Las autoridades de Ucrania han cerrado todas las rutas aéreas para los aviones que sobrevuelen el este del país, tras el siniestro del avión de Malaysia Airlines, que se estrelló durante la tarde del jueves en la zona de Donetsk con 295 personas a bordo, según Eurocontrol.
"Tras el accidente, las autoridades ucranias han informado a Eurocontrol del cierre de todas las rutas que sobrevuelen el este del país", informó la Agencia Europea para la Seguridad Aérea (Eurocontrol) en un comunicado.
El organismo con sede en Bruselas agrega que "todos los planes de vuelo que se presenten para esas rutas serán rechazados por Eurocontrol. Todas las rutas permanecerán cerradas hasta nueva orden".
Eurocontrol señaló que la célula de coordinación de crisis de la aviación europea "está ya activada para coordinar el impacto que pueda tener el cierre del espacio aéreo ucraniano".
Lufthansa y Aeroflot ya habían adoptado esta medida
Deutsche Lufthansa AG, la aerolínea más grade de Alemania, y Aeroflot, rusa, han anunciado que sus aviones no volarán por espacio aéreo ucraniano tras el accidente del Boeing-777 Malaysia que se estrelló este jueves.
"Lufthansa ha decidido evitar el este del espacio aéreo ucraniano con un amplio margen y con efecto inmediato", informó una portavoz de la compañía alemana. La aerolínea continuará ofreciendo servicio en los aeropuertos de Kiev y Odessa por el momento, según añadió.
Las aerolíneas rusas Aeroflot y Transaero, por su parte, no sobrevolarán más Ucrania, según declararon portavoces de estas, así como Air France, que también se apartará de la zona.
En un comunicado, el Gobierno galo ha pedido a las compañías aéreas francesas que eviten el espacio aéreo ucraniano mientras no se hayan aclarado las causas de la catástrofe aérea ocurrida este jueves en el este de Ucrania.
En el comunicado divulgado en París, el secretario de Estado para el Transporte, Frédéric Cuvillier, precisó haber dado instrucciones a la Dirección general de la aviación civil (DGAC) para que tome las medidas de precaución necesarias.
La directiva de prohibición de sobrevolar la zona "se aplica de inmediato" y se irá adaptando "en función de las informaciones sobre las causas de ese evento", precisó.
En declaraciones a la emisora France Info, Cuvillier comentó que la zona donde se estrelló el Boeing-777 de Malasyan Airlines que cubría la ruta Amsterdam-Kuala Lumpur cuando sobrevolaba el este de Ucrania, "no se consideraba arriesgada" hasta ahora.
"Ninguna compañía del mundo decidió prohibir ese espacio aéreo o rodearlo", añadió el secretario de Estado, quien recalcó que mientras no se tenga más información sobre lo ocurrido, París tomará "las medidas de precaución que se imponen".
El avión malasio siniestrado en la región de Donetsk llevaba 280 pasajeros y 15 tripulantes, aunque el ministro de Interior ucraniano, Zoryan Shkyryak, afirma que hay más de 300 muertos. El ministro de Emergencias ruso señala que no había rusos a bordo, según la agencia de noticias Itar-Tass.
El gobierno de Estados Unidos pidió el alto el fuego en Ucraniapara asegurar el acceso "seguro" a la zona ucraniana donde ayer se estrelló un avión de Malaysia Airlines que llevaba 298 pasajeros y facilitar así la recuperación de los restos mortales.
"Instamos a todas las partes implicadas, Rusia, los separatistas pro-rrusos y Ucrania, a respaldar un alto el fuego inmediato", expresó en un comunicado el vocero de la Casa Blanca, Josh Earnest. Subrayó que el cese de las hostilidades permitirá asegurar el acceso "seguro y sin restricciones" de los investigadores internacionales al lugar del siniestro "con el fin de facilitar la recuperación de los restos".
"INVESTIGAR LO OCURRIDO"
El vocero norteamericano calificó de "crítica" la necesidad de que se lleve a cabo una investigación internacional "completa, creíble y sin impedimentos" sobre lo ocurrido. "Es vital [que] todas las pruebas potenciales y restos en el lugar del siniestro permanezcan intactos", sostuvo. "Estados Unidos sigue preparado para aportar asistencia inmediata a cualquier investigación internacional, incluida mediante recursos ofrecidos a través del Consejo Nacional de Seguridad en el Transporte (NTSB) y el FBI", aseguró Earnest.
