La CTA oficialista que conduce Hugo Yasky se fue de la Casa Rosada sin una respuesta al reclamo del Impuesto a las Ganancias. La reunión con el ministro de Gabinete, Jorge Capitanich, sólo dejó promesas de respuestas en los próximos días a una serie de pedidos que incluía el ya manifestado por la CGT oficialista de Antonio Caló, el lunes, en la Rosada.
En este escenario de incertidumbre, Yasky convocó a la conducción nacional para el próximo lunes, donde definirán si marcharán al Congreso en reclamo por el impuesto o suspenderán la medida que convocó para el 4 de agosto. La reunión en la Rosada duró poco más de una hora y la agenda incluyó otros reclamo, como un aumento del 35% en el salario mínimo, defensa del empleo ante la ola de despidos y suspensiones, además de la equiparación de las asignaciones familiares en todo el país.
Sobre la demanda de una baja en el pago de Ganancias, que es el tema de mayor preocupación de los gremios oficialistas y opositores, Yasky solicitó una modificación de las escalas y la posibilidad de devengar el alquiler del pago del mismo. Entre las centrales que no apoyan al Gobierno sostienen que una actualización del mínimo no imponible ya no es suficiente (hoy tributan aquellos que perciben un salario en bruto superior a los $15.000) y que “se necesita una reforma integral de la escala”, señalaron fuentes gremiales.
En la Casa Rosada aseguran que la recaudación es el principal impedimento para avanzar en alguna modificación sobre Ganancias. “Hay que preservar el equilibrio fiscal”, indicó un alto funcionario. Capitanich el lunes le pidió a Caló diez días para dar una respuesta (hasta que el 30 de julio venza el plazo de la disputa con los fondos buitre) al pedido de suavizar los recortes de aumentos salariales y aguinaldo por Ganancias.
Yasky sumó al encuentro la solicitud de un incremento de sueldo mínimo y Capitanich le confirmó que en agosto Trabajo convocará al Consejo del Salario para fijar el nuevo monto. Sobre todas las inquietudes “Capitanich se comprometió a responder en los próximos días” informó la CTA. El Gobierno sabe que debe dar una respuesta sobre Ganancias y buscan evitar cualquier conflictividad social.
Sergio Massa se anticipó al resto de la oposición y convocó a las cinco centrales sindicales a discutir un mecanismo para modificar el impuesto a las Ganancias, una de las principales quejas de los gremios, que alarmados vieron como el tributo directamente se quedó con el aguinaldo en los sueldos más altos.
Atendiendo ese reclamo, el diputado del Frente Renovador Ignacio de Mendiguren llamó a los referentes sindicales por orden de Massa para convocarlos a "debatir" el tema en la comisión de Análisis y Seguimiento de Normas Tributarias y Previsionales, que preside el dirigente de la UIA.
Como en todas las comisiones el kirchnerismo tiene mayoría y podrá impedir el quórum -pero no el debate-, que ya se dio en otras comisiones que trataron temas incómodos para el Gobierno, siempre con las bancas del oficialismo vacías.
Pero esta vez el impacto de la movida de Massa encontrará tierra fértil: Como nunca antes, esta semana la CGT y la CTA oficialistas salieron al cruce del Gobierno por no tocar el mínimo no imponible a Ganancias, que es de 15 mil pesos; ni las escalas, que están quietas desde hace más de una décadas, lo que llevó a la delirante situación que en los mejores sueldos los trabajadores directamente perdieron su aguinaldo completo.
De hecho, ambas centrales que hasta hace poco se identificaban como oficialistas, ya anticiparon que llevarán el reclamo al Congreso. Hugo Yasky, que hoy se reunió con Jorge Capitanich, anunció una marcha para el 4 de agosto.
Incluso, el segundo de esa central, Pedro Wasiejko, le anticipó a LPO que su idea es elevar al Congreso propuestas sobre Ganancias. La convocatoria del Frente Renovador les permitirá hacerlo pronto.
Por otro lado, como adelantó LPO, Antonio Caló ya le dijo a sus pares de la CGT oficialista que no tolerará “ser forreado” por el Gobierno y sus laderos de la UOM le hicieron saber al camionero Hugo Moyano que los tienta para sumarse a un paro general, que la mejor protesta no era un paro, sino ir al Congreso.
“Si paramos le hacemos un favor a las fábricas que no quieren funcionar. Si nos reunimos con la oposición abrimos una pelea grande, porque con los diputados sindicales del oficialismo podemos hacer mucho ruido”, afirmaron a LPO desde la UOM. De Mendiguren y Massa les darán la oportunidad de expresarse en el ámbito elegido.