Por un amplio consenso, los socios de la Cámara Minera de San Juan le renovaron la confianza al empresario calero Jaime Bergé al frente de la tradicional entidad, que el 3 de septiembre pasado celebró 50 años. Se trata del décimo mandato como presidente, el primero fue en 1993 y desde esa fecha hasta ahora sólo tuvo dos interrupciones, una en el periodo 1996-1998 (la presidió José Aníbal Toré) y otra en el 2008 -2010 (Ricardo Martínez).

Es uno de los empresarios mineros de más alto perfil y muy respetado por las autoridades del Gobierno provincial. DIARIO DE CUYO tuvo un mano a mano con Bergé, y dejó claro, entre otras cosas, que San Juan debe pensar en echar a andar nuevos proyectos, porque en 5 años dos de los tres que están hoy en producción, finalizarán su explotación.

-Un periodo más, el décimo...

-Sí, no se cuántos son, pero sé que arranqué en el ‘93. Siempre, estuviera yo o quien fuera, se buscó por consenso llegar a decidir las autoridades.

-En la conformación de la Comisión Directiva la rama metalífera se quedó con la vicepresidencia, ¿es una muestra de apoyo en un momento delicado para ese sector?

-Siempre tratamos de que estén todos bien representados, los caleros, el sector del travertino, la gente de la Bolsa de Comercio, es una conformación muy amplia. El periodo pasado la vicepresidencia la tuvo Mario Hernández (Minas Argentinas, Gualcamayo) y ahora el ingeniero (Eduardo) Machuca, de Casposo.

-Usted, en los últimos años, fue la voz cantante de la actividad, quien la defendió y quien la criticó cuando equivocó el rumbo ¿qué pretende para este nuevo periodo?

-Seguir buscando consensos para seguir insertando a la minería en el país. Creemos que el país tiene que inclinarse hacia el Oeste, las inversiones del futuro tienen que estar destinadas a la minería, al petróleo, a la energía y todos esos recursos no están en la Pampa húmeda, están en la zona árida, montañosa. Creemos que las inversiones que van a venir los próximos años van a estar dirigidas al Oeste del país, y ahí vamos a tratar de trabajar con la CAEM, con los gobiernos provinciales, con los gremios.

-Pero en el Oeste, como usted dice, la minería se encontró en los últimos años con muchos detractores, en Mendoza, en parte de La Rioja, ¿qué hay que hacer para que esto cambie?

-Hacerles entender que el desarrollo está en esas zonas, con los controles de rigor, con un fuerte trabajo social, pero no podemos permitir seguir teniendo recursos importantes y gente pobre en esos lugares. Hay que desarrollarlos e integrar a esa gente. 

-¿Cree que hay un clima social, político y económico para desarrollar la minería en el país?

-La minería es la menos desarrollada y la que más recursos dispone. Creemos que 24.000 millones de dólares anuales de exportación de soja no es una meta difícil para la minería; en 10 o 15 años la minería puede exportar como la soja, en esos volúmenes.

-¿Y en la provincia? Porque San Juan fue, tal vez, la que mejor hizo los deberes pero se le cayó Pascua-Lama y parece que la actividad tambalea...

El cimbronazo con Pascua-Lama fue grande, porque de tener miles de personas trabajando quedaron apenas 300. Pero hay que mirar hacia delante. Las minas van envejeciendo; hay que desarrollar 4 proyectos dentro de 5 años. No hay que olvidarse que Veladero ya tiene 9 años de producción, Gualcamayo tiene 5 y Casposo tiene 4; y los proyectos van envejeciendo, empiezan a transitar la curva descendente y en 5 años vamos a estar cerrando minas.

-O sea, hay que encadenar los proyectos, como se hace con las obras de los diques?

-Ese es un buen ejemplo. Sí, hay que construir, explotar y cerrar las minas; y, tras cartón, abrir otra. San Juan tiene, además de Lama, El Pachón, Azules y Altar. Esos son el futuro y ahí hay que apuntar.

-Transitamos un año difícil para la economía, y el que viene hay elecciones, ¿puede cambiar algo en este año y medio? 

-Diría que no, por muchas razones. Para que haya inversiones en San Juan o cualquier lado, hay que generar un clima de confianza, y el año electoral lo complica un poco. Las elecciones serán clave

Lo de Vale, primero y lo de Pascua-Lama, después, ¿dejarán huella en las futuras inversiones? -

Fueron dos golpes fuertes para la actividad, pero en la minería cuando los inversores ven que las condiciones están dadas, poco les importa lo que pasó antes.