Con relación a las recientes audiencias públicas, el funcionario destacó que “hubo un nivel de participación muy amplio de distintos sectores y fue un ejercicio democrático muy importante, trascendente yo diría, por el nivel del debate y por la participación responsable de distintos sectores”.

“Hay sectores que plantean alguna disidencia y lo hacen en base a determinados informes técnicos o estudios. Eso es valorable porque cualquier proyecto es perfectible y se puede ir agregando correcciones que mejoren la calidad de proyecto”, manifestó.

“En ese sentido, valoramos muchísimo la presentación de algunos sectores que plantearon cierta disidencia pero lo han desde ese punto de vista, sin hacer una oposición por la oposición misma. Por eso es lamentable que otros sectores, sin información, sin un conocimiento acabado del tema, salen a generar miedo e incertidumbre entre la población”, insistió Oviedo.

Señaló también que “cuando hay objetivos comunes, tenemos que juntarnos y eso se vio en el debate sobre el polo científico donde hubo un alto grado de aceptación por la importancia que significa para la provincia”.

“En el caso de Dioxitek, también hubo coincidencias, como así también objeciones sobre cuestiones técnicas que van a ser tenidas en cuenta para las correcciones que sean necesarias para mejorar el proyecto”, indicó.

Tras definirse como un católico practicante, Oviedo dijo que se sintió molesto por la actitud del obispo Conejero, “cuando dentro de una celebración litúrgica, hizo leer un documento en el que la Iglesia expone su rechazo al proyecto de Dioxitek, que a mi juicio marca una posición política pero que no está fundada en razones científicas y tecnológicas, sino más bien en el no por el no mismo”.

Tras indicar que existen documentos del Vaticano a favor del uso de la energía nuclear, dijo que hay contradicciones con el mensaje de la iglesia de Formosa, “porque si queremos luchar por la vida, por el desarrollo de las personas, por la inclusión y la igualdad, el desarrollo científico y tecnológico es una herramienta fundamental para promover el crecimiento, a la generación de fuentes de trabajo genuino, es decir, tanto el polo científico como la planta de uranio, apuntan a desarrollar la segunda etapa del modelo formoseño.

En la primera etapa se ha establecido la base de infraestructura para el desarrollo necesario para que ahora comiencen a asentarse las diferentes industrias y estas industrias no hubieran venido a Formosa si no contáramos con el desarrollo de esa infraestructura. Tampoco hubiera sido posible el desarrollo de un polo científico si no hubiésemos tenidos todos estos elementos de base”, explicó.

“El obispo puede manifestar su postura y respetable, lo que no puede es tener de rehenes a quienes pensamos distintos, durante una celebración litúrgica. Hay ámbitos, de hecho la audiencia pública fue uno de ellos, para hacer conocer el pensamiento de los diferentes sectores de la comunidad formoseña”