La conectividad internacional en materia energética es una de las aspiraciones del gobierno y forma parte de los lineamientos de la Agenda de Energía, que elaboró el Ministerio de Energía.
La interconexión eléctrica con países vecinos, especialmente Argentina y Perú, se alza como una de las alternativas más factibles para materializar dicha intención.
En este marco, a inicios de esta semana se realizó, en Lima, la cuarta sesión del grupo de trabajo Perú-Chile, que avanzó en el tratamiento de las materias consideradas en la primera etapa de la hoja de ruta que ambos países definieron para analizar la opción de unir sus sistemas eléctricos.
En esta ocasión correspondió al análisis de los beneficios y los efectos económicos asociados a una iniciativa bilateral de esta naturaleza.
La presentación por parte de Chile estuvo a cargo de Daniel Salazar, director ejecutivo del Centro de Despacho Económico de Carga del Sistema Interconectado del Norte Grande (SING), que es la segunda red eléctrica del país y el punto lógico de conexión con la red peruana en una eventual interconexión.
Por parte de Perú la presentación correspondió a Eduardo Antúnez de Mayolo, director de planificación de transmisión del COES-SINAC.
La delegación chilena en el encuentro estuvo encabezada por la subsecretaria de Energía, Ximena Jara, y también la integraron otros representantes de los ministerios de Energía y de Relaciones Exteriores de Chile.
Proyecciones
Mientras el interés chileno por avanzar con el intercambio energético regional es evidente y se basa en la idea de que “estamos insertos en una región rica en recursos energéticos fósiles, no obstante importamos gran parte de éstos desde países lejanos, con precios superiores a los de la región”, según se lee en la Agenda de Energía, en Perú surgen señales en un sentido similar.
Es así que posterior a la cita de Lima y según consignaron medios locales, el ministro peruano de Energía y Minas, Eleodoro Mayorga, informó que si bien la estacionalidad entre los dos países no es complementaria en materia de generación eléctrica, hay posibilidades de interconexión binacional para hacer frente a crisis temporales u otorgar más confiabilidad al sistema.
De esta forma, el país andino replicaría con Chile y también con Colombia un modelo que ya utiliza con Ecuador y Bolivia.
Otro elemento que interviene en la ecuación es el proyecto del Gasoducto del Sur que recientemente se licitó en el país vecino y cuya rentabilidad estaría realmente en la generación de electricidad para ser exportada a Chile.
Especialistas citados por la publicación local Semana Económica explicaron que la demanda industrial y residencial en la zona a la que llegará el ducto no será suficiente para justificar la inversión, lo que sí se lograría considerando la operación eléctrica.