de abril, en un acto que presidió Cristina Fernández en la Casa Rosada. Junto a Mendoza, otros 16 distritos se sumaron a la prórroga, que expira hoy.

Otras de las provincias que más objeciones ponen a la ley de Hidrocarburos que plantea la Nación son La Pampa y Río Negro, porque ambas están renegociando con las firmas que operan en sus territorios la extensión de las concesiones a cambio de un anticipo de impuestos y mayores inversiones. Es por eso que también el rionegrino Alberto Weretilneck no fue invitado a la firma del convenio con Capitanich hoy por la tarde. El pampeano Oscar Jorge zafó de esta presión debido a que su provincia no tiene deudas con el Tesoro nacional.

La presidenta Cristina Fernández de Kirchner estará recibiendo hoy a varios gobernadores para rubricar una nueva prórroga de los vencimientos de pago de deudas que los Estados provinciales mantienen con Nación.

Pero según las invitaciones puede convertirse en una bisagra en la relación con algunos gobernadores como el chubutense Martín Buzzi. Como el de Chubut, otros cuatro mandatarios tampoco habían sido convocados hasta anoche.

Se especulaba que las disidencias con el proyecto la nueva Ley petrolera que pretende impulsar el Gobierno nacional, podría ser el motivo que abriría la grieta. De todos modos los miembros de la Ofephi se reunirán hoy en Capital Federal.

Esta tarde a las 17:30 en el Salón Mujeres Argentinas de la Casa Rosada, la presidenta junto al ministro de Economía, Axel Kicillof (si regresa a tiempo de Nueva York tras la negociación con los fondos buitre), firmará con varios gobernadores la refinanciación de pagos con el Estado nacional.

Pero el acto tendrá también otra lectura, dado que hasta anoche cinco gobernadores, incluído Buzzi, no habían sido convocados por Presidencia de la Nación, lo que fue interpretado en el Gobierno de Chubut como la decisión de Cristina de romper o no la relación política con algunos mandatarios. Operadores del Gobierno de Buzzi confiaron en que todo pueda corregirse en el transcurso de esta mañana.

Y aunque pretendieron no atribuir el posible desaire presidencial a la discusión por la nueva Ley petrolera, dado que entre las provincias no convocadas está Corrientes, los gobernadores petroleros se reunirán hoy en Buenos Aires independientemente de la postura del Gobierno nacional. Buzzi como presidente de la Ofephi tiene una participación preponderante en la discusión que mantienen los gobernadores ante el avance del CEO de YPF, Miguel Galuccio, y su proyecto hidrocarburífero que contrasta con los modelos provinciales, como el desarrollado por el propio chubutense con el Marco Regulatorio Hidrocarburífero.

¿CASTIGADOS? La nueva prórroga que la presidenta firmará esta tarde, se trata de una medida que esperaban con cierta ansiedad varios gobernadores, dada la incertidumbre generada sobre el impacto que podría tener la cuestión de los fondos buitre en la marcha del Programa Federal de Desendeudamiento de las Provincias. De todos modos, cabe recordar que anoche el ministro Kicillof informaba desde Nueva York que no se había llegado a un acuerdo con los holdauts.

A mediados de julio, el jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, había anticipado la decisión de la Casa Rosada de otorgar una nueva prórroga en el pago de los vencimientos de la deuda que 17 provincias mantienen con Nación.

«Estaremos en condiciones de suscribir el acuerdo en la segunda quincena de julio», dijo. Y el 30 de junio expiró el último paraguas en los pagos y la renovación sería por otros tres meses. Cabe recordar que el 28 de abril, la presidenta y 17 mandatarios sellaron una prórroga de un trimestre en el Programa de Desendeudamiento, que liberó por ese plazo a los Ejecutivos de hacer frente a los vencimientos de deuda. La medida les representó un ahorro de cerca de $ 1.800 millones.

Pero los díscolos en la discusión petrolera con Nación, Buzzi, de Chubut; Jorge Sapag, de Neuquén; Francisco Pérez, de Mendoza; Alberto Weretilneck, de Río Negro; sumados al correntino Ricardo Colombi, no serían de la partida, lo que algunos interpretan como un correctivo a ciertos planteos contrarios a las pretensiones del Gobierno nacional.