Todo lo que tenga que ver con facilitación del comercio -dado que el nuestro es un país pequeño y abierto que depende del comercio- es un elemento valioso que va en nuestro beneficio, de modo que Chile sigue participando comprometidamente en la Alianza del Pacífico (AP), dice Andrés Rebolledo, director de la Dirección de Relaciones Económicas Internacionales de la cancillería (Direcon).
Reafirma, asimismo, que sigue siendo una prioridad continuar trabajando para que este bloque genere lazos y una conversación con países del Atlántico, especialmente con el Mercosur. “No estamos planteando que ambos se conviertan en un solo proyecto ni que haya una negociación arancelaria tradicional, sino buscar espacios en otros ámbitos”, precisa. Menciona como ejemplos la posibilidad de interconectar las ventanillas únicas de comercio exterior que tienen los países de cada uno de los bloques o buscar espacio para que puedan converger los programas de movilidad de personas.
Chile planteó este acercamiento en la Cumbre Presidencial y reunión de cancilleres de la AP que tuvo lugar en México, donde se acordó realizar a fines de julio una reunión de cancilleres de la AP y el Mercosur y luego un seminario en septiembre. Dado que los países del Mercosur tienen una cumbre presidencial este mes, el encuentro de cancilleres se posterga, y posiblemente tendrá lugar en agosto, para luego realizar un seminario.
Al interior de la AP -acuerdo del cual nuestro país forma parte junto a Colombia, Perú y México-, hay otros temas nuevos propuestos por Chile, como es sumar a los 14 grupos de trabajo uno adicional relativo a la minería, así como el tema del género.
Tras superar algunos inconvenientes internos en el Tribunal Constitucional, Colombia informó que ya aprobaron el acuerdo marco de la Alianza del Pacífico, por lo que ahora los cuatro países podrían aprobar internamente el protocolo adicional comercial suscrito en febrero en Cartagena, que establece la convergencia en la liberalización del 92% del comercio y la acumulación de origen que permite que los insumos sean considerados nacionales en los cuatro países, entre otras materias.
Rusia e Indonesia
Hoy, son las negociaciones comerciales con Indonesia y Rusia en las que Chile está empeñado. Con Indonesia ya se realizó la primera ronda, y Rebolledo espera que antes de dos meses se realice la segunda, para empezar a discutir textos y eventualmente esbozar lo que sería la oferta exportable. La semana pasada viajó una delegación público-privada a Rusia, donde plantearon el interés de negociar un acuerdo con la Unión Euroasiática, de la cual forman parte Rusia, Kazajstán y Bielorrusia, y pronto Armenia. Allí, el potencial está en las exportaciones de productos alimenticios chilenos.
En cuanto al Trans Pacific Partnership (TPP), en la visita de la Presidenta Bachelet a Washington, el Presidente Obama puso como meta tener un borrador de acuerdo en noviembre. Mientras, está en compás de espera la negociación entre Japón y EE.UU. en materia de acceso a mercados. Japón tiene hoy 900 productos excluidos, principalmente agrícolas, por lo que la apertura es de interés para Chile, explica Rebolledo. “Seguimos planteando que queremos un acuerdo balanceado, donde los intereses de Chile estén salvaguardados”, agrega.