Por Martín Dinatale.
Más allá de los acuerdos de cooperación y los anuncios de inversiones en el país, la visita del presidente de China, Xi Jinping, a la Argentina tendrá como objetivo central "elevar a una nueva altura" la asociación estratégica entre Pekín y Buenos Aires. En la práctica esto significará establecer un mayor acercamiento del país con el gigante asiático.
Así lo dejó a entrever ayer el embajador de China en Buenos Aires, Yin Hengmin, que calificó como "histórica" la visita que entre mañana y el domingo realizará Xi a la Argentina. "A través de esta visita ambas partes van a trazar juntos un plan maestro para las relaciones bilaterales con el objeto de llevar la asociación estratégica China-Argentina a una nueva altura", dijo el embajador chino.
Según confiaron a la nacion fuentes diplomáticas argentinas, esta nueva categoría sería de "asociación estratégica integral". Es la misma figura que estableció China con Brasil el año pasado. No se trata de un eufemismo. Para el orden jerárquico que establece en las relaciones con el mundo el Partido Comunista gobernante de China, que una asociación estratégica con un país pase a ser "integral" implica un mayor avance de las inversiones, los acuerdos y el flujo comercial.
"La visita del presidente Xi Jinping es importante e histórica, ya que en 2014 se cumplen diez años del establecimiento de la asociación estratégica entre China y la Argentina, por lo que cabe decir que las relaciones bilaterales se encuentran en la etapa de abrir nuevos horizontes", dijo Yin en conferencia de prensa.
El embajador chino trabajó como diplomático en la Argentina en los años 90. Por eso ayer marcó una diferencia con aquellos años. "Ahora el pueblo argentino presta mayor atención a la relación y a la integración con China", dijo sonriente.
El presidente Xi llegará el viernes de Brasil con 250 empresarios chinos y se quedará hasta el domingo. Según pudo saber la nacion, la reunión central que tendrá será el sábado con Cristina Kirchner. Luego se reunirá con empresarios argentinos y el domingo estará en una estancia en las afueras de Buenos Aires, sin actividad oficial.
El embajador Yin no quiso precisar detalles de los acuerdos de cooperación que firmarán los presidentes y tampoco arriesgó una cifra sobre las inversiones globales que China promete depositar en la Argentina. No obstante, dijo que "habrá una serie de importantes acuerdos intergubernamentales en terrenos tales como infraestructura, red de telecomunicación, energía, minería, finanzas y cultura". Y detalló que esas inversiones darán empleo a más de 5000 argentinos.
A su vez, el embajador de China adelantó que se acordará la compra de soja y otros productos agrícolas argentinos por 1500 millones de dólares. No adelantó detalles sobre una eventual participación de empresas chinas en la construcción de las represas hidroeléctricas Cepernic y Kirchner, en el sur del país. Tampoco se dijo si habrá inversiones en el yacimiento de Vaca Muerta.
Para que no queden dudas del ánimo constructivo con que vendrá el presidente de China a Buenos Aires, Yin Hengmin ayer dio un firme respaldo a la Argentina en su pelea con los fondos buitre. "La Argentina hizo muchos esfuerzos para pagar su deuda y creemos que hay que evitar medidas que impidan el desarrollo del país", expresó el diplomático.
EXPECTATIVA POR UN VIAJE
Detalles de la visita del presidente de China
Yin Hengmin. Embajador de China
El embajador de China dijo que "la visita del presidente Xi Jinping es importante e histórica, ya que en 2014 se cumplen diez años del establecimiento de la Asociación Estratégica entre China y la Argentina, por lo que cabe decir que las relaciones bilaterales se encuentran en la etapa de abrir nuevos horizontes".
Adelantó que habrá acuerdos en materia energética, en minería, infraestructura, finanzas y en el área comercial. No quiso dar detalles del monto global de las inversiones que se harán en el país.
El presidente de China llegará con 250 empresarios y se reunirá el sábado con Cristina Kirchner.
El presidente de China, Xi Jinping, llegará mañana a Buenos Aires con promesas de dólares y ayuda financiera. A los contratos de financiamiento de las represas de Santa Cruz, Néstor Kirchner y Jorge Cepernic, y la refacción del tren Belgrano Cargas, se sumó en las últimas horas un demorado swap cambiario entre bancos centrales de ambos países. El swap permitirá a la entidad que conduce Juan Carlos Fabrega contar con más espaldas para atender las corridas contra el peso que pueda generar un eventual default, en caso de que Argentina no llegue a un acuerdo con los fondos buitre que destrabe los pagos de deuda reestructurada.
