Un grupo de pobladores de Añelo denunció que, desde hace más de un año, sufre una serie de amenazas y amedrentamientos por parte de la familia Campo Maripe, que reclama supuestos derechos sobre tierras de Loma Campana, el yacimiento de shale oil que perfora YPF en sociedad con Chevron.
En los últimos días, los Campo Maripe comenzaron a alambrar una parte de Loma Campana, con respaldo de la Confederación Mapuche.
El intendente de Añelo, Darío Díaz, en diálogo con LM Neuquén, manifestó su preocupación por la escalada “de violencia entre vecinos por conflictos sobre las tierras, que no sabemos cómo puede terminar”.
Díaz indicó que cuando la familia Campo comenzó a reclamar derechos sobre un lote le dio su respaldo, porque querían “volver a sus raíces en el campo donde nacieron”. Comentó que hubo un acuerdo con YPF y la Provincia para otorgarles 60 hectáreas en la zona de riego para que pudieran ponerlas en producción. Agregó que luego interfirió la Confederación Mapuche “y aparecieron como comunidad y reclamando derechos sobre más de 15 mil hectáreas, lo que es insensato”.
Díaz indicó que hasta 2012 no había registros de comunidades mapuches asentadas en el departamento de Añelo, y que luego, con el boom de Vaca Muerta apareció el reclamo de los Campo Maripe.
“La Confederación Mapuche está usando a esta familia para ganar territorio y extorsionar a YPF, no es un reclamo justo”, agregó.
El intendente de Añelo señaló que hay indefinición de parte de la Provincia y Nación, dado que aún no se realizó el relevamiento territorial, y no se avanzó en el trámite que definirá si los Campo Maripe son una comunidad mapuche. “Se debe delimitar su territorio y definir si son una comunidad, yo considero que no. Hay que poner un punto final a esto”, sostuvo Díaz.
Un grupo de pobladores de Añelo, que representa a una docena de familias, elevó notas a Nación, Provincia y a la empresa YPF manifestando su “desesperación y angustia” por los episodios que viven desde hace un tiempo. Indicaron que los Campo son viejos pobladores de Añelo cuyos padres eran chilenos que se asentaron en la zona con algunos animales, pero que una vez que se instalaron en el pueblo no volvieron a las tierras que piden, y que en décadas nunca se escuchó ningún reclamo de su parte, y mucho menos que fueran una comunidad.
Denunciaron que desde el boom de Vaca Muerta comenzaron a montar chozas en sus campos y a amenazar a los propietarios de las tierras en las que YPF tiene actividad. “Nos golpean los vehículos; por las noches entran a nuestras casas, apagan las luces de sus camionetas y dan vueltas; hubo amenazas con armas blancas; no dejan que ninguna maquinaria trabaje sobre nuestras propias tierras y destruyen nuestras tareas en el campo”, indicó una de las personas que ya radicó varias denuncias en la comisaría de Añelo, y que prefirió el anonimato por temor a las represalias.
Y agregó: “No son mapuches, montaron una farsa para lograr un impacto en la sociedad”. Comentó que donde YPF comienza a perforar un pozo, al otro día levantan una choza que nadie habita.
Puesteros, propietarios con título y viejos pobladores sufren las amenazas. Los pobladores reclaman que se realice el relevamiento territorial y que se utilicen fotos satelitales de más de un año de antigüedad para corroborar que la familia Campo no habitaba en las tierras que reclama ni tenía algún tipo actividad productiva en ellas.