También destacó que el papel de organizaciones internacionales como Naciones Unidas y la Organización para la Seguridad y Cooperación en Europa (OSCE) pueden ser "particularmente relevantes" en este esfuerzo. Y adelantó que Washington trabajará con los países afectados y sus socios en los citados organismos internacionales "en las próximas horas y días" para determinar el mejor camino a seguir.
Destacó que lo sucedido subraya la "urgencia" de que Rusia tome "pasos concretos de forma inmediata" para reducir la violencia en Ucrania.
QUÉ PASÓ
El Boeing-777 de Malaysian Airlines se estrelló en la región oriental de Donetsk, escenario de combates entre las fuerzas gubernamentales de Ucrania y los rebeldes prorrusos, quienes poco después se acusaron mutuamente por la responsabilidad del derribo de la nave.
La aerolínea malasia indicó que 154 de los pasajeros eran holandeses, 43 malasios (incluidos 15 miembros de la tripulación), 27 australianos, 12 indonesios, nueve británicos, cuatro alemanes, cuatro belgas, tres filipinos, uno canadiense y 41 restaban sin nacionalidad verificada.
Los servicios de inteligencia de EE.UU. consideran que el avión recibió el impacto de un misil tierra-aire, pero no confirmaron aún el origen del proyectil según fuentes de los servicios de inteligencia citadas por la cadena CNN y el diario The Washington Post.
"No fue un accidente, [el avión] estalló en el cielo", dijo el vicepresidente de EE.UU., Joe Biden, durante un discurso en Detroit (Michigan).
Agencias: EFE y AFP
SCU.- El Boeing 777 de Malaysian Airlines que se estrelló hoy en el este de Ucrania con 295 personas a bordo fue derribado por un misil ucraniano que tenía por objetivo el avión del presidente ruso, Vladímir Putin, asegura una fuente de la Aviación de Rusia citada por medios de este país.
La fuente, que pidió el anonimato, precisó a la agencia Interfax que existe la probabilidad de que el blanco de un misil ucraniano lanzado desde tierra o desde un caza ucraniano podría haber sido el avión presidencial ruso.
"Puedo decir que el avión presidencial y el Boeing 777 de Malaysian Airlines se cruzaron en el mismo punto y en el mismo corredor. Esto sucedió cerca de Varsovia en el nivel de vuelo 330ª, cerca de una altitud de 10.100 metros. El avión presidencial estaba allí a las 16.21 hora local (12.21 gmt) y el avión de Malaysia Airlines a las 15.44 (11.44 gmt)", precisó la fuente.
APARATOS PARECIDOS
"El contorno de ambas aeronaves se parece, las dimensiones lineales también son muy similares y en cuanto al color del avión, a una distancia lo suficientemente grande, también es casi idéntica", agregó la fuente.
Tanto el Canal 1 como la televisión RT rusa se hicieron eco de esta información.
El aparato, que cubría la ruta Amsterdam-Kuala Lumpur, se estrelló cerca de la localidad ucraniana de Sneshnoye, después de perder contacto con tierra cuando se encontraba a unos 50 kilómetros de la frontera rusa.
El propio presidente de Ucrania, Petró Poroshenko, dijo no descartar que el avión fuera derribado, y calificó lo sucedido de "acto terrorista".
"En los últimos días, este es el tercer caso trágico de este tipo, después de que fueran derribados un An-26 y un Su-25. No descartamos que este avión también fuera alcanzado", aseguró Poroshenko, según su servicio de prensa.
MÁS INCERTIDUMBRE
Para añadir más elementos a la incertidumbre y a la guerra de propaganda que rodea este suceso, el Servicio de Seguridad de Ucrania (SBU, siglas en ucraniano) aseguró haber captado una conversación en la que los rebeldes reconocen el derribo del avión de pasajeros.
Según el video colgado por el SBU en Youtube, se escucha como uno de los comandantes insurgentes le informa a otro sobre el derribo de un avión comercial en la región de Donetsk.
Los rebeldes prorrusos que luchan desde abril contra el Gobierno de Kiev informaron poco después de que hallaron numerosos cadáveres, entre ellos de niños, en el lugar del siniestro, mientras se difundían numerosas fotos de los restos del aparato.