Según confirmó El Cronista de dos fuentes al tanto de las negociaciones, el swap de tasas se definió en las últimas horas. Técnicos del ministerio de Economía se encontraban ayer en Beijing terminando de reflotar el acuerdo, que había sido una posibilidad firme a fin de año y luego quedó en stand by.
El swap consiste en líneas de créditos a ser empleadas en casos de contingencia por el equivalente en yuanes y pesos a u$s 12.000 millones. Ese dinero no se sumará a las reservas, pero podrá ser requerido, por ejemplo, para combatir las eventuales corridas cambiarias que pudieran generar la falta de acuerdo con los fondos buitre en el juicio del siglo, por el que Argentina debe pagar u$s 1.500 millones en efectivo antes de continuar con sus compromisos de deuda reestructurada. Hasta el momento, las negociaciones entre el país y los holdouts no avanzan y el Gobierno tiene hasta fin de mes para evitar la cesación de pagos.
Pero Economía quiso darle una vuelta más al auxilio financiero, y los u$s 12.000 millones podrían usarse también para saldar el déficit comercial entre ambos países, que en 2013 totalizó u$s 4.853 millones, según un informe de la consultora DNI. Así, Argentina podría pagar las importaciones desde China con yuanes, sin afectar las reservas del Banco Central.
La semana pasada, el Congreso votó una ley de inmunidad a los fondos de bancos centrales extranjeros depositados en el país. Según trascendió, el Ejecutivo impulsó esa norma a pedido de China.
El swap con China replica al que había firmado el entonces presidente del Banco Central Martín Redrado en 2009 y que venció tres años después. Al respecto, el embajador chino en Buenos Aires, Yin Hengmin, dijo ayer que China y Argentina tenían un acuerdo de tipo swap, que se venció y que los dos bancos centrales volvieron a negociar uno nuevo, el cual no se ha firmado todavía.
El embajador confirmó que Xi y la presidenta Cristina Fernández firmarán mañana una serie de acuerdos de cooperación. Los convenios de financiamiento para financiar la obra pública y el swap cambiario se perfeccionarían hoy.
Además del presidente Xi, integrarán la comitiva oficial de China que arribará al país mañana y se quedará hasta el sábado unos 250 ejecutivos de empresas y el presidente del Banco Popular (así se llama el banco central), Zhou Xiaochuan.
Los dólares que sí engrosarán las reservas del BCRA son los correspondientes al financiamiento de las represas de Santa Cruz (obra a cargo de la china Gezhouba y Electroingeniería) y del Belgrano Cargas. Para las represas, el China Development Bank (CDB) prestará u$s 4.714 millones a 15 años, de los cuales ingresarán al país unos u$s 3.800 millones y el resto se usará para comprar turbinas que proveerá China. De esa suma, unos u$s 500 millones llegarán en las próximas semanas.
Para el Belgrano Cargas, el CDB prestará u$s 2.099 millones, también a 15 años. Pero buena parte del dinero quedará en el país asiático, que proveerá vagones y locomotoras. Según informó en diciembre el Ministerio de Interior y transporte, u$s 1.235 se destinarán a las obras. Los pagos de 2014 para las represas y el tren traerán casi u$s 1.000 millones este año.
El presidente chino, Xi Jinping, afirmó ayer en un discurso en el plenario del Senado brasileño que pretende "apalancar" las relaciones de su país con América Latina y el Caribe y sellar una "alianza estratégica" con la región. "Nuestro objetivo es apalancar y dar un salto de las relaciones de China con América Latina y el Caribe", dijo Xi, después de participar en la cumbre entre la Unasur y los BRICS.
Según Xi, China está "dispuesta a conjugar esfuerzos" con los países latinoamericanos para ser socios "a pasos sincronizados", a la vez que subrayó que su país "no se desarrollará de forma aislada del mundo". El líder chino llegó el lunes a Brasil para participar en la VI Cumbre de los BRICS y ayer dio inicio a una visita de Estado al país.
El mandatario afirmó que la cumbre con la Unasur fue "muy exitosa" y, sobre la reunión que hoy mantendrá con el llamado cuarteto de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y del Caribe (CELAC), dijo que espera que sirva para crear el Foro Permanente China-CELAC y para "promover la asociación estratégica" del país asiático con América Latina.
La CELAC estará representada por los presidentes de Cuba, Raúl Castro, de Costa Rica, Luis Guillermo Solís, y de Ecuador, Rafael Correa, así como por el primer ministro de Antigua y Barbuda, Gaston Browne. Fuentes oficiales brasileñas dijeron que en la reunión entre Xi Jinping y representantes de la entidad centroamericana participarán también algunos de los líderes de los países de la Unasur que están en Brasilia desde ayer.
