La Unión Industrial Argentina (UIA) volvió ayer a cuestionar duramente a la Unión Industrial de la Provincia de Buenos Aires (Uipba), entidad con la que está desde hace tiempo enfrentada por la aplicación de un canon que el gobierno bonaerense está por cobrar a aquellas empresas que empleen el agua como principal insumo.
Lo que se discute es la ley 1257, sancionada en 1998 pero reglamentada a fines del año pasado, que fija una tasa por el consumo de agua para todas las empresas, y para aquellas que la tengan como materia prima -por ejemplo, fabricantes de gaseosas-, un canon 50% mayor. Si bien la tasa está vigente desde hace tres meses, el eje de la pelea es el canon, cuya aplicación todavía no empezó y para el que se creó una comisión que lo debatirá hasta fines de año.
La UIA acusa a la Uipba de no estar defendiendo al sector. "Llama la atención que entidades de representación industrial de la provincia Buenos Aires desconozcan los intereses de sus socios y nieguen que se haya producido un incremento en la carga tributaria, como así también de las condiciones desfavorables para el sector productivo de cómo se tiene previsto instrumentar el citado «canon del agua»", dijo ayer en el comunicado, donde consignó: "Entre 2007 y 2012 la presión tributaria en las provincias pasó de 4,2 a 5,6%, un alza de 33%, mientras que en la provincia de Buenos Aires pasó de 4,6 a 6,3%, un incremento del 37%. El aumento y los mecanismos de implementación de gravámenes -como el "canon del agua"- generan incertidumbre sobre la actividad productiva".
En la UIA acusan además a la Autoridad del Agua (ADA), que depende del Ministerio de Infraestructura bonaerense, de no haberlos invitado a discutir el canon. Osvaldo Rial, líder de la Uipba, atribuye esa ausencia a lo contrario: dice que Copal, la entidad de las alimenticias, abandonó la comisión y la UIA nunca quiso estar.
Subyace en rigor una contienda institucional: la Uipba no tiene desde hace tiempo miembros en el directorio de la UIA porque afirma que las autoridades se eligen allí "a dedo", sin elecciones. En la UIA le atribuyen además a Rial una relación excesivamente estrecha con el gobierno bonaerense, vínculo que explica, dicen, su cargo como presidente del Fondo de Garantía Buenos Aires, ente mixto que respalda préstamos a pymes.
Anoche, ante LA NACION, Rial atribuyó la pelea a "intereses que no logro desentrañar" y se defendió: "Estuvimos siempre del lado de las empresas. Gracias a nosotros, las pymes no pagan Ingresos Brutos. Discutamos los impuestos distorsivos, no esto, cuya incidencia es menor, más tratándose de un bien escaso: las empresas grandes se lo gastan en una publicidad. Y es absurdo acusarme por Fogaba: yo podría decir que directivos de la UIA tienen cargos legislativos, pero no voy a mencionarlos". Aludía a José Ignacio de Mendiguren, secretario de la UIA y diputado del Frente Renovador..
