La comunidad Indígena Diaguita de Perales determinó cancelar el acuerdo realizado con la empresa Barrick Gold. Decisión que fue tomada en una asamblea el sábado 19 de Julio en la misma localidad.
Las razones que pusieron fin al trato fueron los “actos ilegales” e incumplimiento de acuerdos de la empresa minera.
Los comuneros especificaron que “no se invita a todos los comuneros a las reuniones, ni tampoco se cumplen los plazos, las actas son redactadas sin consulta a la asamblea y existen presiones de los abogados para aprobar lo que les conviene”.
También “se hacen reuniones sin el quórum necesario establecido en los estatutos, después de las asambleas buscan las firmas y aprueban cosas con personas que no van a las asambleas. Se deja entrar gente que no es de la comunidad y se les prohíbe el ingreso a comuneros de nuestra comunidad que piensan de forma distinta”, entre otras irregularidades.
Además, la Comunidad informó que solicitaron al Director Nacional de la Corporación Nacional de Desarrollo Indígena (Conadi), Alberto Pizarro, que fiscalice la forma en que algunos dirigentes llevan a cabo sus labores en la comunidad.
Luego que a fines de abril Barrick firmó un memorándum de entendimiento con 15 comunidades diaguitas del Valle del Huasco, para mejorar la información del proyecto Pascua Lama, el proceso ha avanzado.
Uno de los puntos del documento -que tiene carácter privado- era contratar a una universidad que realizara para las comunidades un estudio independiente del proyecto.
Tras semanas de trabajo, fuentes ligadas al proceso explicaron que el encargado de hacer este trabajo sería Patricio Rodrigo, quien en los últimos años ha tenido un fuerte rol activo en temas ambientales por su rol como secretario ejecutivo del Consejo de Defensa de la Patagonia (CDP). Ha sido además, uno de los rostros visibles de la oposición a HidroAysén.
En esta oportunidad, el objetivo de la asesoría será dar a las comunidades una visión global de cómo les afecta el proyecto, tanto en temas del medio físico como del humano.
En términos simples, la idea es ayudar a que estos grupos entiendan todos los aspectos de la iniciativa minera -que actualmente está paralizada- y puedan determinar cuáles podrían resultarles peligrosos, entendiendo mejor los riesgos y posibilidades que abre su operación.
Esta asesoría no tiene relación con el movimiento contra HidroAysén, sino que -de concretarse- Rodrigo la realizaría junto a otros profesionales a través del Laboratorio Lares, de la Universidad de Chile.
En esas circunstancias, tendría que conformarse un equipo multidisciplinario que aborde diversos temas como el impacto hídrico o sobre los glaciares, entre otros.
Este laboratorio ha realizados proyectos como la propuesta para un desarrollo sustentable de la Patagonia o temas de producción sustentable para ecosistemas de montaña, entre otros.
Se espera que dentro de las próximas dos semanas se concrete el acuerdo, que es inédito para un proyecto de inversión de esta naturaleza. Preliminarmente, se estima que los resultados generales podrían estar para octubre, aunque aún no hay planteadas fechas concretas.
Oposición al acuerdo
A tres meses de haber alcanzado el acuerdo con 15 de las 18 comunidades de la zona, han surgido algunas voces críticas respecto a este pacto y su representatividad.
El miércoles 23 de julio, una serie de comunidades fueron hasta la Cámara de Diputados en Valparaíso a exponer sus reparos al acuerdo.
Rubén Cruz, vocero de la Asamblea por el Agua de Huasco Alto, dijo que “este memorándum abre la posibilidad a la negociación y pretende, a través del estudio de variables e indicadores ambientales, demostrar que no hay ni habrá daño ambiental. En pocas palabras, la empresa está comprando el silencio de la gente del valle”.
Patricia Álvarez, presidenta del Consejo de Defensa del Valle del Huasco, ha dicho que el acuerdo es ilegal porque Barrick les reconoció en una reunión que sostuvieron, que el documento fue firmado con dirigentes, los que debían ratificarlo en sus comunidades y, por eso -según su opinión-, se ha transgredido el espíritu del Convenio 169.
