El oro se mantiene en una situación estable desde hace unas semanas, en torno al umbral de los 1.300 dólares por onza, en un equilibrio provocado por las noticias que llegan desde EE.UU. y China, y la actualidad en Ucrania y la Franja de Gaza.
El oro “sufre” la relativa fortaleza del dólar y los buenos resultados provisionales de las empresas de Estados Unidos, así como, la corrección en la demanda de oro físico desde China, que como se publicaba en OroyFinanzas.com, ha caído un 19% durante la primera mitad de 2014.
Sobre esta corrección son muchas las explicaciones, desde un “final” a la fiebre del oro en el país asiático, o quizá consecuencia de la potente campaña contra la corrupción que se está llevando a cabo en el país, aunque no tenemos ninguna duda que esta situación es pasajera y, a medio plazo, los inversores chinos recuperarán su apetito. Un ansia sobre el control de la economía mundial que aspira a convertir el yuan en la tercera moneda más poderosa en 2020, tras el dólar y el euro.
Y mientras China sitúa el oro y su moneda en el centro de sus políticas económicas, EE. UU. va un paso por delante, o por detrás, y continúa con su mirada puesta en el control de las divisas virtuales. El epicentro de este proyecto se sitúa ahora en el Estado de Nueva York, donde a propuesta del Departamento de Servicios Financieros, aprovecharán el verano para confeccionar el marco de obligaciones para las compañías que operan con estas divisas virtuales: desde campañas de información de los usuarios, establecimiento de un plan de ciberseguridad, registro de transacciones transparentes, etc.
Tras una primera parte del año de crecimiento, la cotización del oro se encuentra en el ojo del huracán, una calma ficticia a la espera de hacia dónde evolucionen todas estas realidades que condicionan su valor en el mercado.
Ante tal incertidumbre nuestra recomendación es siempre la misma. La inversión en oro debe verse como un proceso a largo plazo programado en el tiempo, evitando así la volatilidad de los mercados, y asegurando comprar a un precio medio, consiguiendo no pagar más de la cuenta en la protección de nuestra cartera de inversión.