Esta vez, el final parece ser distinto. La novela entre Juan Román Riquelme y Boca supo de pasión, de tardes y noches inolvidables, de muchos festejos, pero también de polémicas y algunos desencuentros. En los últimos años, cada renovación de contrato se había convertido en una pulseada de poder entre los dirigentes y el mayor ídolo de la historia del club, con tironeos entre cifras, cláusulas y discusiones que, en concreto, evidenciaba una relación cada vez más tirante entre Riquelme y el presidente Daniel Angelici. Pues bien: esta vez, el hilo del vínculo se corta. Y, tras 18 años de romance, Riquelme se va de Boca, con una estela de fútbol y títulos que lo llevaron a tener su propia estatua en la Bombonera. Desembarca en Argentinos Juniors, el club del que se fue cuando todavía era un juvenil, para recalar en la Ribera; en cierto modo, es un regreso a un lugar donde dio sus primeros pasos en el fútbol.
A los 36 años, Riquelme vuelve a su primer amor. Así lo vive Argentinos, que ayer anunció la llegada de Román, con fecha y hora: pasado mañana, a las 17, en el microestadio de la Paternal, el jugador firmará el contrato y será presentado. Es una noticia que entrega muchas aristas: Boca se queda sin un ídolo que ha sido su mejor jugador en las últimas temporadas; Argentinos, suma a una estrella en su participación en la primera B Nacional con un proyecto basado en el afecto de ex jugadores, similar al que emprendió Newell's con el Tata Martino hace un par de años, y de paso, revaloriza la segunda categoría. Pero, sobre todo, se trata del final de un largo ciclo de fidelidad -Riquelme vivió casi 13 de sus 18 años como profesional como jugador de Boca- entre un jugador histórico y uno de los clubes más populares del país.
Riquelme jugó su último partido en Boca el 11 de mayo pasado, con victoria por 3-1 sobre Lanús, en la Bombonera. El DT Carlos Bianchi lo hizo salir a los 44 minutos del segundo tiempo, reemplazado por Sánchez Miño, para que recibiera la ovación del público de Boca. Aun cuando faltaban 50 días para que terminara su contrato, podía palpitarse que ese encuentro podía ser el último con la camiseta auriazul.
Angelici no dejó pasar ocasión para manifestar su consideración por Riquelme como jugador, pero también aclaró siempre: "El club está por encima de los ídolos". En su momento, soportó dos desplantes: cuando era el tesorero de Boca en la gestión de Ameal, renunció en disidencia con las cifras del contrato del ídolo; luego, tras perder la final de la Libertadores ante Corinthians, el astro anunció que se iba de Boca porque estaba "vacío", aunque volvió cuando regresó Bianchi.
El martes por la noche, tras una reunión con Daniel Bolotnicoff, manager del jugador, el dirigente César Martucci, dijo: "Parecería que se terminó la era de Riquelme en Boca. El representante no aceptó nuestra propuesta". Si al hincha de Boca le quedaba un hilo de esperanza, Angelici lo cortó anteayer: "Estamos con fastidio porque es la segunda vez que Riquelme no cumple con la pretemporada. El club siempre le cumplió. Podría haber hecho la pretemporada y seguir negociando. Boca no está dispuesto a mover una coma de ese contrato que le entregamos hace un mes".
Riquelme no habló, pero movió sus piezas. Hace unos días, se reunió con el entrenador Claudio Borghi, con Matías Caruzzo (fue compañero en Boca y ahora lo será en Argentinos) y Cristian Ledesma. Anteanoche, el presidente de Argentinos, Luis Segura, y Bolotnicoff, sellaron el acuerdo. "Me enteré a las 3 y media de la mañana; Segura me llamó y me dijo que estaba confirmado. Es algo histórico para Argentinos", dijo el Bichi. Ayer, el colombiano Jorge Bermúdez, ex compañero de Román, comentó en Twitter: "Él (Riquelme) sí quiere jugar en Boca, siempre lo demostró, pero se cansó de que lo ubiquen como el problema (...) Se cierra un nuevo capítulo de un ídolo que sale como la mayoría nos despedimos, por la puerta de atrás, por consignas de la dirigencia".
A esta altura, queda expuesto que el astro no cambió de equipo por una cuestión económica, pues la propuesta del Bicho es inferior a la de Boca; incluso, hasta la oferta de Sport Recife, de Brasil, era superior a la de los auriazules.
"Hablamos con sponsors que nos van a apoyar; tenemos ideas para generar recursos con amistosos, con publicidades. Nosotros no le robamos el jugador a Boca; Riquelme optó por Argentinos porque no arregló con Boca, no podemos competir en dinero", amplió Segura, en declaraciones a TyC Sports. Riquelme desembarcará con un contrato por 18 meses. Su llegada genera una gran expectativa: desde el club señalaron que se multiplicaron los pedidos para asociarse. Como un guiño más del destino, Argentinos debutará en la B Nacional frente a Boca... Unidos.
Para Riquelme y para Boca, es el fin de una era. De un lado y del otro, nada será igual luego de esta ruptura.
En mayo pasado, más de 5000 hinchas se congregaron en la Bombonera para celebrar un banderazo en reclamo por la continuidad de Juan Román Riquelme en Boca. Ahora, con la salida del ídolo decidida, los simpatizantes del club auriazul se volcaron a las redes para preparar un nuevo encuentro. La convocatoria será mañana, a las 17, en la puerta de la casa de Riquelme, en Don Torcuato, con el lema "Todos a la casa de Román a darle el apoyo al más grande". En tanto, ayer se reunió la comisión directiva de Boca, en la que se evaluó la salida de Riquelme, y se resolvió mantener un bajo perfil durante los próximos días; por lo pronto, se suspendió la conferencia de prensa prevista para hoy, en la que se iba a presentar la cena solidaria anual a beneficio de Unicef.