La cita en la capital brasileña será preparatoria de una primera reunión de ministros de Relaciones Exteriores de China y de los países de la CELAC, que está prevista para fines de este año en Pekín.
“La visita del presidente Xi Xinping es importante e histórica, ya que en 2014 se cumplen diez años del establecimiento de la Asociación Estratégica entre China y Argentina, por lo que cabe decir que las relaciones bilaterales se encuentran en la etapa de abrir nuevos horizontes”, afirmó el embajador de China en Buenos Aires, Yin Hengmin.
En este sentido, el diplomático -quien estuvo acreditado en la misión argentina durante los ’90- marcó una clara diferencia con las relaciones bilaterales durante aquella década. “A diferencia de aquellos años, el pueblo argentino ahora presta mayor atención a la relación y a la integración con China”, explicó.
Y no dudó en asegurar que las relaciones bilaterales “se encuentran en el mejor momento de la historia, por lo que esta visita de Xi y su encuentro con la presidenta Cristina Fernández de Kirchner va a significar la planificación del desarrollo de las mismas”.
Respecto a la comitiva que llegará con el presidente Xi, el embajador reveló que serán “250 los empresarios que lo acompañarán” y que entre ellos “estarán representados todos los sectores”.
Consultado, Yin precisó que ambos mandatarios “van a ser testigos de la firma de una serie de importantes acuerdos intergubernamentales, intersectoriales y comerciales en terrenos tales como inversión, infraestructura, red de telecomunicación, energía, finanzas y cultura”.
Asimismo, afirmó, empresas de ambos países van a firmar acuerdos de compra de soja y otros productos agrícolas argentinos “por valor de 1.500 millones de dólares”.
No obstante, declinó precisar si habrá participación de empresas chinas en la construcción de dos represas hidroeléctricas en el sur del país y en el sector ferroviario del Belgrano cargas, tal como trascendió en las últimas semanas.
“Hay algunos acuerdos que están en la última fase de negociación, por lo que la lista definitiva de los acuerdos se anunciará en la Casa Rosada en el acto de firma del 18 de julio”, aseguró. Yin reveló también que tras el encuentro y la firma de los acuerdos, Fernández de Kirchner y Xi ofrecerán ese día una conferencia de prensa.
Finalmente, el diplomático calificó también como “histórica” la relación que China está estableciendo con América Latina y el Caribe, y destacó que en 2013 el intercambio comercial con toda la región fue del orden de los 262.000 millones de dólares.
“El mecanismo de cooperación con América Latina y el Caribe que fue aprobado en la última cumbre de la CELAC, permitirá establecer un foro de China con ese organismo regional, ya que tenemos un lenguaje y una visión similar en temas internacionales, por lo que existen grandes posibilidades en todas las áreas”, aseguró Yin.
El crecimiento económico de China aumentó ligeramente a un 7,5% interanual en el segundo trimestre, respondiendo a un miniplan de estímulo aplicado por el gobierno comunista del país desde el mes de abril.
En el trimestre anterior, el crecimiento del Producto Bruto Interno (PBI) había sido de 7,4%, su nivel más bajo en un año y medio.
En los últimos tres meses (desde abril hasta junio), la progresión de la segunda economía mundial superó las previsiones medias hechas por un panel de 17 analistas interrogados por AFP, que esperaban un crecimiento estabilizado de 7,4%.
En este momento, la economía nacional se está estabilizando en general y el crecimiento sigue estando dentro de lo razonable, aseguró Sheng Laiyun, un vocero de la Oficina Nacional de Estadísticas (BNS), que publicó el dato.
Tras un crecimiento de 7,7% en 2012, que se repitió en 2013, China estableció como objetivo crecer 7,5% para 2014, una tasa que sería la más débil desde hace casi 25 años.
El freno de la economía llevó a las autoridades de Beijing a adoptar a partir de abril medidas de estímulo, fomentando las inversiones en infraestructuras, los incentivos fiscales puntuales y bajando el nivel de reservas obligatorias de los bancos que ofrecen créditos a las pequeñas empresas.
Estamos viendo los resultados de las medidas que se adoptaron: la economía llegó a un nivel mínimo antes de volver a subir, indicó Wendy Chen, analista de Namura International.
En cuanto a la producción industrial, la aceleración fue sensible respecto al mes previo. En junio aumentó 9,2% en comparación con el mismo mes del año anterior.
Las ventas al por menor, barómetro del consumo interno, progresaron el mes pasado 12,4% interanual, un ritmo estable respecto a mayo. Y las inversiones en capital fijo, que incluyen las infraestructuras, aumentaron 17,3% en el conjunto del primer semestre, según la BNS.
