El presidente de Electroingeniería se refirió a lo que será la mayor obra de la década en el país: Las represas sobre el río Santa Cruz. Habló de los plazos, las características y también rechazó las críticas que se les formulan sobre la supuesta relación que une a su empresa con el Gobierno nacional.
“La relación es exactamente la misma que hemos tenido con cualquier otro gobierno y en las distintas provincias; no nacimos con este Gobierno”, dijo el presidente del grupo y calificó las supuestas conexiones como “un mito” a partir de lo publicado en los medios, indicó en una entrevista concedida al diario La Voz del Interior, de Córdoba, provincia de la que surgió la empresa que conduce.

Al ser consultado sobre si fue la del kirchnerismo la etapa en la que mayor expansión tuvo su empresa, Osvaldo Acosta aseguró que con Menem “crecimos 70 veces, en 1990 facturábamos 1 millón de dólares y terminamos con 70 millones de dólares en el 2000. Ahora (14 años después) facturamos entre 400 y 600 millones, depende del año”, aseguró.

Al ser consultado sobre la obra y la rentabilidad que le dejará las represas, Acosta afirmó que este tipo de obras “por lo general no superan el cinco a siete por ciento de margen bruto, de ahí hay que descontar impuestos. Eso se ve en los balances nuestros, con resultados netos del tres al cuatro por ciento. Y hubo años con márgenes de 0,5 a uno por ciento”, indicó.

En el marco de la entrevista fue consultado sobre su visión de la economía argentina, sobre la cual mostró confianza. “La veo muy bien, como empresario no puedo analizar la economía por tres meses o un año. Yo veo en el punto en que estamos, dónde estábamos y hacia dónde vamos. No hay nada que haya cambiado para mal”, sostuvo y dijo que más allá de quién sea el próximo presidente, “hay cambios que no se pueden volver atrás porque ya los adoptó la gente”, entre los que indicó: “La asignación universal no va cambiar, las AFJP no van a volver, los recursos energéticos van a seguir en manos del Estado, como los tiene el 99 por ciento de los países del mundo”.

Al ser consultado por si tenía relación con Lázaro Báez, Acosta sostuvo que lo vio una vez en Venezuela “y nada más”, y dijo desconocer si hay o no estancias del empresario de la construcción que se vayan a inundar con las represas, recordando que “esas expropiaciones las realiza la provincia de Santa Cruz. No lo conozco y nunca hemos tenido ninguna relación empresaria con Báez, nunca hicimos una UTE ni una obra en común, nada”, reiteró.

En otro orden de cosas, tampoco descartó que Electroingeniería pudiera incursionar en el negocio petrolero, asociada con capitales chinos. Recordó que el país tiene la segunda reserva mundial de gas y la cuarta de petróleo. “Por lo tanto, en los próximos 10, 15, 30 años, ese desarrollo va a ser enorme y como empresa de ingeniería no podemos descartarlo. Estamos certificando ahora para ser proveedores calificados de YPF”, reveló.

Plazos para las represas
“Estamos convencidos de que la obra se hará en tiempo y forma, porque el financiamiento está asegurado y garantizado”, dijo Osvaldo Acosta y destacó que “en obras de esta magnitud eso raramente ocurre”, recordando que con Yaciretá, “cuando comenzó la obra no estaba garantizada la plata ni liberadas las tierras inundables, lo que recién terminó de hacerse en 2011”.

En ese marco, si bien el acuerdo con China es por 4.714 millones de dólares, Acosta aseguró que “la oferta presentada por el consorcio conformado por China Gezhouba Group Corporation, Electroingeniería SA e Hidrocuyo no ha sufrido ningún tipo de variación y sigue siendo de 22.925.870.000 pesos, gravámenes incluidos”.

Pero aclaró que lo que sí se ajustará al valor actual son las variaciones de precios respecto de costo de materiales y mano de obra. “Si nos aumenta el cemento o los salarios, renegociamos ese costo con el Estado”, explica Acosta.

Además, dentro del crédito aprobado por China se encuentra contemplado el hecho de que la importación de los equipos de generación, las compuestas y maquinaria, que se hará desde el país asiático, corre por cuerda separada al valor presupuestado en la licitación, estimándose que hasta un 23 por ciento del monto del crédito en dólares podrá utilizarse para pagar esas compras.

Tanto el crédito otorgado para las represas como el que es para el Belgrano Cargas comparten esta característica de compra.

Así, en el caso de las represas, la obra en el país demandará cerca de US$ 3.900 millones. Como el préstamo es de US$ 4.714 millones, el resto es para que el capital oriental financie compras de equipos de ese país. Eso quedó establecido en el contrato bajo el rótulo de “contenido mínimo chino”, que implica que “un porcentaje del precio comercial” debe ser destinado a “bienes y servicios del contenido chino”.