Esta mañana el sector empresarial, representado por la Unión de Cámaras y Asociaciones del Sector Empresarial Privado (Uccaep), se pronunció en contra de un eventual ingreso de Costa Rica al sistema de venta preferencial de combustibles venezolanos denominado Petrocaribe.
En un comunicado, la Uccaep llamó a buscar soluciones al alto precio de los combustibles “que no pongan en riesgo la soberanía nacional”, señala el documento circulado hoy.
El presidente de la República, Luis Guillermo Solís, afirmó que evaluaría la posibilidad de que el país ingrese a Petrocaribe, una organización encabezada por Venezuela para el suministro de combustibles pagados con tasas preferenciales, luego de que el Frente Amplio se lo sugirió.
“No existe una garantía de que los precios a los consumidores costarricenses bajarán si el gobierno decide ingresar a Petrocaribe, los consumidores seguiremos pagando los combustibles al contado y al mismo precio”, apunta en la comunicación Rónald Jiménez, presidente de la Uccaep.
Los empresarios, además, censuraron la participación de diputados del Partido Frente Amplio en las celebraciones del 35 aniversario de la revolución sandinista en Nicaragua.
Dos semanas atrás, legisladores de esta bancada legislativa dieron fuerza a la propuesta de que Costa Rica ingrese a Petrocaribe, a la que también pertenece Nicaragua.
Al respecto, desde Uccaep señalan que un eventual ingereso de Costa Rica a Petrocaribe podría tener consecuencias políticas.
En este sentido, Jiménez señaló que el ingreso del país a Petrocaribe “sería una puerta abierta para que el gobierno de Venezuela extienda su influencia política y significaría poner en riesgo la soberanía nacional”.
Ante las constantes alzas en los precios internacionales de los derivados del petróleo, pero especialmente en los locales, el Gobierno de Costa Rica ha comenzado a mirar de reojo la posibilidad de pedir su ingreso a la iniciativa venezolana Petrocaribe, algo que inquieta a diversos sectores políticos del país.
Seis años después de que el entonces presidente, Óscar Arias, intentara sin éxito que Costa Rica formara parte de Petrocaribe, el actual mandatario, Luis Guillermo Solís, ha ordenado a sus funcionarios preparar un informe sobre lo que significaría ingresar a la iniciativa venezolana que brinda ventajas para la compra de combustibles.
Solís ha pedido un informe al Ministerio de Relaciones Exteriores, a la estatal Refinadora Costarricense de Petróleo (Recope) y al Ministerio de Hacienda sobre la conveniencia política, técnica y económica de una posible adhesión a Petrocaribe, reseñó Efe.
En la actualidad, el litro de gasolina súper vale en Costa Rica 816 colones (1,50 dólares), mientras el de gasolina regular 788 colones (1,44 dólares), precios nunca antes vistos en el país.
Y es que la posibilidad de ingresar a Petrocaribe, propuesta por el izquierdista Frente Amplio, no ha caído bien en varios sectores políticos y económicos del país, que consideran que no es conveniente una relación de este tipo con Venezuela.
Por ejemplo, el diputado y excandidato presidencial del derechista Movimiento Libertario, Otto Guevara, afirmó que Costa Rica correría el riesgo de comprometer su posición de política exterior en materia de derechos humanos, un tema por el que el Gobierno venezolano de Nicolás Maduro, y anteriormente de Hugo Chávez, ha sido duramente criticado a nivel internacional.
Otra de las preocupaciones de los opositores es que Costa Rica va a adquirir una deuda con Venezuela al comprar combustibles a crédito a largo plazo, en momentos en que en el país se debaten proyectos para reducir el déficit fiscal y frenar el crecimiento de la deuda externa.
Por su lado, el Frente Amplio (FA) ha destacado ventajas de Petrocaribe como la financiación del 50 % de la factura petrolera a 25 años plazo, a un interés fijo del 1 %, y que existe la posibilidad de que la deuda sea pagada con productos y servicios costarricenses.