Agencias AFP, Reuters y EFE
Un avión comercial de Malaysia Airlines con 298 personas a bordo fue derribado aparentemente con un misil en la zona este de Ucrania, controlada por los separatistas prorrusos, en una nueva tragedia aérea cargada de misterio, acusaciones cruzadas e hipótesis no confirmadas. Hasta el cierre de esta edición las dos partes del conflicto ucraniano se achacaban la responsabilidad del ataque, que no dejó sobrevivientes.
El avión, un Boeing 777, volaba de Amsterdam a Kuala Lumpur y desapareció de los radares cuando volaba a 10.000 metros de altura por la conflictiva Ucrania. Cayó en la región de Donetsk, bajo control de los rebeldes prorrusos. Malaysia Airlines dijo la ruta había sido declarada segura por el brazo de aviación de la ONU, la Organización Internacional de Aviación Civil.
Hasta ahora nadie se adjudicó la autoría del derribo, pero sí hubo acusaciones cruzadas.
Ucrania culpó a los rebeldes separatistas por lo que consideró un acto de terrorismo. Pero líderes separatistas negaron estar involucrados y dijeron que el autor había sido un jet de la fuerza aérea ucraniana.
Desde ambos bandos también se habló de un ataque por error. El gobierno ucraniano divulgó grabaciones que, según dijo, eran de oficiales de inteligencia rusos discutiendo el derribo de un avión de línea a manos de rebeldes que lo habrían confundido con una aeronave militar ucraniana. Desde que empezó el conflicto, los separatistas han derribado al menos 10 aviones militares ucranianos, pero que volaban a baja altura.
Los separatistas, por su lado, dejaron trascender a través de la agencia rusa Interfax que el avión habría sido derribado por un misil ucraniano que, en realidad, tenía como objetivo el avión que trasladaba a Vladimir Putin, que pasó 20 minutos antes por esa región. Putin volaba de regreso a su país tras participar de la cumbre de los Brics en Brasil.
La escala del desastre podría aumentar la presión internacional para resolver una crisis que ha causado cientos de muertes en Ucrania desde que protestas sacaron del poder en febrero a un presidente respaldado por Moscú y Rusia se anexionó Crimea un mes después. Justamente Washington aumentó ayer las sanciones a Rusia por este conflicto.
Putin no dudó ayer en achacar a Ucrania la responsabilidad de la terrible tragedia. Pero su par ucraniano, Petro Poroshenko, respaldado por Estados Unidos y Europa, aseguró que las fuerzas armadas ucranianas no habían realizado disparos que hubiesen podido alcanzar objetivos en el aire. El Consejo de Seguridad de la ONU se reunirá hoy de urgencia.
Un objeto cubierto de llamas iluminó el cielo y se estrelló hecho un amasijo de metales humeantes, ayer al mediodía, al explotar un avión comercial en Ucrania con 298 personas a bordo. Se convirtió en el drama más sangriento del conflicto separatista que envuelve al país y que lo tiene, también, al borde del estallido, desde hace meses.
El avión de Malaysia Airlines cubría la ruta de Amsterdam a Kuala Lumpur y volaba a 10.000 metros de altura cuando fue derribado cerca de la ciudad de Donetsk, a sólo 50 kilómetros de la frontera con Rusia, una zona de enorme actividad militar.
El incidente causó una inmediata conmoción global. No sólo porque un avión comercial fue derribado en el cielo de un país dominado por una guerra que enemista a varias naciones, desde febrero pasado, sino porque el avión pertenecía a una línea que ahora parece maldita. Malaysia Airlines perdió, en marzo, otro vuelo -el MH370- en uno de los mayores misterios de la historia de la aviación comercial.
Terrorismo, misiles, cazas militares, error de cálculo, derribo premeditado, ataque frustrado contra Vladimir Putin: las hipótesis se sucedieron unas a otras durante la frenética jornada de ayer. Mientras tanto, el incidente alimentó la onda expansiva del conflicto entre el gobierno de Kiev y los separatistas prorrusos.
La palabra jamás mencionada fue que se trataba de un "accidente", una opción descartada por todas las partes de este enconado conflicto que convirtió a Ucrania en uno de los países más inestables del mundo.
Una de las pocas certezas en ese océano de versiones fue que, una vez más, el avión siniestrado era un Boeing 777 de Malaysia Airlines, como la nave que se extravió en marzo en el sudeste asiático y que tuvo en vilo al mundo entero durante largas semanas por su inexplicable desaparición de la faz de la tierra.
