Aunque sea un país más conocido por la energía hidroeléctrica que por la de los hidrocarburos, el Gobierno no ha disminuido las intenciones de que ENAP lidere su proceso de exploración, explotación y comercialización.
Chile puede que sea un país más conocido por la energía hidroeléctrica que por la de los hidrocarburos, sin embargo eso no ha disminuido las expectativas que ha apostado el Gobierno en la Empresa Nacional de Petróleos (ENAP) para que lidere la exploración, explotación y comercialización de shale gas.
Razones existen si se considera el último informe de la agencia del Gobierno Norteamericano Energy Information Administration (EAI), donde se estima que Chile posee el 49 billones de pies cúbicos de gas de "esquisto" y 2,4 millones de barriles de reservas de petróleo de "esquisto" recuperables en la cuenca de Magallanes (que también comparte con Argentina).
Ante esa realidad es que la Administración Bachelet está fortaleciendo a ENAP, inyectando recursos para ampliar su equipo ejecutivo y así cumplir con los desafíos del país, como crecer la matriz energética e impulsar al GNL para contrarrestar la escases en esta área, como lo propone la Agenda de Energía.
En esa línea es que el ministro de Energía, Máximo Pacheco, reafirmó la semana pasada que a principios del 2016 arribaría el primer embarque de shale gas al país desde los Estados Unidos, desde el puerto de Sabine Pass (Estado de Louisiana) tras realizar un contrato con British Gas (BG) y ENAP.
En tanto, el gerente general de la estatal, Marcelo Tokman, adelantó que se avanzó en las negociaciones entre ENAP y una de las empresas petroleras líderes a nivel mundial para concretar un acuerdo técnico con el objetivo de dimensionar el potencial de hidrocarburos no convencionales en el área de Magallanes.
RESERVAS EN EL SUR
Consultado sobre la realidad estadunidense del shale gas el director del Programa de Energía del Instituto de las Américas, de la Universidad de California, San Diego, Jeremy M. Martin, explicó que las proyecciones hasta el 2040 estiman que su producción alcanzaría los 40 billones de pies cúbicos.
“Hay una pequeña cantidad de shale gas que está siendo desarrollada en Argentina, actualmente en la formación de Vaca Muerta. Sin embargo, también hay reservas en el sur de Chile y ENAP ha comenzado a valorar el potencial y ha desarrollado un programa para realizar "fracking" (método de fracturación)”, destacó el académico.
Sobre esto último, el presidente Fenatrapech (sindicato de trabajadores del petróleo), Jorge Fierro, quién además es director de ENAP, señaló que “ya se han hecho algunas exploraciones en alrededor de 10 pozos, los cuales han tenido buenos resultados (…) y que producen en peak inicial 60.000 a 80.000 metros cúbicos de gas/día, que luego se estabilizan a alrededor de 45.000 metros cúbicos gas/día”.
En tanto, frente a la importación de shale gas, el dirigente sindical si bien manifestó entender la preocupación del Gobierno de solucionar el problema energético en el más corto plazo que vive el país, consideró que “eso no quita que el Estado busque estrategias de desarrollo de gas no convencional, porque si estamos dispuestos a pagar para importarlo, también el negocio es bastante rentable producirlo aquí”.