Según el FA, entrar a Petrocaribe generaría una reducción en el precio del combustible de un 26 % y de la electricidad en un 40 %.
El expresidente Arias, premio Nobel de la Paz 1987, siempre fue un duro crítico del Gobierno venezolano del fallecido Hugo Chávez e incluso intercambiaron duros calificativos en alguna ocasión, lo que pesó para que ambos países no llegaran a un acuerdo sobre Petrocaribe.
El siguiente Gobierno, de Laura Chinchilla (2010-2014), llevó relaciones más cordiales con Venezuela, y ahora Solís (2014-2018), que inició su mandato hace dos meses, tampoco ha protagonizado polémica alguna con el país suramericano.
El tema ha surgido en momentos en que el Gobierno de Solís recibe presiones de los sectores productivos y laborales para que se reduzcan los precios de los combustibles y de la electricidad.
Costa Rica no produce petróleo y refina muy poco, por lo que debe importar casi todo el producto ya terminado a través de Recope, que funciona como un monopolio.
Sectores empresariales y políticos exigen el cierre de Recope o que se abra a la competencia, pero el Gobierno de Solís ha optado por exigir a la entidad una reducción de los costos de producción que se reflejen en la tarifa.
Un proyecto de 1.300 millones de dólares con China para la creación de una refinería conjunta con Recope se encuentra en un limbo desde hace un año debido a deficiencias en el contrato señaladas por la Contraloría General de la República.
Ante todo este panorama Petrocaribe ha aparecido de nuevo en la palestra seis años después de que por razones políticas Costa Rica no terminara su proceso de adhesión.
Petrocaribe surgió como mecanismo de integración energética en 2005 y prevé la entrega de petróleo y derivados por parte de Venezuela en condiciones financieras ventajosas a los socios integrantes del organismo.
Sus miembros son Antigua y Barbuda, Bahamas, Belice, Cuba, Dominica, Granada, Guyana, Haití, Honduras, Jamaica, Nicaragua, República Dominicana, San Cristóbal y Nieves, San Vicente y las Granadinas, Santa Lucía, Surinam y Venezuela.
El Salvador se encuentra ultimando los detalles de su incorporación y a la espera de la aprobación final de su Asamblea Nacional.
La posible entrada de Costa Rica a Petrocaribe causó revuelo entre los empresarios de ese país por virtual influencia política de Venezuela y de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de América, ALBA.
En entrevista con Gabriela Frías, el presidente Luis Guillermo Solís dijo que es definitivo que Costa Rica no entrará al ALBA y que el ingreso a Petrocaribe está sujeto a estudios.
Cuando se supo que el gobierno de Solís evalúa la posibilidad del ingreso a Petrocaribe —organización liderada por Venezuela para el suministro de combustibles pagados a un costa menor—, la Unión Costarricense de Cámaras y Asociaciones del Sector Empresarial Privado (Uccaep) dijo que la oferta de pagar después el combustible que se compre hoy sería una irresponsabilidad.
Los empresarios temen que eso abriría la puerta para que el gobierno venezolano extienda su influencia política porque —dice la organización— Petrocaribe no se puede desligar del ALBA.
"No hay todavía ninguna decisión tomada con respecto a Petrocaribe. Con respecto al ALBA sí: no ingresará Costa Rica al ALBA", dijo Solís en CNN Dinero.
Sobre la posibilidad de que Costa Rica se incorpore a Petrocaribe, Solís dijo que "es algo que solamente será posible una vez que terminen los estudios sobre los impactos —si es que estos son positivos— que tendría esa decisión en el precio de los combustibles".
Solís aseguró que se trata de un asunto técnico que están analizando los expertos.
Según Solís, su gobierno ha iniciado "un debate inédito en Costa Rica sobre la matriz energética en el país".
El presidente Solís sostuvo una serie de reuniones bilaterales para revisar vínculos de negocios y proyectos de la administración previa, el gobierno de Laura Chinchilla. Solís se reunió con el presidente chino Xi Jinping, así como con los mandatarios de Chile y Brasil.