Aunque el gobierno descarta un plan de estímulo masivo, cabe esperar nuevas medidas de apoyo a través de la política monetaria y el gasto presupuestario, y la creación de nuevos proyectos de infraestructuras, predijo Chen.
El principal riesgo, según Ma Xiaoping, economista en el banco HSBC, es el sector inmobiliario, con la fuerte caída de las inversiones después de años de auge.
La ventas de viviendas cayeron 9,2% interanual en el primer semestre, y esa corrección aumenta a corto plazo la presión sobre la economía, reconoce Sheng Laiyun, portavoz de la Oficina de Estadísticas.
El sector inmobiliario y la construcción representan de forma directa e indirecta más del 30% del PBI chino, según algunas estimaciones.
El primer ministro, Li Keqiang, insistió recientemente en la importancia de cumplir con el objetivo de un crecimiento de 7,5% este año, pero tampoco cede en su ambición de propiciar un modelo económico más sano. Su idea es favorecer el consumo interno, reducir el alcance de los monopolios públicos y el exceso de producción industrial.
Empresarios chinos invertirán en obras públicas
Los ministros de Economía, Axel Kicillof y de Planificación, Julio De Vido, mantuvieron reuniones con empresarios chinos, en Beijin, que mostraron interés en realizar inversiones en la Argentina, que ofrece la construcción de quince obras de infraestructura, en diostintos puntos del país.
Los ministros de Economía, Axel Kicillof, y de Planificación, Julio De Vido, comenzaron hoy las primeras reuniones con empresarios chinos en el marco del "road show" en el cual Argentina busca financiación por 19 mil millones de dólares para 15 obras de infraestructura.
En primer término, De Vido y Kicillof mantuvieron un encuentro con representantes de la empresa de ingeniería BCEG (Beijing Construction and Engineering Group), una compañía que trabaja en 27 países y tiene intenciones de invertir en un proyecto de 1.350 megavatios de potencia en el Parque Eólico Gastre, ubicado en Pampa de Gastre, provincia de Chubut.
Tras el encuentro, De Vido remarcó que "es un proyecto muy importante, ya que son 1.350 megavatios, lo que se sumaría al sistema interconectado nacional, y nos interesa porque estamos trabajando muy fuertemente en el desarrollo de energías renovables".
El objetivo es que se comience a desarrollar el año próximo y que esté operativo en septiembre de 2015.
La segunda reunión de la que participó De Vido en Beijing fue con Wei Yan, vicepresidente de CSCEC (China State Construction Engineering Corporation), el conglomerado de construcciones y negocios inmobiliarios mas grande de China y la tercer constructora a nivel mundial.
Según indicaron los empresarios, van a participar de la presentación de obras que hará el gobierno argentino mañana, y están interesados en invertir en América latina, y en particular en Argentina, por las relaciones económicas y políticas entre ambos países.
Esta compañía ya había mostrado interés en el túnel binacional Agua Negra entre Argentina y Chile, a la vez que tienen un proyecto de riego en la provincia de Entre Ríos.
Asimismo, trascendió que los empresarios manifestaron especial interés en la Torre de Comunicaciones a construirse en Avellaneda para la telefonía celular y la televisión digital terrestre.
Esta empresa construyó el 90 por ciento de los edificios de más de 300 metros en China e hicieron torres de comunicaciones en distintos países.
Por la empresa china, estuvo el Wei Yan, vicepresidente de CSEC.
En tercer lugar, De Vido se reunió con representantes de la compañía de tecnología Huawei, que presta servicio a 45 operadores de telecomunicaciones en todo el mundo. En Argentina tiene 500 empleados y están fabricando teléfonos en Tierra del Fuego.
La vicepresidente de la compañía, Li Li, le manifestó a De Vido su interés de potenciar la inversión en Argentina y también le confirmó que muy pronto van a inaugurar en la Argentina su sede regional, que trasladaron desde Brasil.
La ejecutiva también comentó que quieren promover exportaciones argentinas hacia China.
En tanto, en la cuarta reunión de la mañana de Beijing (hay una diferencia horaria con Buenos Aires de 11 horas) De Vido recibió a los directivos de la empresa Sinowind Lynn Tian Swanson y Norman John Swanson.
Estuvieron definiendo los últimos detalles del proyecto eólico "El Angelito", ubicado en el paraje El Escorial, en Chubut.
El objetivo es que este emprendimiento, que requerirá una inversión de 430 millones de dólares y generará 200 megavatios de potencia, se pueda comenzar en abril o mayo de 2014.
Por su parte, Kicillof compartió con De Vido la primera reunión en el hotel Four Seasons, tras lo cual mantuvo otros encuentros con inversionistas y empresarios.