Por Federico Aríngoli.
El petróleo fácil se acabó. La frase, acuñada por los partidarios del shale, ya empieza a reflejarse en los números de la producción neuquina y por consecuencia del país. De la mano de los no convencionales y la recuperación secundaria, y en ambos casos por acción de YPF, la provincia entregó en el primer trimestre un 3% más de petróleo y un 0,1% más de gas en comparación con el mismo período del año pasado.
Si bien a nivel nacional no hubo una suba, la performance regional permitió estabilizar la curva, que desde principios del 2000 viene mostrando abruptas caídas. Aun así, la Argentina está lejos de repetir los picos productivos de principios de siglo.
Pero del nuevo mapa productivo nacional sorprende un dato: Loma Campana, el primer clúster no convencional que YPF opera en sociedad con Chevron está a pocos barriles de convertirse en la segunda área petrolera del país, detrás de Cerro Dragón, el gigante del sur que opera PAE.
Del otro lado del mostrador hay bloques históricos de la propia YPF, Chevron o Petrobras que mostraron un verdadero derrumbe productivo aun a pesar de los mejores precios de los hidrocarburos (ver aparte).
CAÍDA CONTENIDA
Con 12,8 millones de m3 de petróleo y 17.000 millones de m3 de gas acumulados hasta mayo, por primera vez en más de diez años se contuvo la caída de la producción.
Según publica la "Carta Energética" del estudio Montamat & Asociados, el impulso productivo en el crudo se sostiene con una gran participación de la producción secundaria, que consiguió un aumento del 12% en la variación anual del primer trimestre.
Se trata de la técnica mediante la cual se debe inyectar agua o gas para presurizar los pozos, lo que hace más caro el barril puesto en tierra. Máxime si se considera que los porcentajes de recuperación de hidrocarburos son muy bajos y en algunos casos apenas alcanzan al 2 ó 3%.
La producción primaria, aun con indicadores negativos, representa el 53% del total extraído. La secundaria trepa por encima del 39% y la terciaria completa el cuadro con algo más del 7%. Esta tendencia se mantuvo estable en el 2012 y 2013.
EL IMPERIO DEL SHALE
Pero el verdadero impulso a la suba en el petróleo llega de la mano del shale. Alrededor de uno de cada cinco barriles que salen de la Cuenca Neuquina ya proviene de Vaca Muerta y es una tendencia que, conforme avanza el proyecto de YPF y Chevron, amenaza con crecer.
A tal punto es así, que el yacimiento Loma Campana, el primer clúster shale de Latinoamérica, está pronto a transformarse –con un aumento sostenido desde el 2012– en la segunda área con mayor producción de petróleo de todo el país.
Cerro Dragón, operado por PAE, concentra el 15% de la producción total de crudo. La segunda concesión con mayor producción es Chihuido de la Sierra Negra (3,8%, aunque cayendo de forma sistemática en los últimos años) y en tercer lugar se posiciona Loma Campana (3,7%), ambas operadas por YPF. Esta última aumentó su producción interanual un 17,6%, la cifra más alta a nivel nacional.
Fue la petrolera de bandera la que lideró la suba productiva a nivel nacional, con un incremento interanual en el primer trimestre de 9,6% en petróleo, cifra que va creciendo conforme pasan los meses. Junto a PAE (2,7) y Pluspetrol (0,8%) fueron las únicas tres en mostrar números positivos.
La provincia del Neuquén cuenta con cinco áreas entre las 25 más productivas de todo el país. En los primeros cinco meses del 2014 acumuló 5 millones de mv de petróleo, de los cuales YPF produjo 2,1 millones de mv y además acumuló 9.386 millones de mv de gas, donde la petrolera nacional tuvo una participación de 4.124 millones de mv.
De acuerdo con información de la Subsecretaría de Hidrocarburos, a la fecha se cumplió alrededor del 50% de las inversiones comprometidas para este año, que se fijaron en más de u$s 6.000 millones.
Para el 2014 se esperan completar 670 nuevas perforaciones, entre las que se incluye la culminación de los 300 pozos no convencionales en Loma Campana.
Pero esta promisoria fotografía del sector aún no hace exitosa a la película: la Argentina está todavía muy lejos del mentando autoabastecimiento.
Las reservas que promete Vaca Muerta obligan a poner en línea el entramado de variables que favorecen u obturan la producción de hidrocarburos. Parte de esa situación es la que el propio Galuccio cree poder resolver con una nueva ley que "ordene" el negocio petrolero. Sin embargo, para el equipo del gobernador neuquino Jorge Sapag más que modificar la ley de hidrocarburos es necesaria una norma de promoción de inversiones.
Mientras el debate se resuelve, Vaca Muerta espera a que la mano del hombre la convierta en energía.
Mientras YPF repunta sus números de la mano de la mayor inversión y los mejores precios, el resto de las empresas muestra estadísticas que obligan en general a encender la luz amarilla.
A nivel nacional, Chevron y Petrobras acumularon en los primeros meses una pérdida de rendimiento del 13,6% y el 19,6% respectivamente.
Es curiosa la performance de la socia financiera de YPF en Loma Campana: mientras invierte ingentes cantidades de dinero en un proyecto de alto riesgo, descuida su yacimiento estrella en la provincia, El Trapial, cuya extracción de petróleo se derrumbó un 21% en los primeros tres meses del año. No falta quien diga que están destinando fondos de este último bloque a su sociedad con la firma de Miguel Galuccio.
Petrobras, en tanto, da señales contradictorias. Por un lado asegura que va a quedarse en Neuquén y aportar al shale, pero por el otro jamás hizo el esperado anuncio de inversiones no convencionales. Para colmo, sigue con las desinversiones: tal como anunció este medio se desprendió de una participación en Parva Negra Este, que ahora será operada por Exxon.
Igualmente con bajas, pero con otros números, en el primer trimestre mostraron números negativos Entre Lomas (-9,5%), Sinopec (-8%), Apache (-7,7%), Tecpetrol (-4,8%) y Total (-0,8%).
Inclusive YPF registró mermas en la producción de crudo: de acuerdo con la "Carta Energética", cayeron en el primer trimestre Loma La Lata-Sierra Barrosa (sin contar Loma Campana, -28,3%), El Portón (-26,8%) y Chihuido de la Sierra Negra (-23,4%).
Pese al optimismo de las autoridades provinciales respecto del impacto de las inversiones y, aun reconociendo que no son suficientes las condiciones para invertir en el país, no hay explicaciones para los números negativos.
Por lo bajo, sin embargo, muchos creen que la retracción se debe a que todos esperan el 2015, a que el panorama político aclare. Los mejores precios del gas, inclusive, tampoco motivaron a una suba productiva, pese a que muchas compañías ingresaron al programa que compensa el fluido hasta llevarlo a 7,5 dólares el millón de BTU.
La imposibilidad de repartir dividendos, el cepo al dólar y las trabas aduaneras para importar equipos también colaboran en cierto modo con este proceso de desinversión.