Valijas, partículas del avión y pedazos de fuselaje destrozado quedaron desperdigados en una vasta zona de Donetsk, una de las regiones alzadas en armas contra el gobierno y cuya aspiración es pasar a la órbita rusa. Increíblemente, también se podían ver cadáveres enteros, a pesar de que la nave fue casi pulverizada por la explosión. Las autoridades estiman que en el avión viajaban unos 80 chicos.
En una acusación que países occidentales ratificaron luego, Ucrania culpó de inmediato a los "terroristas" -como denomina a los rebeldes que combaten contra las fuerzas armadas- de haber disparado un misil antiaéreo contra el avión comercial.
El sistema utilizado habría sido una plataforma de lanzamiento de misiles Buk, de origen ruso, con capacidad de alcanzar y superar los 10.000 metros, altura a la que volaba el Boeing.
El presidente ucraniano, Petro Poroshenko, se apresuró a dejar en claro su posición. "Este incidente no es una catástrofe, es un acto terrorista", escribió en Twitter.
Los líderes separatistas negaron estar detrás del incidente y acusaron a las fuerzas ucranianas, aunque luego dijeron que el avión pudo quedar atrapado en una batalla aérea, impactado por error por un caza ucraniano o abatido por la artillería antiaérea de los insurgentes. Kiev insistió en que los rebeldes habrían disparado al avión por error mientras tenían en la mira un Iliushin-76 de transporte militar.
Para agregar más elementos a la incertidumbre, el Servicio de Seguridad de Ucrania afirmó haber captado una conversación en la que los rebeldes reconocían haber derribado un avión de pasajeros.
Los servicios de inteligencia de Estados Unidos indicaron, a su vez, que el avión recibió el impacto de un misil tierra-aire, pero no pudieron confirmar enseguida el origen del proyectil, según fuentes citadas por CNN y The Washington Post. "No fue un accidente, estalló en el cielo", dijo el vicepresidente Joe Biden, durante un discurso en Detroit.
Quizá la versión más extravagante fue la que ventilaron medios rusos, en los que se aventuró que el vuelo comercial fue derribado por un misil ucraniano que tenía por objetivo nada menos que el avión de Putin, que regresaba de su gira latinoamericana.
De las 298 víctimas del siniestro, 283 eran pasajeros y las otras 15 eran miembros de la tripulación. Entre ellos había 154 holandeses, 27 australianos, 45 malasios, 12 indonesios, nueve británicos, cuatro alemanes, cuatro belgas, tres filipinos y un canadiense, según se informó desde Holanda. Hasta anoche aún faltaba determinar la nacionalidad de otras 41 víctimas.
La escala del desastre podría aumentar la presión internacional para resolver una crisis que causó cientos de muertes en Ucrania, desde que un levantamiento popular sacó del poder en febrero al presidente Viktor Yanukovich, estrecho aliado de Moscú. La primera consecuencia fue la anexión de Crimea por parte de Rusia, tan sólo un mes después de la caída de su socio.
Ucrania acusa desde entonces a Rusia de tomar un rol activo en el conflicto, agitando las regiones separatistas con el suministro de armas y combatientes irregulares, además de amenazar con desplazamientos de efectivos en la frontera y de lanzar airadas proclamas en defensa de los habitantes de habla rusa de las zonas rebeldes, donde son mayoría. Sin ir más lejos, esta misma semana Kiev acusó directamente a Moscú de haber derribado dos aviones militares.
Putin no se dejó enredar en acusaciones y rebatió ayer las denuncias con una contraofensiva retórica en la que señaló, como único responsable del desastre del Boeing, al gobierno de Ucrania.
"Sin duda, el Estado sobre cuyo territorio sucedió esto tiene la responsabilidad -dijo Putin-. La tragedia no habría tenido lugar si en esa tierra hubiera paz, si no se hubieran reanudado las acciones militares en el sudeste de Ucrania."
A la espera de las investigaciones que revelen las causas, o dicho de otro modo, que revelen el tipo de misil que habría abatido al avión comercial, los bomberos comenzaron las tareas de rescate. Mientras tanto, los separatistas prorrusos ofrecieron un cese del fuego de tres días para facilitar esas labores.
El primer ministro de Malasia, Najib Razak, admitió estar impactado por este segundo desastre de la aerolínea de bandera en menos de seis meses, y dijo que se iniciará una investigación.